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La Universidad Nacional del Litoral (UNL) adquirió una impresora Braille, que ya se encuentra en funcionamiento en la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS). El jueves 28 de agosto se realizó el acto y se mostró su funcionamiento, rápido y sencillo, lo que posibilitará ser utilizada por alumnos de la Universidad como así también por personas con discapacidad visual de la ciudad.
En representación del rector de la UNL, el vicerrector Hugo Rodríguez Jáuregui afirmó: “Entre los principios reformistas de la Universidad se encuentra la igualdad de posibilidades como de suma importancia. Sin embargo siempre nos referimos en el sentido económico del término y no siempre se tiene en cuenta a las personas con capacidades diferentes. Por eso esta concreción era una deuda pendiente”.
La idea de incorporar la impresora surgió desde el Programa UNL Accesible, dependiente de la Secretaría de Bienestar Universitario de la UNL, para posibilitar mejores condiciones de estudio para los alumnos con discapacidades visuales y para ser utilizada también por organizaciones sociales. “Si algo tiene de característico el Programa UNL Accesible es que genera las condiciones de igualdad para permitir el ingreso a la Universidad de la mayor cantidad posible de estudiantes con discapacidad”, destacó el Secretario de Bienestar Universitario, Alejandro Pivetta.  “Además tenemos que destacar el compromiso que tiene el Programa Padrinos de la UNL que nos permitió hacer esta compra que tenía un costo muy elevado”.

La impresora
Pablo Lecuona forma parte de la Asociación Civil “Tiflonexos”, en la que se dedican a nuevas tecnologías en relación a la discapacidad visual. Fue el encargado de instalar y poner en funcionamiento la impresora, que es la segunda en su tipo en la ciudad.
La forma de operar la impresora es simple y se realiza a partir de un software que viene con la impresora. “Es de muy buena calidad, es importada de Suecia e imprime 350 páginas por hora en braille. Se opera desde Word y el mismo programa que tiene la impresora guía el proceso, por lo que cualquiera sin saber Braille puede trabajar con un texto e imprimirlo”, resaltó Pablo.
Este tipo de impresoras se usan en todo el mundo y el software que viene con la impresora está traducido a varios idiomas. En nuestra ciudad había sólo una en la Asociación Nueva Cultura, y en el país cuentan con impresoras similares en las Universidades de Mendoza, Cuyo y Paraná. “Es súper importante que en un espacio como la universidad se tome el tema de la accesibilidad a los materiales de lectura que es uno de los problemas más grandes que tiene el estudiante con discapacidad visual, contar con las herramientas para estudiar en igualdad de condiciones”, remarcó Lecouna.