A beneficio

El Ingeniero Químico Tommy Melli emprende la aventura de su vida

Miércoles 27 de diciembre de 2023 / Actualizado el miércoles 27 de diciembre de 2023

El egresado de FIQ-UNL, intentará escalar el Aconcagua para recaudar fondos en apoyo a la búsqueda de un tratamiento o cura para el Parkinson a través de la Fundación Michael J. Fox.

Según relata el Ingeniero Químico, Tommy Melli, egresado de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral en marzo de 1979, hace unos seis años le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson. Desde entonces, “Me he esforzado por mantenerme sano todo el tiempo que he podido. Todos los días salgo, hago ejercicio e intento mantener mi cuerpo (y mi mente) en el mejor estado de salud posible. Hace unos años me inicié en el montañismo y el senderismo”. 

Tommy nació en un pueblito en la provincia de Buenos Aires llamado Cucha Cucha (actualmente, tiene alrededor de 300 habitantes, cuando él nació tenía menos de 100). Su papá era jefe de la estación ferroviaria y su mamá era maestra rural. Allí vivieron hasta sus 6 años, cuando decidieron irse a la “gran ciudad” de Chacabuco (de entre 15 y 20 mil habitantes por entonces) que estaba a 7km de Cucha Cucha.  “Allí hice la secundaria y al terminar en 1973, me fui a estudiar a Santa Fe porque mi hermana estaba estudiando Ingeniería Química”, recordó. Su hermana María Elena “Marilyn” egresó de la FIQ unos años después.  Su compañero de estudios desde  primer grado, Eduardo “Cabe” Miro, de Chacabuco, también se fue con él. “Es el hermanito  varón que la vida no me dio.  Empezamos 1er grado juntos y nos recibimos de ingenieros químicos viviendo juntos. Entramos en la UNL en 1974 con un plan de estudios nuevo: el plan ’74. Estábamos separados de las promociones anteriores (no teníamos las mismas materias), por este motivo a medida que nuestros compañeros se retrasaban por rendir mal una materia y como no nos mezclaban con las promociones anteriores, en las clases quedaban pocos estudiantes. Yo era muy responsable en aquellos tiempos y combinado con que no tenía un mango quería terminar lo antes posible. Nunca me reprobaron en ninguna materia y me encuentro en los dos últimos cuatrimestres de la carrera siendo el único estudiante.  Mi ceremonia de graduación fue de un estudiante Plan 74”, dijo Tommy recordando su paso por la FIQ.

Hacia tierras americanas

En 1985, con su mujer y dos hijos santafesinos, se instaló en Minnesota, Estados Unidos, para hacer un PhD en Ingeniería Química. Terminó sus estudios en 1989 y regresó a Santa Fe con su tercer hijo en camino. Un año después, en 1990, regresó a Estados Unidos para trabajar en una petrolera que por entonces se llamada Mobil, luego ExxonMobil.

“Los comienzos fueron durísimos, no eran tiempos de internet, zoom, whasapp y la distancia y cultura se notaba.  El trabajo en empresas privadas en EEUU es muy competitivo y yo trabajaba duro para mantenerme en carrera”, explicó Tommy. “Comencé mi carrera en Mobil como investigador (en mi carrera publiqué alrededor de 25 patentes).  Tuve una carrera de 30 años siempre para la misma compañía en la cual tuve 19 trabajos distintos.  Alrededor del 2017 fue cuando me diagnosticaron con Parkinson”.  En ese entonces, Tommy era el Gerente Ejecutivo de Lubricantes de la empresa y tenía personal a cargo en más de 16 países. “El diagnóstico fue una puñalada para mí, no estaba listo para jubilarme y por miedo traté  de esconderlo lo más posible.  Me jubilé en marzo del 2019 después de una carrera que disfrute a pleno”, expresó.

Desde entonces, comenzó a trabajar en una idea para sociabilizar el cambio climático que derivó en una nueva compañía (Start-up) que “llamamos Bluedoter que por medio de una plataforma genera ecosistemas entre grandes organizaciones, empresas, gobiernos e individuos para combatir el cambio climático en una forma colaborativa”.  Tommy es el CEO de esa compañía, y tiene dos socios egresados de la UNL (uno de la FIQ y otro de la FCE).  

La aventura de su vida

Fanático del golf y de las montañas, en 2022 escaló su pico más alto hasta la fecha: el monte Kilimanjaro, en Tanzania, con una altitud de 5.895 metros. Ahora se propuso ir por lo qué él llama “la aventura de su vida”. El 2 de enero de 2024 intentará escalar el Aconcagua, el pico más alto de la Tierra fuera de Asia. Situada en la provincia argentina de Mendoza, la montaña tiene una altitud de 6.942 metros. La expedición completa dura unos 18 días, 12 de los cuales son de escalada. “Además de ser divertido y un buen reto para un hombre de 67 años, decidí que podía hacer algo para ayudar a los demás”, sostuvo Tommy. “Mi intento de escalar el Aconcagua será también un esfuerzo de recaudación de fondos para apoyar la búsqueda de un tratamiento o cura para el Parkinson a través de la Fundación Michael J. Fox. Mi objetivo es hacer cumbre en el pico a casi 7 mil metros y recaudar 22.837 dólares en el proceso”.

Recaudación de fondos

La idea se basa en un esfuerzo de recaudación de fondos como un "patrocinio" en el que por cada pie que Tommy pueda subir, el patrocinador se compromete a una contribución monetaria.

El trato consiste en que la Fundación Michael J. Fox recaudará el 100% de los fondos que recaude en una cantidad proporcional a la altitud que alcance. “Se te pasan muchas cosas por la cabeza cuando estás en lo alto de una montaña. Pero saber que con cada paso que dé estaré aportando fondos a la búsqueda de una cura me levanta el ánimo y me impulsa a seguir adelante”, afirmó este valiente Ingeniero recibido en Santa Fe.


Minuto a minuto

Si querés seguir esta aventura junto a Tommy, en esta web se irá realizando una actualización diaria de los avances: https://pledgeit.org/aconcagua 


 

 

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