Entre el 21 y el 25 de septiembre

Más de 200 especialistas del mundo debatirán sobre ríos y estuarios

Jueves 17 de septiembre de 2009

Será en el marco de un simposio internacional sobre la temática que se llevará a cabo en la UNL, organizado por la FICH. Entre otros temas, se abordará la morfodinámica planetaria que busca explicar cómo se modeló la superficie de otros planetas por la acción

Más de 200 ingenieros, matemáticos, físicos, geomorfólogos y biólogos de todo el mundo se reunirán durante una semana en la UNL en el marco del Sexto Simposio sobre Morfodinámica de Ríos, Costas y Estuarios (RCEM, por sus siglas en inglés). El encuentro es organizado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la casa de estudios y la Asociación Internacional de Ingeniería e Investigación Hidroambiental (IAHR).
Para el decano de la FICH, Mario Schreider, “es motivo de orgullo y profunda satisfacción recibir a tan distinguidos visitantes, facilitando un espacio de encuentro para el intercambio de ideas y la búsqueda de soluciones”.
Si bien los intereses de los científicos participantes varían de acuerdo a su procedencia y especialidad, todos los temas que abordarán tienen un eje común: “Analizar los procesos de modelación del paisaje a nivel de la superficie terrestre, tanto  de ríos, costas y estuarios, así como de otros planetas”, según detalló Carlos Vionnet, investigador de la FICH y del Conicet.

Cosas de todos los días
Entre los temas del RCEM hay algunos que son eminentemente científicos e inabordables para aquellos que no son especialistas, pero también incluye otros que son de neta aplicación práctica y de interés para funcionarios responsables del quehacer hídrico, como para aquellos involucrados en la práctica profesional de la ingeniería y la geología.
Para echar luz sobre la cuestión, Vionnet puso como ejemplo al río Paraná a la altura de la ciudad de Santa Fe. “En épocas geológicas, muy posiblemente, su cauce principal estaba del lado de la provincia de Santa Fe y no de Entre Ríos, como ocurre actualmente. Es decir, uno o dos millones de años atrás, todo el sistema conocido en la actualidad como el subsistema fluvial Leyes–Setúbal, estuvo posiblemente ocupado por el cauce principal del Paraná”. Y agregó: “Qué sucedió con la dinámica del cauce principal que culminó ocupando la otra margen de la planicie aluvial es una de las preguntas que bien puede abordarse en simposios de esta naturaleza”.
También hay temas a debatir más estrechamente vinculados a la Ingeniería. “Por qué un río erosiona la margen de una de las orillas y a qué velocidad lo hace, son interrogantes que debemos plantearnos antes de invertir en obras de protección ribereñas, puentes, costaneras u otras estructuras. Pero por encima de todo, nos ponen de manifiesto que para los casos de ríos muy poderosos como el Paraná, no podemos pensar en controlarlos, simplemente debemos aprender a convivir con ellos, no ocupando las áreas que –tarde o temprano– reclama para sí”, detalló Vionnet.

Ejemplos a imitar
De los 200 especialistas que participarán del RCEM, la mayoría proviene de los denominados países desarrollados, en los que los ríos y cursos de agua vienen sufriendo la intervención humana desde hace mucho tiempo. “En los países del Primer Mundo hay una tendencia a volver al estado natural de los ríos. El problema que tienen es que, cuando se preguntan por ése estado en ríos como el Mississippi, en Estados Unidos, se encuentran que no disponen de suficientes registros históricos, porque las intervenciones empezaron hace más de 200 años”, explicó Vionnet. “Entonces vienen a Santa Fe y a otras partes de la Argentina, y estudian el Paraná para luego extrapolar lo investigado y tener así un posible patrón para naturalizar al Mississippi”, agregó. “Hoy en día se está buscando la forma de reconstruir el delta del Mississippi después de la catástrofe ocurrida durante el paso del huracán Katrina”, expresó Marcelo García, coorganizador del evento, docente de la FICH y de la Universidad de Illinois, Estados Unidos.
“Las principales escuelas del mundo hacen sus estudios en laboratorios cuyos equipamientos cuestan millones de dólares. A falta de herramientas tan adelantadas, en la FICH de la UNL tomamos una inteligente decisión hace ya un tiempo: adoptar al río Paraná como el ‘laboratorio’ natural de nuestras experiencias, con lo cual nos equipamos –gracias a subsidios de entes de fomento a la investigación como la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT)- y salimos a estudiar el río propiamente dicho. Ellos estudian modelos a escala, nosotros salimos al río a medir”. “Los modelos computacionales no pueden reproducir adecuadamente todos los procesos que se manifiestan en un río de la escala del Paraná, por lo tanto las mediciones en el campo son extremadamente valiosas”, agregó García.

También de otros planetas
Esta edición del RCEM incluye, por primera vez, una sesión denominada Morfodinámica Planetaria. Por tal motivo, entre la grilla de participantes se cuenta al reconocido científico de la Universidad de Virginia (Estados Unidos), Alan Howard, cuyo viaje a Santa Fe es costeado por la NASA, y que llegará para explicar investigaciones sobre Marte y Titán –un satélite de Saturno-. En palabras de Vionnet, “muchas veces nos preguntamos cómo hace la NASA para saber, por ejemplo, si hubo o hay agua en Marte. El punto es que si creemos que existen leyes universales que gobiernan todos los procesos físicos a nivel elemental, forzosamente se tendrá que verificar que los principios que rigen la mecánica de nuestros ríos o más precisamente, la de nuestras cuencas hidrológicas, son aplicables a los procesos geomorfológicos observados en otros planetas”.
Entonces, “si extrapolamos nuestros conocimientos y le agregamos fenómenos o procesos nuevos como puede ser la craterización -o el impacto de meteoritos- y reducimos la gravedad en un cierto porcentaje, se puede llegar a entender como funcionó el ciclo hidrológico en Marte”, afirmó Vionnet. En tal sentido, el científico argentino ejemplificó: “El río Paraná socava la arena de su lecho –que es cuarzo- la levanta, la suspende, la transporta y la deposita más lejos o más cerca. En otros planetas, en vez del sedimento fino y particulado que transporta el Paraná hay cantos rodados de distintos tamaños formados por hielo, posiblemente metano congelado, que son transportadas por un fluido”.
A nivel nacional, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) también estará representada en el RCEM a través de su especialista, Laura Frulla, que presentará el plan espacial de satélites de observación terrestre que actualmente lleva adelante Argentina. “En lugar de mirar para arriba, al espacio exterior, el país decidió mirar para abajo, estudiando así con poderosos lentes la plataforma terrestre”, expresó Vionnet. “Es importante mostrar lo nuestro, ya que el plan espacial nacional es y debe ser motivo de orgullo de todos nosotros”, concluyó.
 

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