Ciencia y educación

Jornada de cierre de “Los científicos van a las escuelas”

Miércoles 23 de noviembre de 2016 / Actualizado el miércoles 23 de noviembre de 2016

Investigadores y docentes que participaron de la edición 2016 de este programa, se reunieron para evaluar su trabajo y presentar propuestas para el año que viene.

Una jornada de evaluación y cierre reunió a los quince grupos de docentes e investigadores que participaron en la edición 2016 del programa “Los Científicos van a las escuelas” (LCVE), una iniciativa destinada a enriquecer las clases de ciencia en las aulas.

Esta actividad contó con la presencia de los pares formados por científicos y docentes de escuelas primarias, secundarias y terciarias de toda la provincia, así como de funcionarios del programa de Popularización de la Ciencia dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la nación, de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del Ministerio de Educación provincial.

Durante la jornada que se extendió todo el día, los pares científico-docentes presentaron el trabajo realizado en el durante el año, las dificultades encontradas y presentaron sugerencias para el año que viene. “Cada año tratamos de hacer ajustes y optimizar el programa. Los lisneamietos básicos se mantienen pero en estas jornadas tratamos de descubrir las cosas a mejorar”, indicó Silvia Fernández Castelo, del MINCyT.

La funcionaria que coordina por segunda vez estas jornadas en Santa Fe se mostró muy satisfecha con los resultados del programa. “La verdad es que trabajaron con mucha dedicación, hicieron proyectos muy interesantes los docentes y sus pareces científicos, que permiten que los chicos tengan una experiencia directa con el conocimiento científico, lo cual siempre es estimulante para desarrollar el pensamiento crítico".

De estereotipos a la realidad

Uno de los puntos que más trabaja este programa es sobre la imagen del científico, dando espacios para entrevistas y fomentando el contacto directo entre los investigadores y los niños. Emilia Cáceres de la escuela Bustamante de Santo Tome contó que sus alumnos de cuarto grado organizaron una entrevista para conocer el trabajo y la vida de un investigador. “Esta actividad sirvió para desmitificar esa figura que tiene el científico. Los chicos tenían una imagen de una persona que no era muy humana, como robotizado, que estaba en el laboratorio todo el día, que no tenía familia. Después se dieron cuenta de otras cosas, que la científica practica fútbol, que tiene novio, que tiene familia, que tiene toda una vida”, indicó

“Para nosotros este programa fue una experiencia muy productiva, a os chicos los estimula muchísimo trabajar con las ciencias y para mi fue muy importante estar con alguien que me ayude en el laboratorio y con quien me llevé muy bien. Nos entusiasmamos tanto que seguimos haciendo trabajos prácticos y aplicando el método científico después de terminar con la actividad pautada”.

Desde la perspectiva de los investigadores involucrados, la experiencia también fue muy enriquecedora. Nancy Cabañas, estudiante de doctorado en Física en el Instituto de Física del Litoral (IFIS Litoral -UNL CONICET) contó que junto al docente asignado desarrollaron una actividad relacionada como el sonido. “La experiencia era trabajar sobre transmisión del sonido, y pensamos en una actividad con latas, un material al alcance de los chicos. Con estas latas atadas entre sí con dos tipos de cuerdas, los chicos debían investigar cómo se transmite el sonido desde una lata hacia la otra, qué pasaba cuando la cuerda se tensaba, cuando no lo estaba, medir variables, etc."  La experiencia trascendió el aula y surgió en una reunión de padres, y gracias al entusiasmo de las familias los chicos siguieron probando con otros materiales en sus casas.

Nancy también participó de una entrevista con alumnos de séptimo grado y se llevó una gran sorpresa al ver que los alumnos pensaban que los científicos ganaban mucho dinero. “Les dije que era una persona normal, que viajo en colectivo y que el dinero no es la finalidad de un científico”, agregó entre risas.

Sobre el programa

Los Científicos Van a las Escuelas (LCVE), consiste en el trabajo conjunto y creativo entre docentes y científicos, basado en la formulación de proyectos empíricos orientados a enriquecer las clases de ciencias. Una de las mayores fortalezas de LCVE es la generación de un espacio de intercambio donde se combinan los saberes de científicos y de docentes. Esto potencia el dictado de los contenidos curriculares de las materias y fomenta el pensamiento crítico en los actores involucrados en esta experiencia.

El proyecto debe enmarcarse en biología, química, física, astronomía o ciencias de la tierra. La temática debe formar parte de la currícula escolar y ser consensuada entre el docente y el directivo de la institución educativa. En cada provincia participan 15 establecimientos educativos de nivel primario y secundario e institutos de formación docente en disciplinas científicas, que son elegidos por el coordinador educativo, designado por el Ministerio de Educación provincial.

Además, participan 15 científicos seleccionados por el coordinador científico, designado por la universidad nacional local, entre aquellos que participen en proyectos de investigación.

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