Patrimonio artístico

La EIS presentó la puesta en valor de la obra de M. A. Schiaffino

Viernes 25 de marzo de 2022 / Actualizado el lunes 28 de marzo de 2022

Se trata de la obra escultórica ubicada en el patio central de la Escuela Industrial Superior de la UNL. Los trabajos se realizaron durante el año 2021, en el marco de los 112 años de la nacionalización de la EIS.

La Escuela Industrial Superior de la UNL presentó a la comunidad la puesta en valor de la obra del escultor Miguel Ángel Schiaffino. El acto realizado el 21 de marzo contó con la participación de la vicerrectora de la UNL, Larisa Carrera; del decano de FIQ-UNL, Adrián Bonivardi; y del director de la EIS-UNL, Mario Alliot. Estuvieron presentas también Laura Cornaglia, Secretaria de Ciencia, Arte y Tecnología, Javier Aga, Secretario de Relaciones Institucionales, Marta Paris y Felipe Franco, decana y vicedecano de la Facultad de Ciencias Hídricas, y Marilyn García, coordinadora del Museo de Arte Contemporáneo.

La obra de Schiaffino, emplazada en el patio central junto al mástil, es protagonista de múltiples situaciones de sentido afectivo desde el año 1950. “Con esta puesta en valor, recuperamos el esplendor de un símbolo de la escuela”, afirmó Alliot.

El proyecto de puesta en valor y su concreción estuvo a cargo de Margarita Panza, licenciada en Museología y encargada del Museo de la EIS “Prof. Enrique Muzzio”, junto a Roxana Biaggini, profesora de artes visuales, artista plástica y responsable de conservación preventiva del Museo de Arte Contemporáneo de la UNL.

“A pesar de que el proyecto de puesta en valor fue atravesado por la pandemia, hoy podemos mostrar el trabajo terminado de más de 200 horas de trabajo manual, profesional, avalado por la ciencia y la investigación, nada fue dejado al azar”, expresó Panza. Su colega Biaggini agregó: “Consideramos que el resultado final es muy satisfactorio, es una obra expuesta a la intemperie, a partir de ahora será necesaria su conservación periódica”. 


Significado de la obra

Data del año 1950, durante el que Schiaffino trabajó en los talleres de la EIS. Fue un encargo de la dirección de ese entonces, en el marco del Año del Libertador San Martín, que se conmemoró en todo el país.

Hasta el momento no se pudo dar con el título o documentos donde el artista se exprese acerca de lo que quiso representar. Pero hay elementos claros que dan indicios para una posible interpretación. A la izquierda de la escena, el efebo sobresale del plano sosteniendo una antorcha con el brazo que se extiende, hacia la otra mitad de la composición, donde emergen tres figuras femeninas. Una de ellas sostiene el escudo nacional, otra rompe una cadena con sus manos, y la tercera se apoya sobre un gran engranaje. A primera vista, dice Roxana Biaggini, el artista retomó la rueda, el engranaje y toda esa simbología que remite al progreso a través del trabajo. “La figura que ilumina la escena recuerda al efebo del sello mayor de la UNL, refiere a la luz del conocimiento, al esfuerzo y el avance por medio del trabajo que son de alguna manera los pilares de la EIS”, sintetizó Margarita Panza.

 

Trabajo interdisciplinario

Para elaborar el plan de trabajo, Panza y Biaggini contaron con la colaboración de la Dirección de Obras y Servicios Centralizados de la UNL. El proyecto se presentó a la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología para obtener financiamiento y enmarcar la intervención dentro de los criterios de conservación de obras artísticas que aporta el MAC. De acuerdo con esas pautas, los trabajos que se llevaron a cabo en la escultura de 1,80 por 3,46 metros, priorizaron devolverle a la obra sus características originales respetando la autenticidad de los elementos materiales y cumplen con el requisito de poder revertir lo que se hace ahora si en el futuro se desarrollan mejores técnicas o materiales.

Un antecedente cercano para la preservación de la escultura fue en 2016, cuando se detectó que el muro de contención sufría una inclinación que la ponía en peligro de derrumbe. Después de sanear problemas en los desagües del patio que habían socavado las bases, se dio intervención a docentes y estudiantes de la especialidad Construcciones, coordinados por el profesor Roberto Contini, que se encargaron de estabilizar nuevamente el muro y consolidarlo. “Este trabajo es interdisciplinario. Entre todos estamos recuperando este patrimonio cultural que está dentro de la escuela y eso es un aprendizaje maravilloso”, destaca Margarita Panza cuando repasa el proceso en el que también intervino el Laboratorio de Química de la escuela, a cargo de Jorge Salvetti, para realizar los análisis a las muestras tomadas de microorganismos sobre la piedra. Desde Buenos Aires, contaron con el asesoramiento de Vilma Pérez Casalet, especialista que se desempeña en el Área de Conservación y Restauración del Palais de Glase.

 

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