Puesta en valor

La UNL y la EPE se unen para la conservación del edificio de Calchines

Viernes 16 de agosto de 2013

La Universidad brindará asistencia técnica para la conservación integral de la casa ubicada en Güemes y Calchines. Será la “puerta de entrada” al Complejo Calchines que planea construir la EPE como un espacio educativo sobre la historia de la electricidad en l

La Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la Empresa Provincial de la Energía (EPE) firmaron un convenio de asistencia técnica para la conservación integral de la casa ubicada en Güemes y Calchines de la ciudad de Santa Fe. La rúbrica fue entre el rector Albor Cantard y el presidente del Directorio, Daniel Cantalejo y se realizó este jueves 15 de agosto en la sede del Rectorado de la casa de estudios.
El destino de este inmueble, que forma parte del remodelado Complejo Calchines y alberga a la Estación Transformadora, al futuro Centro de Distribución Alem y al Área Distribución Santa Fe, será el de un espacio educativo sobre la historia de la electricidad en la región y especialmente, sobre el uso racional de los recursos energéticos.
El acuerdo tiene como objeto brindar asesoramiento técnico especializado a los fines de documentar el estado actual del inmueble, que fuera casa habitación, desde las primeras décadas del siglo XX, del Jefe de la Usina local. Además, se prevé elaborar un plan de trabajo para la conservación del edificio, estableciendo líneas prioritarias de acción que definan criterios, métodos y técnicas de conservación del patrimonio histórico. La Universidad realizará este trabajo a través de un equipo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), con un plazo previsto de 60 días corridos.
Los responsables técnicos designados en el convenio son Laura Tarchini por parte de la UNL, y Hugo Storero por parte de la EPE. Del acto de rúbrica también participaron el decano de la FADU, Miguel Irigoyen, y otros representantes de la EPE.

Complejo histórico y educativo
La idea de la EPE es que el Complejo Calchines funcione como un dispositivo que tenga que ver con la recuperación histórica y como un espacio educativo. “Más allá de lo patrimonial buscamos que genere una propuesta educativa del uso racional de la energía”, consideró Storero. “El complejo va a tener integrado, para sus visitas guiadas, cuestiones como paneles fotovoltaicos, muros y techo verdes, parasoles, entre otras cosas. La idea es que todo funcione como un lugar histórico y educativo. Y la casa que vamos a conservar con la ayuda de la UNL es la puerta de entrada a ese complejo. Que sea un punto de partida del itinerario”, sintetizó Storero.
Por su parte Cantalejo consideró que este convenio “es realmente un desafío de integración, porque hay que vincular el proyecto con la sociedad, en contacto con la Universidad Nacional del Litoral y su comunidad educativa. Nuestra empresa, por ser del Estado, se debe integrar a la comunidad educativa, industrial, comercial, a los vecinos del barrio y a toda la ciudad y hasta como un punto de atracción turística. Por eso estamos muy contentos de dar este paso”.

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