100º aniversario

El Industrial celebra cien años de educación técnica en la región

Lunes 23 de noviembre de 2009

El 23 de noviembre de 1909 se firmó el decreto de la nacionalización de la Escuela Industrial Superior. Por ese motivo, se realizó el acto central en el hall de la institución donde se descubrieron sendas placas alusivas.

La emoción y la confraternidad marcaron el clima que se vivió en el hall de la Escuela Industrial Superior (EIS). Con motivo de conmemorarse el centenario de su nacionalización, se realizó el acto central, en el que además de descubrirse sendas placas alusivas, se rindió homenaje a la trayectoria de la institución. El gobernador Hermes Binner, la vicegobernadora Griselda Tessio; la ministra de Educación, Elida Rassino; el rector de la UNL, Albor Cantard; el decano de la Facultad de Ingeniería Química, Alberto Castro, y el director de la propia escuela, Héctor Aymerich, encabezaron la actividad que congregó a toda la comunidad educativa de la casa.
Frente a estudiantes, ex alumnos, padres, docentes y demás autoridades universitarias, Cantard expresó en su alocución que “no es el azar el que nos reúne en este lugar hoy. Es la fuerza de un trabajo sostenido, es el esfuerzo puesto por cada docente, la voluntad de cada alumno, el recuerdo de cada graduado, el tesón de cada no docente; todos los que cada día, durante estos cien años, hicieron todavía más grande a nuestra querida Escuela Industrial”.
Sobre ese mismo espíritu, el rector de la UNL calificó como un “acontecimiento memorable” el 100º aniversario y destacó que “el 23 de noviembre de 1909 se firmó el decreto de nacionalización de esta escuela, motivado por la escasez de presupuesto provincial para sostener su funcionamiento. La nacionalización implicó mantener una institución que promovía el desarrollo industrial a partir de una currícula que contemplaba concepciones diferentes a las de los modelos tradicionales”. También remarcó que “como ‘escuela taller’ y luego de la Reforma y de la creación de la UNL como ‘escuela universitaria’, el Industrial iluminó el medio local y regional posibilitando la integración de jóvenes de distinta procedencia desde la óptica de la ciudadanía y del trabajo, dentro de una institución pública, laica y nacional”.

Modelo paradigmático
En el mismo sentido, se pronunció Aymerich al señalar que los principios fundacionales respondieron a un “modelo paradigmático para la época”. “En el que la educación manual era un factor ponderable para la educación del carácter el individuo. Porque además de oficios y alta calidad para las industrias, se respiraban en los claustros ciencia y tecnología aplicadas al servicio del individuo y de la sociedad. Desde entonces la Escuela Industrial es sinónimo de una Santa Fe pujante”, enfatizó.
Con cien años de historia, la institución se mantiene “viva, fuerte, conservando aquellos ideales de sus inicios y la permanente búsqueda de la mejora continua y de la excelencia. Una escuela con análisis permanente de sus planes de estudio, exigencia a la que nos somete el vertiginosos cambio tecnológico”, definió el director.
Tessio, por su parte, evocó la labor de Enrique Muzzio. “Fue un sembrador de escuelas, de escuelas científicas, de escuelas técnicas que comenzaron la ruptura con cierta rutina del conocimiento que solamente repetía escolásticamente los textos. No fue poca cosa sembrar esta escuela en la Santa Fe de esa época”, recalcó la vicegobernadora. Y a propósito sostuvo: “Los hombres y las mujeres de aquellos cien años atrás estaban convencidos que la educación era el único elemento que nos hacía libres, dignos, que nos hacía tomar conciencia que es el elemento fundamental de nuestra especie. Hoy, para grandes sectores de la educación esta convicción se ha perdido, y para grandes sectores de la sociedad que no pueden acceder a la educación esa convicción no se hace carnadura”.

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