Por el noroeste argentino

Gira del coro de la UNL: Tucumán a través del canto

Viernes 3 de octubre de 2008

El coro de la UNL llegó a Tucumán donde participó del Festival de Coros Universitarios. También visitaron una escuela de montaña en la localidad de Los Zazos donde compartieron con los niños talleres, juegos y cantos durante dos días.

Con el firme desafío de descubrir a través del canto el noroeste argentino, el Coro de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), conducido por Jorge Céspedes, partió el pasado 26 de septiembre de Santa Fe para realizar una gira artística por las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy y Santiago del Estero.
Unidos por la misma pasión por el canto, los 48 coreutas emprendieron este desafío llenos de ilusiones y con todas las ganas de llevar sus ritmos litoraleños a los lugares más recónditos del país. Fue así como llegaron, colmados de energías al primer destino: la provincia de Tucumán, para participar del Festival de Coros Universitarios organizado por el Coro Universitario de Tucumán.
El anfitrión y director del coro de Tucumán, Juan Pablo Cadierno, recibió a los santafesinos en la Residencia Universitaria de Horco Molle, ubicada en el Parque Sierra de San Javier, a 15 km de San Miguel de Tucumán.

El Festival
El Festival de Coros Universitarios dio inicio el viernes 26 con la actuación del Coro Juvenil de la Universidad de La Plata. Por su parte, el Encuentro Coral tuvo lugar el sábado 27 en el Centro Cultural “Eugenio Flavio Virla” en San Miguel de Tucumán, adonde el Coro de la UNL compartió escenario con su par de Tucumán y el Juvenil de la Universidad Nacional de La Plata.
El programa del festival continuó con un recital en la casa histórica de Tucumán, el domingo 28. Los tres coros participantes cantaron en el primer patio de la casa en “Homenaje a la independencia en su cuna” ante un público conmovido que los ovacionó alegremente.
“¿Qué decir de la magia que tiene el canto coral? A pesar de ser la cenicienta de las expresiones artísticas porque no cuenta con los mismos medios que otras expresiones, es maravilloso escuchar cómo un grupo de personas puede cantar al mismo tiempo, cantar clásicos de todos los tiempos y deleitar a su público”, expresó conmovido Céspedes al concluir una de las obras.

Una escuela de montaña
Luego de caminatas apreciando los paisajes del lugar, peñas en bares y un alto por Tafí del Valle que permitió apreciar sus innumerables rincones llenos de encanto e historia, el Coro de la UNL, siguió rumbo hacia Amaicha del Valle. En el camino no faltaron los mates, los panes caseros y los quesos de la zona que pasaron de mano en mano, con un inevitable fondo de canciones y risas.
Amaicha del Valle está 164 km. al norte de San Miguel de Tucumán, a 2000 metros de altura y con uno de los mejores climas del mundo con 360 días de sol al año. A pocos kilómetros de la ancestral Amaicha se llega al poblado de Los Zazos, donde calles alineadas a la vera de la calle, suben hasta perderse en las cercanías del río. En Los Zazos se encuentra la Escuela nº 50 “Santa Cecilia” donde siguió adelante el festival con el “Encuentro en el Canto del Litoral y los Valles Calchaquíes”.
Pasadas las 3 de la tarde, los niños, el maestro de música y la directora esperaban ansiosos en la puerta de la escuela a los visitantes litoraleños, contentos con aprender y compartir nuevas canciones. Durante dos días toda la comitiva del Coro se alojó en el albergue que funciona en la institución y pudo compartir con los chicos no sólo los talleres de canto coral, sino también comidas, juegos en el patio y guitarreadas.
“Venimos de una región distinta a esta y queremos mostrarles las melodías de nuestros pagos, pero con la condición de que ustedes también nos enseñen sus canciones”, comenzó diciendo Céspedes al inicio de los talleres donde los alumnos de 1º a 9º año de EGB aprendieron el vals “Chipacito” y el chamamé “Felisa y la risa”, entre otros.
El cierre del encuentro fue el martes 30 por la tarde en los patios de la escuela, con el imponente paisaje de fondo de las montañas del lugar. En el acto no faltaron los bailes típicos de ambas regiones y las coplas que desinhibidos expusieron los chicos y hasta la directora, Benita Jalile, que además bailó con el maestro de música un gato para todos.
La tarde comenzó a caer en la árida región y tanto el Coro de la UNL como todos los integrantes de la escuela de Los Zazos se saludaron agradecidos por la experiencia compartida.
El Coro volvió a partir, se llevó consigo toda la ternura de aquellos niños, la solidaridad desmedida de los lugareños, la tranquilidad de sus calles silenciosas y la mirada profunda y pícara de aquellos chicos que les regalaron con tan poco, tanta felicidad.
El próximo destino será Salta y el Coro sigue dispuesto a sumar nuevas y enriquecedoras experiencias.

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