Documento del CIN
El CIN a la Mesa del Diálogo Argentino
Lunes 25 de febrero de 2002
Un documento elaborado recientemente por el CIN afirma que “es urgente acordar con los gobiernos provinciales y nacional estrategias de desarrollo tecnológico”. También sostiene que hay que “renovar desde la Universidad la convocatoria a legi
Con motivo de la participación del CIN en el Diálogo Argentino, el organismo que agrupa a todas las Universidades nacionales ha redactado un comunicado en el cual se expresan las líneas centrales de su pensamiento y acción en esta hora crítica del país. Dice lo siguiente:
"Las universidades nacionales no pretendemos eludir la crítica situación por la que atraviesa el país. Sabemos que debemos trabajar con la sociedad para superar juntos las causas y las consecuencias de la crisis que vivimos. Estamos empeñados en elaborar una planificación estratégica que nos permita reestructurarnos internamente y articularnos cooperativamente dentro de un sistema integrado y eficiente, tanto entre Universidades como con los otros niveles educativos. Teniendo como meta la calidad, continuamos con los procesos de autoevaluación y evaluación crítica de nuestros pares y de la sociedad, para superarnos y satisfacer mejor la demanda de educación y capacitación para el trabajo.
"Pero estamos en condiciones de aportar algo más que esto, que será el producto de procesos internos al sistema que ya se encuentran en marcha, y cuyos resultados se verán en el mediano plazo.
"Estamos convencidos de que Argentina dispone de posibilidades concretas para revertir la crisis que la ahoga. Es necesario para ello reforzar vínculos y acuerdos de cooperación entre gobierno, universidad y sistema productivo.
"La salud de la población; la provisión de alimentos, vacunas y fármacos; la disposición y utilización de energía; la protección del medio ambiente; el funcionamiento de medios de transporte seguros y eficientes, el acceso a fuentes de información confiables, el diseño y construcción de viviendas, entre muchos otros temas, han dejado de ser objetivos genéricos que inspiren la actividad de científicos, políticos y empresarios para pasar a ser cuestiones estrecha y llanamente relacionadas con la supervivencia.
"Las Universidades Nacionales estamos en condiciones de responder a demandas de un Estado que utilice con inteligencia su capacidad de compra y pago de servicios técnicos. Utilizando el dinero del que ya dispone para atender la resolución de sus funciones, se pueden generar respuestas a demandas culturales, tecnológicas, sociales, de desarrollo. Y, al mismo tiempo, ese dinero invertido por el Estado genera capacidad local para producir y extender esos resultados en otros campos y mercados. Es la ecuación simple y permanente que aplican los países que reconocen la importancia de invertir para disponer de autonomía intelectual y tecnológica, cuyos efectos provoca nuestros comentarios de asombro, perplejidad y hasta envidia.
"Esta política ya ha sido aplicada en el país en diversos campos con destacados resultados, incluso en el mercado internacional: reactores nucleares experimentales, satélites, vacunas, alimentos probióticos. "Á‚¿Se dan las condiciones en Argentina para extender estas iniciativas?. La respuesta es un rotundo sí. Las Universidades Nacionales han desarrollado centros de investigación, disponen de equipamiento y sobre todo de personas capaces de suministrar asesoramiento y servicios. Esta capacidad de investigación y desarrollo cubre el territorio nacional, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy.
"Es urgente acordar con los gobiernos provinciales y nacional estrategias de desarrollo tecnológico y renovar desde la Universidad la convocatoria a legisladores para facilitar la formulación de proyectos transformadores para el país. El pueblo argentino aporta miles de pesos para formar a nuestros egresados, y ellos están en condiciones de devolver trabajando en el país el esfuerzo de la comunidad.
"La educación, la ciencia, la política, el comercio, la industria, deben concertar metas y esfuerzos para modificar este estado de crisis. Las instituciones, las personas, sobre todo el conocimiento y el talento, están disponibles en Argentina para responder a estos desafíos."
"Las universidades nacionales no pretendemos eludir la crítica situación por la que atraviesa el país. Sabemos que debemos trabajar con la sociedad para superar juntos las causas y las consecuencias de la crisis que vivimos. Estamos empeñados en elaborar una planificación estratégica que nos permita reestructurarnos internamente y articularnos cooperativamente dentro de un sistema integrado y eficiente, tanto entre Universidades como con los otros niveles educativos. Teniendo como meta la calidad, continuamos con los procesos de autoevaluación y evaluación crítica de nuestros pares y de la sociedad, para superarnos y satisfacer mejor la demanda de educación y capacitación para el trabajo.
"Pero estamos en condiciones de aportar algo más que esto, que será el producto de procesos internos al sistema que ya se encuentran en marcha, y cuyos resultados se verán en el mediano plazo.
"Estamos convencidos de que Argentina dispone de posibilidades concretas para revertir la crisis que la ahoga. Es necesario para ello reforzar vínculos y acuerdos de cooperación entre gobierno, universidad y sistema productivo.
"La salud de la población; la provisión de alimentos, vacunas y fármacos; la disposición y utilización de energía; la protección del medio ambiente; el funcionamiento de medios de transporte seguros y eficientes, el acceso a fuentes de información confiables, el diseño y construcción de viviendas, entre muchos otros temas, han dejado de ser objetivos genéricos que inspiren la actividad de científicos, políticos y empresarios para pasar a ser cuestiones estrecha y llanamente relacionadas con la supervivencia.
"Las Universidades Nacionales estamos en condiciones de responder a demandas de un Estado que utilice con inteligencia su capacidad de compra y pago de servicios técnicos. Utilizando el dinero del que ya dispone para atender la resolución de sus funciones, se pueden generar respuestas a demandas culturales, tecnológicas, sociales, de desarrollo. Y, al mismo tiempo, ese dinero invertido por el Estado genera capacidad local para producir y extender esos resultados en otros campos y mercados. Es la ecuación simple y permanente que aplican los países que reconocen la importancia de invertir para disponer de autonomía intelectual y tecnológica, cuyos efectos provoca nuestros comentarios de asombro, perplejidad y hasta envidia.
"Esta política ya ha sido aplicada en el país en diversos campos con destacados resultados, incluso en el mercado internacional: reactores nucleares experimentales, satélites, vacunas, alimentos probióticos. "Á‚¿Se dan las condiciones en Argentina para extender estas iniciativas?. La respuesta es un rotundo sí. Las Universidades Nacionales han desarrollado centros de investigación, disponen de equipamiento y sobre todo de personas capaces de suministrar asesoramiento y servicios. Esta capacidad de investigación y desarrollo cubre el territorio nacional, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy.
"Es urgente acordar con los gobiernos provinciales y nacional estrategias de desarrollo tecnológico y renovar desde la Universidad la convocatoria a legisladores para facilitar la formulación de proyectos transformadores para el país. El pueblo argentino aporta miles de pesos para formar a nuestros egresados, y ellos están en condiciones de devolver trabajando en el país el esfuerzo de la comunidad.
"La educación, la ciencia, la política, el comercio, la industria, deben concertar metas y esfuerzos para modificar este estado de crisis. Las instituciones, las personas, sobre todo el conocimiento y el talento, están disponibles en Argentina para responder a estos desafíos."