Ciencia y Técnica
Esa extraña cosa llamada Física
Martes 19 de abril de 2005
Comenzó un ciclo de divulgación de la Física en el marco del centenario de las revolucionarias teorías de Einstein. El objetivo: acercar la ciencia a la gente. La próximo charla será el 5 de mayo.
Albert Einstein, el hombre que revolucionó la ciencia en el mundo, era tímido, retraído y solitario. No le gustaba el protocolo, menos la autoridad, y esperaba la noche para armar los rompecabezas que él mismo inventaba, y que dieron lugar a las más magníficas hipótesis. Más que un científico loco, como muchas películas acordaron en describir, era un loco perdido por la ciencia, un hombre que confesó haber vivido el "período más excitante" de su vida al terminar de dilucidar la teoría de la relatividad.
Parte de esa historia vino a contar el físico Peter Lewis, docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario, encargado de inaugurar el ciclo de charlas de divulgación organizado por la Asociación Física Argentina Filial Santa Fe, la Asociación de Profesores de Física Secretaría local Santa Fe, y la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
"Voy a hablarles de Einstein, y le pido a él perdón, porque no va a poder venir para defenderse", comenzó a decir Lewis, y con ese lenguaje coloquial que cumplió con los objetivos primeros de los organizadores: hablar de Física pero no sólo para los físicos, sino para un público no necesariamente entendido en la materia.
Seguido con atención por un auditorio colmado en su mayoría por jóvenes (la charla tuvo lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL), Lewis se ocupó más de desgranar la personalidad del genio antes que de explicar sus teorías. "Pensé en deducirles en el pizarrón cómo llega Einstein a la fórmula E=mc2, pero me va a hacer falta un poquito de matemática y se van a aburrir", dijo Lewis. Después bromeó: "Al menos admitan que es una fórmula famosa; vi que muchos la llevan escrita en la remera".
Vivió en Italia, regresó a Munich y luego se traslado a Zurich, en Suiza, para continuar sus estudios. Se incorporó al Instituto Politécnico de Zurich, donde logró estudiar física y matemáticas con Heinrich Weber y Hermann Minkowski, y años más tarde consiguió un puesto como experto técnico de tercera clase en la Oficina de Patentes Suiza en Berna.
A los 26 ya había publicado cuatro trabajos científicos. Ganó el Nobel de Física en 1921, por sus investigaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus grandes aportaciones en el terreno de la física teórica.
Pero además de sus "brillos" académicos y científicos, Lewis insistió con remarcar la historia del hombre, más allá del genio: "El mayor error de su vida no fue la constante cosmológica (que incorporó a una de sus teorías) sino haber entregado en adopción a su primer hijo", dijo el investigador, quien confesó comulgar con una de las afirmaciones del genio de la Física, cuando alertaba que "son muchos los que se dedican a la ciencia, pero pocos los que la aman". "Creo que para ser un verdadero científico hay que primero amar la ciencia", aseguró el investigador.
"Hay gente que cree que hoy la Física está muerta, pero nunca va a ser así. Hoy está muerta la actividad", dijo Lewis.
Por lo pronto, la segunda de las charlas será el 5 de mayo y versará sobre "La capa de ozono y la radiación ultravioleta" (a cargo de Rubén Piacentini, Universidad Nacional de Rosario - IFIR). La siguiente conferencia será el 2 de junio; allí, Ernesto Martínez, del Centro Atómico Bariloche, hablará sobre "Investigación de homicidios con el sonido grabado". En tanto, el 8 de julio hablará Román Buitrago (Universidad Nacional del Litoral - INTEC) sobre "Mapa energético nacional y energías no convencionales". En todos los casos, las charlas serán en el Salón de actos de la Facultad de Ingeniería Química, a las 18; la entrada es libre y gratuita y la invitación está especialmente dirigida a la comunidad.
El ciclo de charlas se enmarca en el Año Mundial de la Física, celebración avalada por las Naciones Unidas y organizada por sociedades científicas de todo el mundo. En 2005 se conmemora el centésimo aniversario de la publicación de las más importantes teorías de Albert Einstein: la teoría de la relatividad, la teoría del efecto fotoeléctrico, y la teoría del movimiento Browniano.
Parte de esa historia vino a contar el físico Peter Lewis, docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario, encargado de inaugurar el ciclo de charlas de divulgación organizado por la Asociación Física Argentina Filial Santa Fe, la Asociación de Profesores de Física Secretaría local Santa Fe, y la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
"Voy a hablarles de Einstein, y le pido a él perdón, porque no va a poder venir para defenderse", comenzó a decir Lewis, y con ese lenguaje coloquial que cumplió con los objetivos primeros de los organizadores: hablar de Física pero no sólo para los físicos, sino para un público no necesariamente entendido en la materia.
Seguido con atención por un auditorio colmado en su mayoría por jóvenes (la charla tuvo lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL), Lewis se ocupó más de desgranar la personalidad del genio antes que de explicar sus teorías. "Pensé en deducirles en el pizarrón cómo llega Einstein a la fórmula E=mc2, pero me va a hacer falta un poquito de matemática y se van a aburrir", dijo Lewis. Después bromeó: "Al menos admitan que es una fórmula famosa; vi que muchos la llevan escrita en la remera".
La historia del genio
Einstein nació en Ulm, Alemania el 14 de marzo de 1879. Antes cumplir dos años, su familia se trasladó a Munich, donde permaneció hasta 1895. Abandonó la escuela cuando aún le faltaban tres años para terminar su educación media: el colegio no lo motivaba; era excelente en Matemáticas y Física, pero no se interesaba por las otras materias.Vivió en Italia, regresó a Munich y luego se traslado a Zurich, en Suiza, para continuar sus estudios. Se incorporó al Instituto Politécnico de Zurich, donde logró estudiar física y matemáticas con Heinrich Weber y Hermann Minkowski, y años más tarde consiguió un puesto como experto técnico de tercera clase en la Oficina de Patentes Suiza en Berna.
A los 26 ya había publicado cuatro trabajos científicos. Ganó el Nobel de Física en 1921, por sus investigaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus grandes aportaciones en el terreno de la física teórica.
Pero además de sus "brillos" académicos y científicos, Lewis insistió con remarcar la historia del hombre, más allá del genio: "El mayor error de su vida no fue la constante cosmológica (que incorporó a una de sus teorías) sino haber entregado en adopción a su primer hijo", dijo el investigador, quien confesó comulgar con una de las afirmaciones del genio de la Física, cuando alertaba que "son muchos los que se dedican a la ciencia, pero pocos los que la aman". "Creo que para ser un verdadero científico hay que primero amar la ciencia", aseguró el investigador.
"Hay gente que cree que hoy la Física está muerta, pero nunca va a ser así. Hoy está muerta la actividad", dijo Lewis.
Cómo sigue el ciclo
El ciclo de charlas de divulgación se extenderá hasta el mes de diciembre, aunque no es la única actividad programada en adhesión al Año Mundial de la Física. En este sentido, los organizadores aseguraron que adelantarán próximamente cómo siguen los homenajes.Por lo pronto, la segunda de las charlas será el 5 de mayo y versará sobre "La capa de ozono y la radiación ultravioleta" (a cargo de Rubén Piacentini, Universidad Nacional de Rosario - IFIR). La siguiente conferencia será el 2 de junio; allí, Ernesto Martínez, del Centro Atómico Bariloche, hablará sobre "Investigación de homicidios con el sonido grabado". En tanto, el 8 de julio hablará Román Buitrago (Universidad Nacional del Litoral - INTEC) sobre "Mapa energético nacional y energías no convencionales". En todos los casos, las charlas serán en el Salón de actos de la Facultad de Ingeniería Química, a las 18; la entrada es libre y gratuita y la invitación está especialmente dirigida a la comunidad.
El ciclo de charlas se enmarca en el Año Mundial de la Física, celebración avalada por las Naciones Unidas y organizada por sociedades científicas de todo el mundo. En 2005 se conmemora el centésimo aniversario de la publicación de las más importantes teorías de Albert Einstein: la teoría de la relatividad, la teoría del efecto fotoeléctrico, y la teoría del movimiento Browniano.