Ciencia y Técnica
Estudiarán células madre en tumores del sistema nervioso
Lunes 14 de agosto de 2006
Investigadores de la UNL y de la Universidad de Navarra, España, estudiarán células madre tumorales cerebrales. El trabajo intenta aportar elementos para la prevención y el tratamiento del cáncer.
Junto con investigadores de la Universidad de Navarra, España, científicos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) llevan a cabo un ambicioso proyecto que se propone aislar células madre cancerígenas en tumores del sistema nervioso y estudiar sus alteraciones genéticas, un trabajo que pretende abrir la puerta a nuevos tratamientos contra el cáncer.
Según comprobaron estudios científicos, las células madres no sólo se encargan de renovar las células del tejido donde se encuentran, sino que también pueden "desviarse" de su noble función y transformarse en cancerígenas; en este sentido, su conocimiento puede tener una directa relación con los tratamientos contra esta enfermedad.
"Las células madre son las que originan y sostienen el tumor", dijo Paula Lázcoz Ripoll, investigadora de la Universidad de Navarra, quien junto a Aiala Lorente Trigos estuvo trabajando en el Laboratorio de Citogenética y Biología Molecular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL.
Las terapias que se usan actualmente para combatir los tumores no siempre matan a las células madre, "las que serían las responsables de que el tumor siga adelante", agregó la española.
Paula Lázcoz Ripoll es doctora en biología y licenciada en bioquímica y Aiala Lorente Trigos licenciada en biología y bioquímica. Ambas trabajan en la Unidad de Biología de los Tumores Cerebrales, bajo la dirección del Dr. Javier Sáez Castresana. El trabajo se realiza en el marco del Programa Intercampus de cooperación científica e investigación interuniversitaria organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional.
El grupo intentará identificar células madre, tanto de biopsias de pacientes con tumores del sistema nervioso como de cultivos de células tumorales obtenidos de un banco de células de los Estados Unidos. De esta manera, los científicos estudiarán las alteraciones genéticas. "Suponemos que las alteraciones que tengan las células madre tumorales pueden ser útiles para su caracterización como también para diseñar nuevas estrategias terapéuticas", agregó el especialista.
En otra fase de la investigación, se compararán métodos de separación de las células madre del resto de las células presentes; posteriormente se inocularán distintas subpoblaciones celulares en ratones para determinar el potencial tumorígeno de cada una de ellas.
Actualmente, los tratamientos para eliminar tumores cancerígenos se basan entre otras técnicas, como quimioterapia y radioterapia, que afectan tanto a células tumorales como a muchas otras, lo que genera efectos colaterales adversos.
"El tratamiento con quimioterapia se utilizan junto con la radiación, y en muchos casos muestran buena respuesta", explicó Blanzaco. Sin embargo, "por lo general son tratamientos agresivos: si pudieran dirigirse específicamente a las células madre, se evitarían todos esos daños colaterales" que resultan perjudiciales para la calidad de vida del paciente y que muchas veces derivan en otras dolencias o en internaciones.
"Lo que ahora se hace es atacar el tumor, pero a la vez se ataca todo el sistema inmunológico, y eso provoca que el paciente no tenga todas las herramientas para recuperarse", dijo Blanzaco. Esta nueva línea de investigación sobre células madre tumorales podría derivar Á‚"“en un futuro- en tratamientos alternativos y novedosos.
"La meta final de la investigación es visualizar un horizonte donde se puedan atacar a las células madre tumorales, que son las encargadas de la perpetuidad de los distintos tumores, ya que ellas por un lado se reproducen en nuevas células madre y por otro se diferencian en células tumorales. Son algo así como directores de orquesta de los tumores", dijo Blanzaco.
Las células madre tienen la capacidad de perpetuarse a sí mismas por su autorregeneración, y además pueden generar células adultas de un tejido particular a través de la diferenciación, por lo que comparten la misma capacidad de regeneración que las células madre cancerígenas.
El secreto que todavía deben develar los científicos del mundo es por qué una célula madre puede "mutar" en una célula madre cancerígena. "Si se conociera por qué mutan las células se dispondrían de elementos valiosísimos para la prevención y el tratamiento del cáncer", comenzó a explicar Cecilia Brissón.
"Se sabe que hay sustancias químicas asociadas al desencadenamiento o a la continuación de la cadena de transformaciones o mutaciones genéticas necesarias para que se desarrolle un tumor: drogas, pesticidas, déficits de antioxidantes, radiaciones o virus. Lo que se hereda está en todas las células; el cáncer se produce por mutaciones somáticas agregadas durante la vida sobre los genes heredados y que afectan a algunas células que van a ser las que desarrollarán la patología específica, si se dan las condiciones", aclaró la investigadora.
Además, "hay casos de predisposición genética al desarrollo de tumores se hereda un gen ya mutado necesario para la secuencia de transformación tumoral hacia un tipo de tumor específico o un gen mutado que normalmente vigilaría la aparición de células potencialmente malignas, lo que se asocia en estas familias a una alta incidencia de tumores de diferentes tipos. Son casos muy raros y la presencia del gen mutado por sí solo no es suficiente para desarrollar el cáncer", finalizó Brissón.
Según comprobaron estudios científicos, las células madres no sólo se encargan de renovar las células del tejido donde se encuentran, sino que también pueden "desviarse" de su noble función y transformarse en cancerígenas; en este sentido, su conocimiento puede tener una directa relación con los tratamientos contra esta enfermedad.
"Las células madre son las que originan y sostienen el tumor", dijo Paula Lázcoz Ripoll, investigadora de la Universidad de Navarra, quien junto a Aiala Lorente Trigos estuvo trabajando en el Laboratorio de Citogenética y Biología Molecular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL.
Las terapias que se usan actualmente para combatir los tumores no siempre matan a las células madre, "las que serían las responsables de que el tumor siga adelante", agregó la española.
Paula Lázcoz Ripoll es doctora en biología y licenciada en bioquímica y Aiala Lorente Trigos licenciada en biología y bioquímica. Ambas trabajan en la Unidad de Biología de los Tumores Cerebrales, bajo la dirección del Dr. Javier Sáez Castresana. El trabajo se realiza en el marco del Programa Intercampus de cooperación científica e investigación interuniversitaria organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional.
El trabajo
En el Laboratorio de Citogenética y Biología Celular de la UNL (dirigido por el Dr. Plácido Daniel Blanzaco, e integrado por la Bioq. Ángela Pedro de Odetti y la MSc Cecilia Brissón), comenzaron a trabajar hace dos años con muestras de biopsias de tumores de sistema nervioso. "Allí tratamos de individualizar las células madre; luego el trabajo seguirá en Navarra, donde se separarán las células madre del resto del tumor", explicó Blanzaco.El grupo intentará identificar células madre, tanto de biopsias de pacientes con tumores del sistema nervioso como de cultivos de células tumorales obtenidos de un banco de células de los Estados Unidos. De esta manera, los científicos estudiarán las alteraciones genéticas. "Suponemos que las alteraciones que tengan las células madre tumorales pueden ser útiles para su caracterización como también para diseñar nuevas estrategias terapéuticas", agregó el especialista.
En otra fase de la investigación, se compararán métodos de separación de las células madre del resto de las células presentes; posteriormente se inocularán distintas subpoblaciones celulares en ratones para determinar el potencial tumorígeno de cada una de ellas.
Actualmente, los tratamientos para eliminar tumores cancerígenos se basan entre otras técnicas, como quimioterapia y radioterapia, que afectan tanto a células tumorales como a muchas otras, lo que genera efectos colaterales adversos.
"El tratamiento con quimioterapia se utilizan junto con la radiación, y en muchos casos muestran buena respuesta", explicó Blanzaco. Sin embargo, "por lo general son tratamientos agresivos: si pudieran dirigirse específicamente a las células madre, se evitarían todos esos daños colaterales" que resultan perjudiciales para la calidad de vida del paciente y que muchas veces derivan en otras dolencias o en internaciones.
"Lo que ahora se hace es atacar el tumor, pero a la vez se ataca todo el sistema inmunológico, y eso provoca que el paciente no tenga todas las herramientas para recuperarse", dijo Blanzaco. Esta nueva línea de investigación sobre células madre tumorales podría derivar Á‚"“en un futuro- en tratamientos alternativos y novedosos.
"La meta final de la investigación es visualizar un horizonte donde se puedan atacar a las células madre tumorales, que son las encargadas de la perpetuidad de los distintos tumores, ya que ellas por un lado se reproducen en nuevas células madre y por otro se diferencian en células tumorales. Son algo así como directores de orquesta de los tumores", dijo Blanzaco.
Qué se sabe
La prestigiosa revista científica Nature publicó una investigación que relaciona a las células madre con el campo oncológico, y asegura que para terminar con los procesos neoplásicos hay que eliminar las células madre cancerígenas presentes en los tumores metastásicos.Las células madre tienen la capacidad de perpetuarse a sí mismas por su autorregeneración, y además pueden generar células adultas de un tejido particular a través de la diferenciación, por lo que comparten la misma capacidad de regeneración que las células madre cancerígenas.
El secreto que todavía deben develar los científicos del mundo es por qué una célula madre puede "mutar" en una célula madre cancerígena. "Si se conociera por qué mutan las células se dispondrían de elementos valiosísimos para la prevención y el tratamiento del cáncer", comenzó a explicar Cecilia Brissón.
"Se sabe que hay sustancias químicas asociadas al desencadenamiento o a la continuación de la cadena de transformaciones o mutaciones genéticas necesarias para que se desarrolle un tumor: drogas, pesticidas, déficits de antioxidantes, radiaciones o virus. Lo que se hereda está en todas las células; el cáncer se produce por mutaciones somáticas agregadas durante la vida sobre los genes heredados y que afectan a algunas células que van a ser las que desarrollarán la patología específica, si se dan las condiciones", aclaró la investigadora.
Además, "hay casos de predisposición genética al desarrollo de tumores se hereda un gen ya mutado necesario para la secuencia de transformación tumoral hacia un tipo de tumor específico o un gen mutado que normalmente vigilaría la aparición de células potencialmente malignas, lo que se asocia en estas familias a una alta incidencia de tumores de diferentes tipos. Son casos muy raros y la presencia del gen mutado por sí solo no es suficiente para desarrollar el cáncer", finalizó Brissón.