Narración oral escénica
Cuentos que juegan con la imaginación
Martes 14 de mayo de 2002
La narración de cuentos se hace presente el tercer viernes de cada mes en el Foro Cultural Universitario desde las 21. El Taller Permanente de Narración Oral Escénica lleva a cabo un arte que combina la magia de la palabra y la imaginación de los oyentes.
El relato de una historia puede invadir la imaginación de quien escucha y recrear la realidad. Así lo representa el protagonista del film “La vida es bella”, interpretado por Roberto Benigni, al inventar una historia que narra a su hijo de cinco años, para desafiar el horror de la guerra y demostrar que el sentido de una vida, en determinados momentos, puede cambiar gracias a una historia.
En nuestra ciudad, el Taller Permanente de Narración Oral Escénica “Puro Cuento” se encarga de contar cuentos, en este caso, para jóvenes y adultos. El objetivo es el mismo, conquistar la imaginación de los oyentes a través de “Los cuentos de la Tertulia”. La narración y la puesta en escena se conjugan para brindar una hora y media de relatos e historias que el público se complace en escuchar. Cuando las palabras se entrelazan con los gestos, las miradas y con el movimiento del cuerpo, una historia cobra vida en la imaginación de un público atento. Ocurre que los cuentos se reconstruyen cada vez que alguien los narra y hay alguien que los escucha. Se trata, sin más, de comunicar una historia a través del arte.
“Puro Cuento“ está integrado por Zulma Gómez, Andrea Dellacqua, Miguel Pascual, Daniela Sabio, Luis Martínez, Rita Dellacqua, María Cristina Gómez y Marcela Sabio. En general, la temática de los textos elegidos para ser luego narrados gira en torno a las problemáticas sociales, a lo cotidiano y al humor. Según señalan los miembros del Taller, la narración se caracteriza por no memorizar, sino por recordar la estructura de las secuencias del cuento seleccionado a la hora de pararse frente a los oyentes. En su carácter de coordinadora, Sabio señala cómo se desarrolla el trabajo.
- Á‚¿Cómo se articula el registro de la palabra oral con el de la palabra escrita?
- Nosotros contamos no sólo cuentos de autor, sino que también contamos cosas de la literatura oral, cosas que hemos escuchado, y que recreamos. Pero no escribimos. El trabajo es sobre oralidad, porque es lo más importante dentro de este arte que es ancestralísimo y que se practica desde mucho antes de los griegos –explica. El narrador de la tribu era el segundo en jerarquía después del jefe de tribu, y era el encargado de cumplir, a través de los cuentos, dos funciones: mantener viva la memoria de su pueblo y ficcionalizar, es decir, hacer imaginar otras maneras de evolución a los miembros del pueblo. O sea, mucho antes de los griegos esto ya se hacía. Lo que pasa es que aquí en la Argentina, como en muchos lugares de América del Sur, el cuento quedó destinado a los chicos y a un ámbito escolar. En Venezuela, Cuba, Colombia y el Caribe sigue muy arraigada esta práctica con los narradores espontáneos, narradores comunitarios, que se paran en una plaza y cuentan. Acá hubo que hacer un proceso de crear la necesidad. De afirmar que el cuento no es sólo para chicos, sino que también puede ser para adultos.
- Para realizar esta práctica, Á‚¿se le pide prestado a otros discursos u otros registros artísticos?
- No, en realidad no se le pide prestado nada, sino que, en todo caso compartimos con el teatro y con la música, con las ciencias de la comunicación, y con técnicas que las manejaban aquellos antiguos narradores de manera innata, que son las de los lenguajes no verbales. No representamos, pero obviamente que el cuerpo cuenta, que los gestos cuentan, que la mirada cuenta. Fundamentalmente, apelamos constantemente al público y decimos “contamos con ustedes”, no “para ustedes”. En realidad, si bien cada uno tiene una versión de su cuento, que es la que ensayó, la que le parece más accesible, la que la parece la última, en el momento en que llega al público se reinventa el cuento. Depende de todo lo que vas percibiendo de los demás, por eso es importante estar con el otro y que el otro esté con uno. El cuento sale si estamos todos conectados.
- Á‚¿Qué significa realizar trabajo artístico en estos momento de crisis social?, Á‚¿por qué es importante?
- Porque esto de alguna manera nos reconecta. Nos reconecta con las fuentes, con este espacio de acercarnos sin mediación. En este momento en que aparentemente estamos hiper comunicados, estamos más incomunicados que nunca desde lo más humano. Este es un arte que recapitula y reconquista todo esto de comunicarse mirándose a los ojos, y de poder construir, justamente, en un momento de tanta vaciedad de todo, el valor fundante de la palabra, el valor fundante del otro que te apoya y que te escucha y que realmente te escucha. No sólo te escucha con los oídos, sino que te escucha con los ojos y con el corazón. Y que te permite ver posibles salidas. Esta es una manera más del arte de liberarnos.
En nuestra ciudad, el Taller Permanente de Narración Oral Escénica “Puro Cuento” se encarga de contar cuentos, en este caso, para jóvenes y adultos. El objetivo es el mismo, conquistar la imaginación de los oyentes a través de “Los cuentos de la Tertulia”. La narración y la puesta en escena se conjugan para brindar una hora y media de relatos e historias que el público se complace en escuchar. Cuando las palabras se entrelazan con los gestos, las miradas y con el movimiento del cuerpo, una historia cobra vida en la imaginación de un público atento. Ocurre que los cuentos se reconstruyen cada vez que alguien los narra y hay alguien que los escucha. Se trata, sin más, de comunicar una historia a través del arte.
Acerca del taller
El Taller Permanente de Narración Oral Escénica mantiene las líneas teóricas y metodológicas del cubano Francisco Garzón Céspedes, fundador y Director de la Cátedra Iberoamericana Itinerante de NOE. Diferentes lugares de Latinoamérica y de España cuentan con representantes de la cátedra. En la Argentina y en Santa Fe, la delegada es la actriz, compositora y narradora oral escénica Marcela Sabio, quien a su vez coordina el Taller que se abre a la comunidad desde la Universidad Nacional del Litoral.“Puro Cuento“ está integrado por Zulma Gómez, Andrea Dellacqua, Miguel Pascual, Daniela Sabio, Luis Martínez, Rita Dellacqua, María Cristina Gómez y Marcela Sabio. En general, la temática de los textos elegidos para ser luego narrados gira en torno a las problemáticas sociales, a lo cotidiano y al humor. Según señalan los miembros del Taller, la narración se caracteriza por no memorizar, sino por recordar la estructura de las secuencias del cuento seleccionado a la hora de pararse frente a los oyentes. En su carácter de coordinadora, Sabio señala cómo se desarrolla el trabajo.
- Á‚¿Cómo se articula el registro de la palabra oral con el de la palabra escrita?
- Nosotros contamos no sólo cuentos de autor, sino que también contamos cosas de la literatura oral, cosas que hemos escuchado, y que recreamos. Pero no escribimos. El trabajo es sobre oralidad, porque es lo más importante dentro de este arte que es ancestralísimo y que se practica desde mucho antes de los griegos –explica. El narrador de la tribu era el segundo en jerarquía después del jefe de tribu, y era el encargado de cumplir, a través de los cuentos, dos funciones: mantener viva la memoria de su pueblo y ficcionalizar, es decir, hacer imaginar otras maneras de evolución a los miembros del pueblo. O sea, mucho antes de los griegos esto ya se hacía. Lo que pasa es que aquí en la Argentina, como en muchos lugares de América del Sur, el cuento quedó destinado a los chicos y a un ámbito escolar. En Venezuela, Cuba, Colombia y el Caribe sigue muy arraigada esta práctica con los narradores espontáneos, narradores comunitarios, que se paran en una plaza y cuentan. Acá hubo que hacer un proceso de crear la necesidad. De afirmar que el cuento no es sólo para chicos, sino que también puede ser para adultos.
- Para realizar esta práctica, Á‚¿se le pide prestado a otros discursos u otros registros artísticos?
- No, en realidad no se le pide prestado nada, sino que, en todo caso compartimos con el teatro y con la música, con las ciencias de la comunicación, y con técnicas que las manejaban aquellos antiguos narradores de manera innata, que son las de los lenguajes no verbales. No representamos, pero obviamente que el cuerpo cuenta, que los gestos cuentan, que la mirada cuenta. Fundamentalmente, apelamos constantemente al público y decimos “contamos con ustedes”, no “para ustedes”. En realidad, si bien cada uno tiene una versión de su cuento, que es la que ensayó, la que le parece más accesible, la que la parece la última, en el momento en que llega al público se reinventa el cuento. Depende de todo lo que vas percibiendo de los demás, por eso es importante estar con el otro y que el otro esté con uno. El cuento sale si estamos todos conectados.
- Á‚¿Qué significa realizar trabajo artístico en estos momento de crisis social?, Á‚¿por qué es importante?
- Porque esto de alguna manera nos reconecta. Nos reconecta con las fuentes, con este espacio de acercarnos sin mediación. En este momento en que aparentemente estamos hiper comunicados, estamos más incomunicados que nunca desde lo más humano. Este es un arte que recapitula y reconquista todo esto de comunicarse mirándose a los ojos, y de poder construir, justamente, en un momento de tanta vaciedad de todo, el valor fundante de la palabra, el valor fundante del otro que te apoya y que te escucha y que realmente te escucha. No sólo te escucha con los oídos, sino que te escucha con los ojos y con el corazón. Y que te permite ver posibles salidas. Esta es una manera más del arte de liberarnos.