En el Foro Cultural
La crítica literaria en el Segundo Argentino de Literatura
Lunes 3 de julio de 2006
La mesa convocó a Jorge Panesi, Miguel Dalmaroni y Alberto Giordano. Diferentes visiones y reflexiones en torno al ejercicio crítico. Fuerte presencia y participación del público.
Bajo el nombre "Crítica literaria: consensos, polémicas, debates", el Segundo Argentino de Literatura reunió, el pasado 29 de junio, en una misma mesa a Jorge Panesi, Miguel Dalmaroni y Alberto Giordano.
La mesa comenzó con la presentación y coordinación de Analía Gerbaudo. A continuación, Jorge Panesi, reconocido crítico literario y titular de la cátedra de Teoría y Análisis Literario de la Facultad de Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), versó su exposición en torno a la "Breve Historia de la Literatura Argentina" de Martín Prieto. Hizo referencia al último libro de este autor como una "narración crítica de la literatura argentina, una apuesta a contrapelo". Siguiendo el eje de la mesa, Panesi se preguntó: "Á‚¿Qué clase de autor es el crítico? Aquél que sólo con su nombre se hace cargo de un diálogo e instaura una conversación interminable".
Á‚¿Por qué un libro sobre historia de la literatura argentina sirve de disparador en una mesa que invita a la reflexión sobre la crítica literaria? Panesi responde: "La literatura nace con la protección nacionalista, junto a la idea de patria y de una lengua nacional. Pero con el tiempo, tiende a abandonarla. Es por esto que quien lee sólo literatura nacional, en realidad, no lee literatura". Toda identidad se construye en oposición a otro, en una relación de alteridad, por eso, la visión del otro Á‚"“y esto abarcaría la problemática de las lenguas extranjeras y de la traducción- constituye una cuestión fundamental a la hora de debatir sobre la literatura nacional. Según Panesi el criterio que debería regir un catálogo de libros que forman parte de la literatura argentina es el de "productividad, es decir, aquellos textos que han tenido reverberaciones sobre otros".
Seguidamente, Miguel Dalmaroni, investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) eligió una anécdota de Bourdieu para poner de manifiesto "el espesor afectivo y empático de la escena y cómo la operación analítica es posterior al trance". A través de su ensayo pretendía indagar sobre la idea de "la crítica literaria como trance". "La experiencia es el momento en que el sujeto está transido y no tiene nombre. El arte, no la realidad, es lo que ha permitido darle nombre a la experiencia, ya que no hay una lengua social disponible para el momento en que la distancia ha sido suprimida". En este sentido, explicó que "el arte, lejos de revelarnos algo que no sepamos, nos suspende en la incertidumbre, nos arrastra fuera de los esquemas de sentido impuestos por la cultura. Es en ese lugar imposible, creo y quisiera, la crítica sucede".
Por su parte, Alberto Giordano, profesor de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) e investigador del CONICET, presentó su ensayo "Una profesión de fe" como una especie de "examen de conciencia" a la hora de enfrentarse con su labor de crítico. Entre los obstáculos que debe sortear a diario mencionó "el aburrimiento, la falta de ideas originales", su "gusto personal" que lo inclina hacia ciertos autores y lo aleja de otros y su "frustración, por momentos, de no haber sido escritor". El público preguntó acerca de las soluciones ante dichas dificultades, a lo cual Giordano respondió: "No hay recetas fijas. Cuando uno reflexiona y escribe, todo lo que sabe, todo lo que ha leído, de alguna forma se cuela en el texto. Si yo hiciera un rastreo de las huellas que aparecen en mis ensayos, encontraría desde Benjamín hasta Boticelli".
El público, entusiasta, participó con preguntas que los invitados respondieron con ideas que hicieron de este Segundo Argentino de Literatura, un escenario de reflexión y de ejercicio de la crítica.
La mesa comenzó con la presentación y coordinación de Analía Gerbaudo. A continuación, Jorge Panesi, reconocido crítico literario y titular de la cátedra de Teoría y Análisis Literario de la Facultad de Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), versó su exposición en torno a la "Breve Historia de la Literatura Argentina" de Martín Prieto. Hizo referencia al último libro de este autor como una "narración crítica de la literatura argentina, una apuesta a contrapelo". Siguiendo el eje de la mesa, Panesi se preguntó: "Á‚¿Qué clase de autor es el crítico? Aquél que sólo con su nombre se hace cargo de un diálogo e instaura una conversación interminable".
Á‚¿Por qué un libro sobre historia de la literatura argentina sirve de disparador en una mesa que invita a la reflexión sobre la crítica literaria? Panesi responde: "La literatura nace con la protección nacionalista, junto a la idea de patria y de una lengua nacional. Pero con el tiempo, tiende a abandonarla. Es por esto que quien lee sólo literatura nacional, en realidad, no lee literatura". Toda identidad se construye en oposición a otro, en una relación de alteridad, por eso, la visión del otro Á‚"“y esto abarcaría la problemática de las lenguas extranjeras y de la traducción- constituye una cuestión fundamental a la hora de debatir sobre la literatura nacional. Según Panesi el criterio que debería regir un catálogo de libros que forman parte de la literatura argentina es el de "productividad, es decir, aquellos textos que han tenido reverberaciones sobre otros".
Seguidamente, Miguel Dalmaroni, investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) eligió una anécdota de Bourdieu para poner de manifiesto "el espesor afectivo y empático de la escena y cómo la operación analítica es posterior al trance". A través de su ensayo pretendía indagar sobre la idea de "la crítica literaria como trance". "La experiencia es el momento en que el sujeto está transido y no tiene nombre. El arte, no la realidad, es lo que ha permitido darle nombre a la experiencia, ya que no hay una lengua social disponible para el momento en que la distancia ha sido suprimida". En este sentido, explicó que "el arte, lejos de revelarnos algo que no sepamos, nos suspende en la incertidumbre, nos arrastra fuera de los esquemas de sentido impuestos por la cultura. Es en ese lugar imposible, creo y quisiera, la crítica sucede".
Por su parte, Alberto Giordano, profesor de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) e investigador del CONICET, presentó su ensayo "Una profesión de fe" como una especie de "examen de conciencia" a la hora de enfrentarse con su labor de crítico. Entre los obstáculos que debe sortear a diario mencionó "el aburrimiento, la falta de ideas originales", su "gusto personal" que lo inclina hacia ciertos autores y lo aleja de otros y su "frustración, por momentos, de no haber sido escritor". El público preguntó acerca de las soluciones ante dichas dificultades, a lo cual Giordano respondió: "No hay recetas fijas. Cuando uno reflexiona y escribe, todo lo que sabe, todo lo que ha leído, de alguna forma se cuela en el texto. Si yo hiciera un rastreo de las huellas que aparecen en mis ensayos, encontraría desde Benjamín hasta Boticelli".
El público, entusiasta, participó con preguntas que los invitados respondieron con ideas que hicieron de este Segundo Argentino de Literatura, un escenario de reflexión y de ejercicio de la crítica.