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Hace dos años el santafesino Ing. Carlos Ravera fallecía como consecuencia de una explosión seguida de incendio en la Planta Piloto de la Facultad de Ingeniería de Universidad de Río Cuarto, Córdoba. Hoy, dos años después, los delegados trabajadores del Conicet de Santa Fe y antiguos compañeros de trabajo, junto con las autoridades decidieron brindarle un merecido homenaje. Por eso, a la Planta Piloto del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC) se le impuso el nombre de “Ing. Carlos A. Ravera”, por ser el principal impulsor de la creación de la planta que funciona en el Parque Tecnológico Litoral Centro (PTLC).
Durante un emotivo acto realizado en la mañana de este viernes en las instalaciones de la Planta, se descubrió una placa con el nombre impuesto y estuvieron presentes Alberto Cassano, presidente del PTLC, Mario Chiovetta, director del CCT Conicet Santa Fe, Estela Olivera, delegada de ATE-COnicet, los compañeros trabajadores y el hermano del homenajeado.

Comprometido con la seguridad
“Hay algo que lo define totalmente”, expresó Cassano. “Fue tan colaborador y comprometido con el equipo de trabajo y siempre estuvo dispuesto a hacer las tareas menos remunerativas, como tan chinchudo”, completó. Y lo argumentó con varias anécdotas, ahora graciosas, en las que el enojo y la rabia tenían a Ravera como protagonista. “Pero estos enojos eran por el compromiso y el espíritu de trabajo y colaboración que él tenía para con su grupo”, añadió emocionado Cassano. Así también lo recordaron los otros amigos que participaron del acto.
Por su parte Chiovetta recordó al “flaco, como le decían, era una persona muy fierrera. No le esquivaba el bulto a la teoría pero agarraba un par de tuercas y un tornillo y armaba un dispositivo, y lo hacía con precisión. Es decir que era una persona que llevaba la ingeniería hasta las cosas hechas. Y de ahí es que siempre tuvo en mente que teníamos que tener una Planta Piloto de todo lo que hacíamos”, destacó.
Chiovetta aseguró, además, que “el flaco era un fanático de la seguridad. Siempre nos retaba si no éramos cuidadosos con los aspectos de seguridad. Entonces juntado lo fierrero que era con esa pasión por la seguridad, creo que este monolito que le va a dar nombre a esta Planta, tiene que recordarnos dos cosas: primero a Carlos Ravera y segundo que a él le hubiera gustado que hiciésemos todo con mucha seguridad”.
Así también lo entienden desde ATE-Conicet, “buscamos instalar con más fuerza la necesidad, el derecho y la urgencia de que la salud y la seguridad de los trabajadores y de cada uno de nosotros debe ser una de las prioridades principales del Estado y los decimos con la convicción, no sólo de exigir, sino también de exigirnos y considerarnos parte involucrada de las condiciones en las que todos los días desarrollamos nuestras actividades”.

Explosión en Río Cuarto
El 5 de diciembre de 2007 la Planta Piloto de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto sufrió una serie de fuertes explosiones seguidas de incendio. En ese accidente murieron cinco personas, entre las cuales se encontraba Ravera, quien falleció unos días después a causa de las graves quemaduras sufridas. Además causó 24 heridos algunos de ellos de gravedad.
“Según dicen los compañeros que estaban en la planta piloto en el momento de la explosión y que lograron sobrevivir, Carlos fue el último que salió, después de que vio que ya no se podía hacer nada más”, contó Cassano.
Ravera fue el primer integrante del INTEC, creado en el año 1975 y el instituto más grande que tiene el Conicet en el país, y estuvo trabajando allí hasta el año 1998. Luego se trasladó a Río Cuarto en dónde fue jefe del Departamento de Tecnología de la Facultad.