Lab on a Chip

Los microlaboratorios serán el tema del Café Científico de este martes

Viernes 3 de junio de 2011 / Actualizado el lunes 6 de junio de 2011

Desde exámenes médicos hasta controles de aeropuertos son las posibilidades de portar laboratorios en dispositivos del tamaño de una tarjeta. Tecnología del futuro que será explicada en una nueva charla en la Chopería Santa Fe.

Un paciente precisa hacerse un examen médico. Sin moverse de su casa, pone una gota de saliva en un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito. En minutos están listos los parámetros del ensayo y los envía por e-mail al especialista. En cuestión de horas está listo el resultado. ¿Tecnología de ciencia ficción? No, se trata de los Lab on a Chip o microlaboratorios, que se están conociendo poco a poco en nuestro país.
Cuál es el origen de esos avances y cómo funcionan son las preguntas que responderá el profesor Claudio Berli, investigador independiente del CONICET-UNL y profesor titular de la FICH, en una nueva edición el Café Científico, este martes 7 de junio, a las 18:30, en la Chopería Santa Fe.
Según Berli, su intención es explicar los conocimientos aplicados a la miniaturización de los instrumentos de laboratorio, que históricamente ocuparon grandes espacios y enormes cantidades de muestras y reactivos. La tendencia es la reducción de esos laboratorios a tamaños de una tarjeta de crédito o más pequeños aún, lo que en la jerga se denominan “chips” por la similitud con los dispositivos usados en la electrónica.
“En ellos se pueden condensar muchas operaciones que normalmente requieren varias etapas e instrumentos en un laboratorio común. La idea es divulgar también cuál es el origen de estos desarrollos y contar cómo se pueden manipular fluidos en escalas tan pequeñas”, adelantó.
Se trata de la aplicación de los conocimientos relacionados con el manejo de los microfluidos y de las micro y nanotecnologías, que son los procesos usados para fabricar esos pequeños laboratorios. “En nuestro país todo esto es muy nuevo y suena sólo tangencialmente”, acotó.

Lab on a Chip
Berli afirmó que estas tecnologías se denominan “Lab on a Chip” y sirven para realizar análisis de todo tipo. Por ejemplo, para hacer exámenes  médicos y determinar algún tipo de infección.
Al respecto, sostuvo que en estos microlaboratorios subyace la idea de que las personas no deban desplazarse a los centros de salud, sino que permanezcan en sus casas. “La gente puede mandar el resultado de una gota de saliva por correo electrónico o por teléfono, sin tener que moverse. De hecho, son cosas que ya están funcionando en Estados Unidos”, aseveró.
“Pero al ser un elemento portable que se puede trasladar lejos del laboratorio, supone otro tipo de aplicaciones. En control ambiental, uno puede llevar el chip a la boca de un volcán o a la salida de un río. También se puede usar en los aeropuertos para controlar explosivos o drogas”, ejemplificó.

Miniaturización extrema
De acuerdo con el investigador, se trata de dispositivos que poseen “microcanales” tan delgados como un cabello. “El desafío es controlar allí fluidos o reacciones químicas, lo cual ofrece enormes ventajas”, continuó.
Esta idea de miniaturización extrema puede resultar ambiciosa, pero no lo es: “Ya hay muchas operaciones que se condensan en un chip, aunque hay otras que requieren de chips más grandes o de dos o tres. Pero depende de lo que uno se proponga. Toda una habitación llena de instrumentos se puede condensar en una plaquita de unos pocos centímetros”, finalizó Berli.
El ciclo de Café Científico es organizado por la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de Santa Fe junto con la UNL, la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional (FRSF-UTN), la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) y el Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Santa Fe.

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