Jornadas internacionales en la UNL

La Propiedad Intelectual como herramienta para el desarrollo

Miércoles 21 de agosto de 2002

En la Argentina no hay preocupación por la utilización de mecanismos que permitan controlar el surgimiento de invenciones. Los especialistas afirman que la utilización de los controles adecuados contribuye al desarrollo cultural y económico de las naciones.

En todo el mundo, los organismos que regulan los derechos de propiedad intelectual se encuentran ante un dilema: cómo lograr que científicos, investigadores, profesionales y personas con capacidad inventiva logren divulgar sus creaciones sin ver afectados sus derechos de autor. En nuestro país, a pesar de la repercusión que está teniendo el tema, el uso y manejo de los mecanismos adecuados de protección de la autoría todavía no se han popularizado, lo cual perjudica notablemente el desarrollo de producciones de distintos tipos.
A partir de una propuesta de las universidades nacionales del Litoral (UNL) y de La Plata (UNLP), especialistas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y expertos argentinos disertaron la semana pasada en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL en el marco del seminario Propiedad Intelectual y Servicio de Información Tecnológica. El objetivo: facilitar la labor de quienes trabajan en aras de la innovación, ya sea tecnológica, industrial o comercial, y debatir acerca de los problemas que se les presentan a las personas que, luego de realizar una invención, necesitan mecanismos de protección que permitan divulgar sus trabajos resguardando sus derechos de autoría.

Derechos de autor

Consciente de que la utilización de los correctos mecanismos de protección de los derechos de autor influye positivamente en el desarrollo cultural y económico de las naciones, “desde la OMPI venimos haciendo seminarios itinerantes en los que presentamos conceptos básicos sobre el tema. A pesar de que existe una gran cantidad de información, mucha gente la desconoce y, al momento de proteger sus derechos, empiezan de cero innecesariamente”, sostuvo el responsable del Programa de Información Tecnológica de la OMPI, Ing. José Luis Herce Vigil. En tal sentido, el especialista venezolano agregó que “la idea de estos seminarios itinerantes es llevar la propiedad industrial a los verdaderos actores: la gente. Desde la función pública somos simples intermediarios de aquellos que todos los días crean una marca, un modelo, una patente de invención o un modelo de utilidad".
Experta en la temática, la Dra. María Clara Lima, encargada de la Dirección de Propiedad Intelectual de la UNLP aconsejó que “lo primero que tiene que hacer cualquier persona que esté trabajando en un nuevo producto, es mantener la confidencialidad mientras dura el proceso creativo, y en el caso de que se necesite hacerlo en forma conjunta con alguna empresa u otra persona para que aporte un sustento económico, deberá firmar un acuerdo de confidencialidad”.

Protección institucional

La OMPI viene trabajando con los gobiernos de distintos países para instalar a nivel masivo el tema de la propiedad intelectual. En la Argentina, el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) es el encargado de controlar, asesorar y aplicar las leyes de propiedad intelectual.
“La Argentina es un país en el que las universidades e institutos de investigación científica, permanentemente generan conocimientos y logran desarrollos disciplinares que, al momento de ser transferidos a terceros o de ser publicados, surge la problemática de la inexistencia de mecanismos que permitan resguardar los derechos de propiedad de esas creaciones y la exclusividad de los derechos intelectuales”, afirmó el rector de la UNL, Ing. Mario Barletta en el acto de apertura del seminario.
Por último, el Dr. Claudio Tadeo, representante Legal de la Oficina de Diseños y Modelos Industriales del INPI explicó que “la trascendencia económica que tiene la propiedad industrial es impresionante, y no hay que quedarse en la simple anécdota de la marca o la patente”. En tal sentido, Tadeo concluyó que "el hecho de que los distintos actores sociales conozcan los mecanismos de protección intelectual influye positivamente en el desarrollo tanto cultural, como económico de las naciones. Entre otras cuestiones, una vez realizado el registro, una invención se puede vender en el país o en el exterior, lo que resulta una fuente importante de generación de divisas”.

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