Movilidad de grado

Estudiar en Corea del Sur, la experiencia de una alumna UNL

Lunes 19 de febrero de 2018 / Actualizado el martes 20 de febrero de 2018

Se trata de la primera experiencia de intercambio de una estudiante de grado de la UNL en la Universidad Católica de Corea, en Corea del Sur. Recíprocamente, en marzo, se recibirá en Santa Fe a un alumno de la institución.

María Paula Álvarez, 21 años, estudiante de la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Visual de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), realizó su intercambio de febrero a diciembre de 2017 en la Catholic University of Korea (CUK) en Bucheon, una ciudad cercana a Seúl, capital de Corea del Sur. Recíprocamente, la UNL recibirá en marzo a KwangHo Choi, quien cursará durante un año materias de las diversas carreras de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC).

Paula concretó su movilidad en el marco de la convocatoria del Programa Internacional de Movilidad de Estudiantes (PROINMES) de la UNL, gracias a un convenio firmado entre la CUK y la Universidad en noviembre de 2015.

“Decidí postular porque me interesaba viajar al extranjero, ver y estar en contacto con otras culturas y completar de una manera diferente mi formación académica. En un principio la duración de mi beca era de 4 meses, pero la CUK me ofreció quedarme un semestre más, por lo que prolongué mi estadía y me quedé 11 meses”, explicó la estudiante.

Cursado y exigencias

En la universidad de destino, Paula cursó materias relacionadas con su carrera y al diseño y otras destinadas a complementar su formación académica, como Marketing y Toma de decisiones del consumidor. Asimismo, realizó un programa intensivo de idioma coreano.

“Los métodos de cursado eran parecidos a los que ya estaba acostumbrada, pero los de evaluación eran muy diferentes, porque sólo un porcentaje de la clase puede aprobar el cursado, haciendo todo mucho más competitivo e incrementando la presión y estrés en los estudiantes coreanos. Al ser una estudiante internacional, íbamos a un ritmo un poco más relajado al del resto de nuestros compañeros, ya que no formábamos parte de la misma planilla de puntajes”, detalló.

La joven contó que pudo perfeccionar sus conocimientos de inglés, ya que las materias que cursó se dictan en ese idioma. “El contraste cultural y el compartir la capacitación con estudiantes de diferentes nacionalidades fue una experiencia sumamente enriquecedora, así como incorporar en cada materia la mirada surcoreana y de los países de origen de mis compañeros”, reflexionó.
 

Enriquecimiento cultural

En cuanto al intercambio cultural, Paula expresó que esta movilidad fue su primera experiencia viviendo sola, en un país extranjero y teniendo que comunicarse en otros idiomas.

“Corea es hermosa y muy diferente a la Argentina en su cultura, sus paisajes y tradiciones. Es un país sumamente seguro. Al principio tuve una especie de ‘choque cultural’ en donde todo me parecía raro y diferente, más que nada la comida (todo era muy picante), pero finalmente pude adaptarme e integrarme a la vida en Seúl”, opinó.

Asimismo, la estudiante concluyó que fue de gran ayuda el haber compartido la residencia con jóvenes de otros países que también se encontraban de intercambio allí: “íbamos experimentando juntos todos estos cambios. Hice un lindo grupo de amigos, no sólo coreanos sino de todo el mundo, aprendí mucho de diferentes culturas”.

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