La Universidad en la TV - Debate en "Ateneo"
Internet, chat, SMS: Á‚¿Incomunicación tecnológica?
Lunes 14 de agosto de 2006
El uso cada vez más masivo de Internet y las nuevas tecnologías han llegado a cambiar las formas de lenguaje entre los jóvenes y las prácticas de lectura habituales. Las estadísticas muestran el crecimiento vertiginoso en el país de internautas, que encuentran
Desde hace dos años, el uso de Internet y las nuevas tecnologías mostraron un crecimiento ininterrumpido en el país. Las estadísticas muestran un crecimiento de 2.500.000 a 5.600.000 de internautas, existen 74 millones y medios de sitios en la web, y 14.200.000 blogs o diarios virtuales en la red, que crecen a un ritmo acelerado.
Por su parte, más del 80% de los jóvenes de entre 20 y24 años usan mensajes de textos a través de sus celulares para comunicarse y el libro impreso dejó de ser la única manera de acceder a los conocimientos. Hoy son moneda corriente las teleconferencias, las comunicaciones por mail o por celular, y el chat, la última moda del nuevo siglo.
La incidencia de las innovaciones tecnológicas en la comunicación oral y escrita de los jóvenes, Á‚¿cuáles son los riesgos que representan las nuevas tecnologías?, Á‚¿cuáles son los puntos a favor y en contra que representan las innovadoras formas de expresión?. Este fue el tema que se debatió en Ateneo, el programa de la UNL que se emite los jueves a las 22 por Cable y Diario, bajo la conducción de Guillermo Tepper y Romina Kippes. Constituyeron el debate en vivo la docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) Adriana Falchini, la directora del Centro Multimedial de Educación a Distancia de la UNL (CEMED), Alejandra Ambrosino y la psicóloga social Mercedes Martorell.
"Como toda nueva tecnología, a lo largo de la historia de la humanidad, ha creado complejos procesos de adaptación, pero en momentos tan conflictivos a nivel de sentido como este, deberíamos estar preocupados por definir si es una necesidad o cuánto se aprovecha de la necesidad para crear consumo, para crear necesidades que rindan dinero", expresó la profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencias, Adriana Falchini.
Sin embargo, tal como lo afirmó Alejandra Ambrosino, estas nuevas tecnologías también deben mirarse como parte de un nuevo proceso cultural: "Es cierto que estas nuevas tecnologías a los adolescentes les son transparentes, pero por lo general uno suele mirar esas nuevas tecnologías desprendidas de un contexto y generalmente el contexto a dónde primero se mira es el económico, y en realidad hay que mirarlo en procesos culturales: los adolescentes escriben y dialogan distinto", destacó la directora del CEMED.
Para la psicóloga Martorell el problema radica en cómo son empleadas las nuevas herramientas: "Me parece que es muy importante interrogarnos sobre esta herramienta. Depende de cómo se use puede estar al servicio del proyecto humano, de la creatividad, del aprendizaje o producir caminos hacia la enfermedad".
En este sentido la psicóloga social subrayó que "Internet y los celulares nos permiten construir un nuevo lenguaje, el tema es qué lenguaje construye: nuestro propio lenguaje o estamos empezando a hablar el lenguaje de otros, de otra cultura".
Por su parte la destrucción o no del lenguaje depende de la solidez de los espacios simbólicos que constituyen la vida de los jóvenes: "Si hay espacios simbólicos fuertes en la casa, en la escuela, con su propia identidad, no tiene ninguna necesidad de competir. Ahora si esos espacios son débiles de sentido y no es difícil imaginar que en un sentido mucho más fácil, más inmediato y más pasatista, suplanta el sentido de la escuela, o de la conversación familiar", destacó Falchini.
El uso y disponibilidad de estas tecnologías implica además pararse desde dos posturas diferentes pero complementarias. "Si estoy en el ámbito de la familia como padre, tengo que mirar qué pasa con eso. Si estoy en la escuela, debo mirar cuál es el compromiso social en la formación de ciudadanos. Son dos tipos de miradas que exigen dos estrategias diferentes", finaliza la Directora del CEMED.
Por su parte, más del 80% de los jóvenes de entre 20 y24 años usan mensajes de textos a través de sus celulares para comunicarse y el libro impreso dejó de ser la única manera de acceder a los conocimientos. Hoy son moneda corriente las teleconferencias, las comunicaciones por mail o por celular, y el chat, la última moda del nuevo siglo.
La incidencia de las innovaciones tecnológicas en la comunicación oral y escrita de los jóvenes, Á‚¿cuáles son los riesgos que representan las nuevas tecnologías?, Á‚¿cuáles son los puntos a favor y en contra que representan las innovadoras formas de expresión?. Este fue el tema que se debatió en Ateneo, el programa de la UNL que se emite los jueves a las 22 por Cable y Diario, bajo la conducción de Guillermo Tepper y Romina Kippes. Constituyeron el debate en vivo la docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) Adriana Falchini, la directora del Centro Multimedial de Educación a Distancia de la UNL (CEMED), Alejandra Ambrosino y la psicóloga social Mercedes Martorell.
Nuevos procesos culturales
Los ciber Á‚"“que se han convertido en los nuevos puntos de encuentro del nuevo milenio- son los locales comerciales más visitados por los jóvenes de diferentes edades. Allí chatean, contestan sus mails, y pasan horas jugando a los videojuegos."Como toda nueva tecnología, a lo largo de la historia de la humanidad, ha creado complejos procesos de adaptación, pero en momentos tan conflictivos a nivel de sentido como este, deberíamos estar preocupados por definir si es una necesidad o cuánto se aprovecha de la necesidad para crear consumo, para crear necesidades que rindan dinero", expresó la profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencias, Adriana Falchini.
Sin embargo, tal como lo afirmó Alejandra Ambrosino, estas nuevas tecnologías también deben mirarse como parte de un nuevo proceso cultural: "Es cierto que estas nuevas tecnologías a los adolescentes les son transparentes, pero por lo general uno suele mirar esas nuevas tecnologías desprendidas de un contexto y generalmente el contexto a dónde primero se mira es el económico, y en realidad hay que mirarlo en procesos culturales: los adolescentes escriben y dialogan distinto", destacó la directora del CEMED.
Para la psicóloga Martorell el problema radica en cómo son empleadas las nuevas herramientas: "Me parece que es muy importante interrogarnos sobre esta herramienta. Depende de cómo se use puede estar al servicio del proyecto humano, de la creatividad, del aprendizaje o producir caminos hacia la enfermedad".
N q idioma stá?
Un nuevo lenguaje invade la escritura de los más jóvenes que permite construir una forma más directa y particular de expresarse. Tiene reglas claras: no existen los artículos, no hay tildes, no se usan puntos para abreviar palabras, la letra T no va precedida ni seguida por vocales, la sílaba "ca" se sustituye por la letra K; la conjunción "que" es q; la sílaba "es" a principio de la palabra se convierte en una "s", y para escribir cualquier palabra inglesa terminada en "ing" basta con añadir la letra "g". Á‚¿Se corre el riesgo de perder las tradicionales maneras de escribir?, Á‚¿es este un lenguaje más pobre y superficial?.En este sentido la psicóloga social subrayó que "Internet y los celulares nos permiten construir un nuevo lenguaje, el tema es qué lenguaje construye: nuestro propio lenguaje o estamos empezando a hablar el lenguaje de otros, de otra cultura".
Por su parte la destrucción o no del lenguaje depende de la solidez de los espacios simbólicos que constituyen la vida de los jóvenes: "Si hay espacios simbólicos fuertes en la casa, en la escuela, con su propia identidad, no tiene ninguna necesidad de competir. Ahora si esos espacios son débiles de sentido y no es difícil imaginar que en un sentido mucho más fácil, más inmediato y más pasatista, suplanta el sentido de la escuela, o de la conversación familiar", destacó Falchini.
El uso y disponibilidad de estas tecnologías implica además pararse desde dos posturas diferentes pero complementarias. "Si estoy en el ámbito de la familia como padre, tengo que mirar qué pasa con eso. Si estoy en la escuela, debo mirar cuál es el compromiso social en la formación de ciudadanos. Son dos tipos de miradas que exigen dos estrategias diferentes", finaliza la Directora del CEMED.