Trabajo de la UNL

India patentó tecnología para plantas tolerantes a la sequía

Jueves 27 de mayo de 2010

Se trata de un desarrollo conjunto de científicos de la propia Universidad, el Conicet y Bioceres. La investigación fue gestada en la cátedra de Biología Celular y Molecular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, comprendida en el actual Instituto

La Universidad Nacional del Litoral (UNL), junto al Conicet y la empresa Bioceres, recibieron una patente por una tecnología que permite obtener plantas tolerantes a sequía y salinidad, de parte de la India. Este nuevo registro de propiedad intelectual deviene de un trabajo de investigación que, desde hace más de dos décadas, llevan adelante los científicos de la casa de estudios. La investigación se desarrolló por un convenio firmado en 2004 entre las instituciones y la firma mencionada.
La tecnología en cuestión involucra la utilización de un promotor inducible por condiciones de  estrés hídrico y salino, elemento cuyo empleo queda protegido por la patente obtenida en esta oportunidad.
La investigación se gestó en el ámbito de la cátedra de Biología Celular y Molecular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), comprendida en el actual Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), dependiente de la UNL y el Conicet.  El equipo de inventores estuvo conformado inicialmente por Gabriela Gago, Carlos Dezar, Daniel González y Raquel Chan, directora del equipo. Hoy día, también son parte Pablo Manavella y Julieta Cabello.

En el mercado internacional
“India, particularmente, es de suma importancia por el potencial mercado que tiene el desarrollo en algunos cultivos que, quizás, no son tan importantes para nuestra región pero sí lo son para esos mercados. Esto nos va a significar la posibilidad de poder transferir este conocimiento a empresas interesadas en el desarrollo de otro tipo de cultivos, ampliando más aún la llegada de este desarrollo a nivel industrial”, expresó el decano de la FBCB, Javier Lottersberger.
La patente otorgada por India, denominada “Construcciones de ADN que contienen la secuencia codificante del gen Hahb4”, es copropiedad de la UNL, el CONICET y Bioceres.
A propósito, “la propiedad intelectual es muy importante porque implica la protección de toda la inversión en el desarrollo, tanto desde el sector público como desde el sector privado”, sostuvo Raquel Chan, directora del IAL y del equipo de inventores.
La patente sobre la divisoria Hahb4 es la primera de tres solicitudes de patentes referidas a esta tecnología en ser concedidas en India. Sobre ello, Chan sostuvo: “Quienes intentamos hacer ciencia en este país, cuando hacemos avances en el conocimiento son hitos importantísimos. En nuestro caso, para que la herramienta que descubrimos sea difundida, primero, tuvimos que convencer a una empresa de que era buena. La empresa que en primera instancia invirtió en nuestro invento es Bioceres”.

Gran orgullo
En la actualidad, Bioceres –a través de INDEAR– evalúa la tecnología a campo, con resultados alentadores en los tres cultivos a los que ha incorporado esta solución: trigo, soja y maíz. En paralelo, la multinacional Advanta licenció el año pasado esta tecnología  para su desarrollo y explotación comercial a nivel mundial en los cultivos de sorgo, arroz, canola, mostaza y algodón.
La tecnología para la obtención de plantas tolerantes a stress ya cuenta con una patente otorgada por la oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos (USPTO), a fines de 2009. También se presentaron solicitudes de patentes en nuestro país y otros territorios, incluyendo México, Australia, Brasil, y China.
“Nuestra patente tiene la gran ventaja, sobre otras, que no sólo ha sido aceptada sino que también es útil. No sólo se trata de patentar, sino que eso que uno patenta tiene que tener algún sentido para alguien que quiera invertir”, sostuvo la directora el IAL. “Nosotros ya pasamos por muchas revisiones de nuestra invención, y haberlas pasado es un gran orgullo para nosotros”.

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