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“La Universidad Nacional del Litoral fue la Universidad de la Reforma, nació con ese pecado, no hubo nada que hacer”. La afirmación pertenece al recordado Jorge Conti y se destaca en la contratapa del libro “Lux Indeficiens. Crónica para la historia de la Universidad Nacional del Litoral”. La flamante publicación fue presentada en la noche de este jueves, en la sala del Consejo Superior, a propósito del 90º aniversario que la institución celebra por estos días. Frente a autoridades provinciales, entre ellas la vicegobernadora Griselda Tessio, funcionarios municipales y universitarios, y familiares, amigos y colegas del periodista fallecido, el rector Albor Cantard ponderó –durante la presentación– el trabajo realizado por Conti en torno a la historia de la institución. Con esta crónica “Conti nos invita a recorrer la historia de la Universidad, reconocida como hija de la Reforma de 1918”, manifestó el rector al tiempo que valoró el “compromiso con la razón” y el carácter “reformista y universitario” del autor. “Nos invita –dijo Cantard- a reflexionar a partir de una vida vivida casi por completo en la UNL”.

Por qué “Lux…”
En consonancia con el lema universitario y título del libro (Lux Indeficiens se traduce como la luz que no se extingue), Cantard apuntó que “creemos que la historia es la luz que nunca se apaga”. Así, “el libro de Jorge reconoce al pasado como un elemento esencial de la una identidad colectiva”.
El escritor emprendió la tarea de revisar la historia de la casa de estudios al cumplirse el 75º aniversario de su creación. Quince años después, Ediciones UNL publica la obra con el aporte del Programa Historia y Memoria y el Museo y Archivo Histórico Marta Samatan de la Universidad
Como parte de la agenda aniversario, la presentación se complementó con el panel “La Universidad, pasado y presente”, a cargo de los ex rectores Juan Carlos Hidalgo, Hugo Storero –actual Ministro de Obras Públicas y Vivienda de la provincia- y Mario Barletta, intendente de la ciudad. En ese orden, sus respectivas gestiones universitarias se hallan comprendidas en el período de la recuperación democrática, tras el proceso de normalización encarado por Benjamín Stubrin.

Momentos de cambios
El primero en hablar fue Hidalgo, cuyo rectorado se extendió entre 1986 y 1994. “Me tocó una etapa difícil de la vida del país y de la vida universitaria, salíamos del oscurantismo”, sostuvo previo a describir las circunstancias históricas, desde 1919, que afectaron el devenir de la institución. “La Universidad festeja 90 años de su creación, de los cuales sólo 43 transcurrieron en democracia”. En ese tren, marcó los sucesivos golpes de Estado, los breves lapsos democráticos, hasta llegar a la etapa normalizadora en 1984. “Es el momento del entusiasmo, del debate de ideas y de la esperanza”, calificó.
A partir de entonces, “se cumplen ahora 25 años de Universidad democrática”. En tal sentido, Hidalgo hizo hincapié en que “Alfonsín hizo todo lo posible para apoyar a la Universidad, incluso presupuestariamente”. En ese punto marcó, luego, la llamada hirperinflación y el posterior período (1989-1999) en el que “el neoliberalismo conservador pone en peligro la Universidad. El gobierno de Menem impulsaba las restricciones del ingreso y el arancelamiento”. En un repaso de su propia gestión, Hidalgo subrayó el concepto de la formación de “un ciudadano libre, el desarrollo de la investigación y la concepción de Jorge Sábato acerca de las tres patas: conocimiento, gobierno y empresas”. Acerca del presente y el futuro, Hidalgo concluyó en que “el desafío es avanzar en el consolidación de los principios reformistas”.
 
En la región
A su turno, Storero se refirió a la significancia del emblema universitario, el efebo que muestra a un joven con la antorcha encendida y reza Lux Indeficiens. Promovido por el rector Pedro Martínez, hacia 1926. “Este acto de presentación del libro de Conti es emotivo porque hubo personas que se enriquecieron con la vida universitaria. Una de esas fue Jorge, quien estuvo forjado en los principios reformistas y republicanos”. Y añadió: “Conti era de madera inalterable, lo que le permitió mantener viva una lucha inagotable y llevar encendida la antorcha del efebo hacia un destino de excelencia”.
Storero (quien fue rector entre 1994 y 2000) también valoró que, a diferencia de otras universidades hermanas, la UNL “no se bautizó con el nombre de una ciudad, sino de una región extensa como es el Litoral”.
Acerca de los hitos que atravesaron la historia reciente de la institución, Storero resaltó el trabajo de educación a distancia, de la Red Telemática, los vínculos con los sectores artísticos, el sello editorial, la entrega de Honoris Causa a personalidades como Bioy Casares, Ernesto Sábato y Juan José Saer, además del incremento de la propuesta del grado y de posgrado.

Pasado previo
Por su parte, Barletta prefirió concentrarse en el período previo a la creación de la Universidad y su interés por rescatar la Santa Fe que supo dar “pioneros, progresistas y artífices de la Constitución Nacional”.
En este sentido, el actual intendente rescató la fundación de la Universidad Provincial de Santa Fe, de cuyo aniversario se cumplen hoy (16 de octubre) 120 años, y cuyo período constituye sólidos antecedentes para lo que años más tarde fue la creación de la UNL.
Enfatizó las labores de Nicasio Oroño, José Gálvez, Zenón Martínez y Manuel Menchaca, por promover la gestación y el crecimiento de la Universidad Provincial de Santa Fe, creada en 1889.