Economía

La crisis en Grecia, analizada por un especialista de la UNL

Lunes 29 de junio de 2015 / Actualizado el martes 30 de junio de 2015

Corralito, default, caída de la bolsa, recesión, expresiones de una crisis que recuerda a la Argentina del 2001. ¿Es válida la comparación? ¿Cuál es el futuro de la economía griega? El profesor de la FCE, Néstor Perticarari, se refirió a estos temas.

Los diarios del mundo reflejaron este lunes la preocupación de los mercados europeos y ante todo, de los ciudadanos de Grecia, por la crisis económica que les presenta un horizonte de conflictividad social en el corto plazo. El desplome de las Bolsas europeas, arrastradas por la compleja situación en el país helénico, el corralito financiero que fijó en 60 euros el límite a las extracciones; y el incumplimiento en el pago de 1.600 millones de euros que vencía este martes, por créditos del Fondo Monetario Internacional, recuerdan el escenario de la Argentina de diciembre de 2001, y disparan inevitables comparaciones y preguntas acerca del futuro de Grecia y la respuesta de la Comunidad Europea.

Consultado por el programa Estación UNL (La X FM 103.5), el profesor de Macroeconomía y director del Departamento de Economía de la FCE, Néstor Perticarari, reflexionó acerca de estos interrogantes. En el inicio de la charla, el especialista expresó con claridad que “desgraciadamente para los griegos, su situación es similar a la de Argentina en 2001”. Entre los motivos que llevaron a la crisis, señaló la decisión del país helénico de ingresar a un bloque comercial y monetario como la Comunidad Europea, que implicó resignar a su propia moneda en un proceso que no fue acompañado por una adecuada política fiscal; “disfrazada” además por las propias autoridades, que ocultaron los problemas que existían a partir de un sobre endeudamiento, el déficit fiscal y los niveles insuficientes de productividad de la economía: “recién en 2009 se conoció el problema de que los números que ofrecía Grecia –auditados por firmas internacionales- resultaron no ser lo que se decía. Es decir que el nivel de endeudamiento era mucho más alto que el que estaban declarando, y que el nivel de déficit fiscal que tenían que cubrir con ese endeudamiento también era más alto que el que se daba a conocer”.

En ese contexto, Perticarari criticó “la miopía del Banco Central Europeo, del Fondo Monetario y el Consejo de la Comunidad Económica que empezaron a exigir la solución del problema a través del ajuste fiscal, que llevó a la economía griega a una continua recesión desde 2009 hasta la fecha, haciendo que perdieran en este período el 25 por ciento del producto”; una caída similar a la que experimentó la economía argentina en el proceso que derivó en la crisis de 2001.

Efecto riqueza negativo

La Comunidad Europea se enfrenta ahora al problema que le plantea la crisis de uno de sus miembros, que impacta fuertemente al interior del bloque en aspectos monetarios y financieros, y que ante todo “genera expectativas negativas que inciden fuertemente en la cotización de la moneda y los bonos”. Un escenario que en Economía se conoce como “efecto riqueza negativo”, esto es, que puede generar secuelas recesivas sobre el resto del bloque.

A la hora de analizar las medidas que se han intentado para salir de la crisis, el profesor Perticarari explicó que “han sido más de lo mismo”, y volvió al ejemplo argentino: “Grecia está a punto de salirse del euro; y eso implica volver a su moneda, y a un nivel extremadamente depreciado. Recordemos lo que ocurrió en nuestro país cuando se salió de 2001 con una moneda fuertemente depreciada, con la mayor parte de la gente en la pobreza, la caída de la demanda y el consumo. Eso se está viendo en Grecia hoy mismo: negocios que no venden, cajeros cerrados, gente sin dinero”. A esa compleja situación agregó que el país “tiene una economía que funciona mucho con efectivo, está poco bancarizada. Entonces al cortarse la circulación de efectivo ocurre lo que pasó en Argentina, donde mucha gente que vivía del efectivo de los demás a través de las “changas”, se quedaron sin ingresos, y eso genera una caída muy profunda de la economía a plazos muy cortos”. Y concluyó que en este sentido “el panorama no es alentador para Grecia en ninguna de las dos salidas: ni la que le ofrecen la Comunidad Europea, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional; ni la de dejar el euro y recuperar su moneda”.

El rol del FMI

La injerencia del Fondo Monetario Internacional también recuerda el rol que jugó ese organismo internacional en 2001 para empujar aún más al abismo a la economía nacional: “El FMI termina sosteniendo proyectos inviables, como ocurrió en Argentina cuando el 1 a 1 ya demostraba ser insostenible; pero en realidad, lo hace para que los acreedores vayan cobrando deuda, no lo hace para reactivar la economía. En situaciones como estas, el FMI termina siendo un acreedor privilegiado porque el dinero que puso lo hizo en efectivo y no en bonos, por lo tanto tiene un privilegio a la hora de cobrar, lo que genera un problema adicional porque agravan la situación por lo menos en el corto plazo, hasta que se pueda renegociar el paquete de deuda”.

La búsqueda de una solución en este sentido también aparece sometida a una fuerte presión para la economía de Grecia, y sobre todo para la sociedad que hoy padece la crisis: “Grecia enfrenta el mismo default de Argentina en 2001; es decir, que no puede hacer frente a los pagos porque necesita liquidez por parte del Banco Central Europeo, supeditado a una serie de medidas que no están dispuestos a tomar. Esa es la situación que tienen al momento”. 

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