Premio internacional

El investigador más “comentado”

Lunes 19 de noviembre de 2007

Sergio Idelsohn es investigador de la UNL y director del CIMEC. Ganó un premio internacional por ser uno de los ocho científicos más citados del mundo. “Ahora en mi currículum pongo la cantidad de veces que citan mis trabajos”, dijo el científico.

Si por algo se caracteriza la administración de la ciencia es por cuantificar: papers, ponencias, títulos, congresos, clases especiales, libros publicados. La suma de los dígitos es igual (en este caso) a un currículum vitae, o a escalones en la carrera del investigador científico, o –la última “tendencia” mundial- a premios internacionales.
Sergio Idelsohn es director del Centro Internacional de Métodos Computacionales en Ingeniería (CIMEC, dependiente del INTEC, el CONICET y la UNL) y hace poco ganó el premio Scopus 2007 por ser uno de los ocho investigadores de todo el mundo más citados en otros trabajos de investigación, una nueva categoría que ubica a los científicos en un lugar de prestigio.
“Antes teníamos que especificar la cantidad de publicaciones que teníamos; ahora en mi currículum pongo la cantidad de veces que citan mis artículos”, contó Idelsohn, relatando una tendencia que en los países del primer mundo se instaló como un verdadero sello de calidad.
“Es una óptica totalmente distinta. Antes se enfatizaba en la cantidad de publicaciones, ahora se tiene en cuenta cuántas de todas esas publicaciones han sido citadas en otros trabajos”, explicó Idelsohn, también docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Si de números se trata, hay otros guarismos que hablan de la carrera de Idelsohn como investigador: su currículum tiene 31 páginas, y lleva publicados 187 trabajos.
“Lo interesante de este premio es que no interesa la cantidad de publicaciones, hay gente que tienen muchas más publicaciones que yo, y sin embargo no sacó el premio. El premio cuenta la cantidad de veces que uno ha sido citado, lo que significa que alguien leyó tu trabajo y lo citó”, agregó el especialista.
El premio surge a partir de sumar la cantidad de trabajos que están registrados en la base de datos Scopus, una iniciativa de una editorial de publicaciones especializadas (Elsevier, con sede central en Holanda). “Con esa base de datos puedo saber quién me citó y dónde vive”, contó Idelsohn, que sabe –por ejemplo- que un trabajo suyo fue citado 130 veces y que otro en formato electrónico permaneció durante seis meses en el “top” de los 25 trabajos más bajados del sitio.
“Igualmente pienso que los trabajos que realmente quiero, porque creo que en ellos hago un aporte mayor que en otros, no son los más citados”, dijo el investigador.

“¿En qué trabajo?”
“Siempre que un periodista nos entrevista tratamos de mostrar las cosas que son útiles para la sociedad, pero la verdad es que nos pasamos la mayoría del tiempo alrededor de una ecuación”, confesó Idelsohn, que se recibió de ingeniero mecánico en Rosario y de doctor en ciencias aplicadas en la Universidad de Liege, en Bélgica. Hoy, además de dirigir el CIMEC, es investigador del Internacional Center for Numerical Methods in Engineering, dependiente de la Universidad de Cataluña, en España.
Actualmente, la mayor parte de su tiempo no la dedica a la aplicación pero sí al estudio de “las ecuaciones que dan lugar a esas aplicaciones. Eso en realidad no lo contamos, porque ¿cómo lo contamos?”, se preguntó el investigador.
“Siempre pongo un ejemplo muy claro: si querés hacer una heladera o un auto, es bastante fácil hacerlo igual a cualquiera que hoy se conoce, pero hacerlo mejor, al menos un poquito mejor, es muy difícil. Fijate en una heladera de las que se venden hoy y comparalas con las que se vendían hace 20 años, y son mucho mejores las de ahora, y serán mucho mejores en 20 años. Que enfríe más, que haga menos ruido, que sea más liviana… en eso trabajamos nosotros. Porque para que la heladera consuma menos hay que usar un mejor aislante, y para encontrar un mejor aislante hay que encontrar un mejor material, y para eso hay que tener un método de cálculo que diga cuál es mejor que otro. Lo que tratamos de hacer es de mejorar métodos que ya están funcionando, ni siquiera inventamos métodos. Y en eso se nos va la vida”, dijo.

La ciencia argentina
Idelsohn reparte cada año de su vida, desde comienzos de los 90, entre España y la Argentina. Eso le dio un conocimiento de “la ciencia” que se hace en países del primer mundo y la que se construye aquí, en nuestro país.
“Los problemas que tiene la ciencia argentina no son culpa de los científicos. En España la industria ‘usa’ mucho más a la ciencia, demanda mucho las aplicaciones. Aquí las cosas son diferentes; quizás por la mentalidad que tiene el investigador argentino, que prefiere copiar las cosas hechas y no mejorar las cosas que hacen los otros”, opinó el investigador.
El CIMEC tiene una amplia trayectoria en trabajos aplicados y también un muy estrecho contacto con la industria. Aún así Idelsohn opina que “en Argentina nos cuesta bastante convencer a un empresario de que invierta en investigación. En Europa es al revés”.

 


Agenda