Planificación y eficiencia
En pos de la innovación tecnológica
Lunes 10 de abril de 2006
Un grupo de investigadores del Intec (UNL-Conicet) desarrolla sistemas informáticos que posibilitan la programación óptima de plantas de manufacturas.
Los tiempos modernos tienen sus bemoles. El planificador de una empresa manufacturera tiene que responder en segundos preguntas fundamentales para el funcionamiento de la planta industrial, como por ejemplo: Á‚¿en qué máquina fabrico el producto X y en cuál el producto Y?, Á‚¿en qué cantidades?, Á‚¿cómo secuencio las tareas de procesamiento para alcanzar la meta de producción en el menor tiempo posible?.
Para responder a estos interrogantes, un grupo de investigadores del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec), dependiente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) desarrollan sistemas informáticos que ayudan al planificador de la producción a determinar el mejor programa de operaciones en una planta de manufacturas, cuyo objetivo común consiste en "saber qué se debe realizar en la fábrica a cada instante", sostuvo el Dr. Jaime Cerdá, responsable del equipo de investigación.
"El gerente de planta se reúne con el planificador de producción y juntos analizan cuál es el stock de los productos finales o intermediarios, estudian las expectativas de demanda del mercado y sobre esa base deciden qué producir y en qué cantidad cada semana. Una vez que se tomó la decisión de qué producto fabricar y en qué cantidades viene la etapa de programación de la planta. La información se vuelca al sistema y la planta se programa", indicó.
Á‚¿Qué significa programar la planta? "Saber minuto a minuto qué hace cada equipo; cuál elabora baño para repostería el día lunes; cuál, pasta para chocolate taza o chocolate blanco para alfajores y así sucesivamente. Ese reporte se baja a los operarios y ellos trabajan en función de las órdenes establecidas en el programa", añadió Cerdá.
El equipo de investigadores se encuentra conformado por Jaime Cerdá, Gabriela Henning, Rodolfo Dondo, Carlos Méndez, Luis Zeballos, Pablo Marchetti, Diego Cafaro, Nélida Camussi y Germán Herrero.
Este tipo de sistema de soporte del planificador tiene como objetivo primordial mejorar las medidas de desempeño del área de operaciones, ya que un gerente de producción es evaluado por el nivel de los costos de producción, por el cumplimiento de la fecha de entrega de los productos, por el nivel de rechazo (por no pasar la prueba de control de calidad) de los mismos: "Tiene que tratar de operar el mínimo número de equipos, con el menor plantel de personal y cumplir las metas de producción en el menor tiempo posible. Se busca la óptima utilización de los recursos de producción. Esto requiere desarrollar una metodología de trabajo capaz de representar el problema de una manera rigurosa y eficiente: así el usuario en menos tiempo puede analizar un gran número de alternativas que posibilita la selección y ejecución de políticas de producción más realistas", indicó Cerdá.
Entonces un sistema de programación debe ser lo suficientemente robusto como para manejar esas fluctuaciones, ser flexible, abierto a los cambios que el día a día puede ocasionar.
"Uno se mueve en un ambiente muy dinámico. Incierto en el sentido de que la información es cambiante porque pueden aparecer nuevas órdenes. Por ejemplo, surge un pedido de un cliente prioritario y se debe incorporarlo al programa del día o de la semana y muchas veces ya está el plan en ejecución", manifestó el docente-investigador.
"Un sistema de programación que desarrollamos para una importante planta de producción de caramelos rellenos (en el marco de un proyecto de extensión) posibilitaba al operador, a partir de menús del sistema en la pantalla, realizar una variedad de cambios en la programación. El sistema permitía la interacción entre el programa y el operador", añadió.
Muestra de ello es que el sistema de programación informática de la producción cuenta con la capacidad de "alertar" a través de textos en la pantalla sobre campañas de producción muy cortas o extremadamente largas, selección de un tanque de uso exclusivo de otros productos, conexiones incompatibles o secuencias de producción irrealizables.
Para responder a estos interrogantes, un grupo de investigadores del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec), dependiente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) desarrollan sistemas informáticos que ayudan al planificador de la producción a determinar el mejor programa de operaciones en una planta de manufacturas, cuyo objetivo común consiste en "saber qué se debe realizar en la fábrica a cada instante", sostuvo el Dr. Jaime Cerdá, responsable del equipo de investigación.
"El gerente de planta se reúne con el planificador de producción y juntos analizan cuál es el stock de los productos finales o intermediarios, estudian las expectativas de demanda del mercado y sobre esa base deciden qué producir y en qué cantidad cada semana. Una vez que se tomó la decisión de qué producto fabricar y en qué cantidades viene la etapa de programación de la planta. La información se vuelca al sistema y la planta se programa", indicó.
Á‚¿Qué significa programar la planta? "Saber minuto a minuto qué hace cada equipo; cuál elabora baño para repostería el día lunes; cuál, pasta para chocolate taza o chocolate blanco para alfajores y así sucesivamente. Ese reporte se baja a los operarios y ellos trabajan en función de las órdenes establecidas en el programa", añadió Cerdá.
El equipo de investigadores se encuentra conformado por Jaime Cerdá, Gabriela Henning, Rodolfo Dondo, Carlos Méndez, Luis Zeballos, Pablo Marchetti, Diego Cafaro, Nélida Camussi y Germán Herrero.
Mejorar el desempeño
Ante la pregunta de por qué realizar un proyecto de investigación sobre esta temática, Cerdá señaló que la complejidad radica en dos hechos fundamentales. Por un lado, "trabajamos con plantas de manufactura que fabrican una gran variedad de productos: entre ochenta a cien aproximadamente cada semana. Entonces, hay una amplia gama de artículos pero al mismo tiempo un número limitado, aunque significativo, de equipos de procesamiento. Por otro lado, se suma el hecho de que algunos productos tienen una fecha comprometida de entrega. O se encuentran destinados al mercado externo y tienen fecha fijada de embarque. O más aún, debido a su color o aroma son incompatibles de ser producidos en el mismo equipo que otra mercancía, es decir, hay que tener sumo cuidado en cómo secuenciar los productos en cada unidad de procesamiento".Este tipo de sistema de soporte del planificador tiene como objetivo primordial mejorar las medidas de desempeño del área de operaciones, ya que un gerente de producción es evaluado por el nivel de los costos de producción, por el cumplimiento de la fecha de entrega de los productos, por el nivel de rechazo (por no pasar la prueba de control de calidad) de los mismos: "Tiene que tratar de operar el mínimo número de equipos, con el menor plantel de personal y cumplir las metas de producción en el menor tiempo posible. Se busca la óptima utilización de los recursos de producción. Esto requiere desarrollar una metodología de trabajo capaz de representar el problema de una manera rigurosa y eficiente: así el usuario en menos tiempo puede analizar un gran número de alternativas que posibilita la selección y ejecución de políticas de producción más realistas", indicó Cerdá.
Información cambiante
La complejidad no reside solamente en el volumen de información que el planificador de la planta debe considerar sino en su variabilidad, es decir, el programa de producción no está dado de una vez y para siempre sino que sufre ajustes: "Durante la ejecución del programa de producción, que se realiza semana a semana, hay datos que cambian, nuevas órdenes de compra, equipos con problemas técnicos que dejan de funcionar, la información se modifica y hay que manejar esos problemas a tiempo real para mantener operativa la planta y cumplir las metas de producción", expresó Cerdá.Entonces un sistema de programación debe ser lo suficientemente robusto como para manejar esas fluctuaciones, ser flexible, abierto a los cambios que el día a día puede ocasionar.
"Uno se mueve en un ambiente muy dinámico. Incierto en el sentido de que la información es cambiante porque pueden aparecer nuevas órdenes. Por ejemplo, surge un pedido de un cliente prioritario y se debe incorporarlo al programa del día o de la semana y muchas veces ya está el plan en ejecución", manifestó el docente-investigador.
"Un sistema de programación que desarrollamos para una importante planta de producción de caramelos rellenos (en el marco de un proyecto de extensión) posibilitaba al operador, a partir de menús del sistema en la pantalla, realizar una variedad de cambios en la programación. El sistema permitía la interacción entre el programa y el operador", añadió.
A prueba de errores humanos
Un sistema de programación de la producción no solamente tiene que tener la habilidad de programar la planta para toda la semana de trabajo y además tener la capacidad de dar respuesta a los cambios imprevistos que normalmente ocurren (rotura de una máquina), sino también debe responder satisfactoriamente a pesar de los errores humanos en que el usuario del sistema, involuntariamente, puede incurrir.Muestra de ello es que el sistema de programación informática de la producción cuenta con la capacidad de "alertar" a través de textos en la pantalla sobre campañas de producción muy cortas o extremadamente largas, selección de un tanque de uso exclusivo de otros productos, conexiones incompatibles o secuencias de producción irrealizables.