En el MAC

Se exponen dos muestras patrimoniales

Jueves 30 de julio de 2015 / Actualizado el martes 4 de agosto de 2015

"Abstracto Puro", un trabajo colectivo y "Patrimonio Activo", con obras de Beatriz Martín son las dos exposiciones que se pueden visitar hasta el domingo 23 de agosto.

En el mes de agosto se pueden visitar dos exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL, Bv. Galvez 1578. Por un lado, la muestra perteneciente al programa del museo denominado “Patrimonio Activo”, conformada por obras de Beatríz Martin y, por otro, la muestra también patrimonial “Abstracto Puro” con los expositores: Artemio Alisio, Carmelo Arden Quin, Julio Botta, Pepe Cáceres, Aída Chertkoff, Evangelina Cipriani, Fernando Espino, Geraldhyne Fernández, Alejandra Gianello, Hernán Guiraud, Ponchi Insaurralde, Kazutaka , Antonio Llorens, Eduardo Mac Entyre, Nilda Marsili, Lidia Paladino, Cintia Romero, Analia Sagardoy, Norma Siguelboim, Vilma Turconi, Ramiro Viscovich, Mario Zlotnicki.

El arte abstracto

El arte abstracto parte de una mirada recursiva sobre los elementos propios del objeto estético, sus leyes, sus aportes formales, sus elementos y sus materiales, generando lazos entre artista y espectadores, con otros conceptos, con otras pautas de acción y con una franca y definitiva presencia como movimiento artístico.

Se trata de crear de la nada, asumir la asociación de elementos puros de la plástica (forma, plano, espacio, punto, línea, ritmo, color) para así componer desde la construcción primaria de estos objetos de uso estático, desde la invención autónoma y genuina de cada creador.

Estas obras consideradas abstractas, encierran claves puntuales en referencia a la obra misma como objeto, como hecho en sí que se presenta con su elementalidad objetual, que se proyecta con sus fundamentos básicos y objetivos, sin intención de referirse a otra realidad más que la suya propia. Así la presentación concreta se impone a la representación.

Son obras inspiradas en soluciones estructurales, rigor constructivo, realizaciones lúdicas, variedades posicionales en el plano y en el espacio compositivo, aluden al puro objeto plástico. Instrumentos de acción con innumerables posibilidades de invención, se nos muestran sin resabios realistas, sin alusiones conocidas. Los juegos estratégicos de las imágenes abstractas, afloran, se ubican en el espacio, nos revelan sus secretos y nos esconden otros que debemos develar, se depuran consciente e inconscientemente, para ordenarse luego en una nueva dimensión, de un universo corpóreo que se proyecta y reafirma frente a nosotros.

Hay un dominio absoluto de lo estético en estado puro, de la circulación constante de sus elementos, de la utilización a ultranza de los valores plásticos inherentes a la obra misma.

De alguna manera esto que el arte abstracto propone es una forma de desandar los caminos de lo clásico, en donde se aplicaba la gracia, la armonía y la belleza para construir un sistema representativo que celebraba la mímesis con la naturaleza y el mundo exterior. Desandar el camino significó replegarse sobre sí mismos, apuntalar sus propias leyes, construir sobre las rigurosas relaciones de lo visual para erradicar cualquier vestigio de figuración.

Trabajar despojados de todas las pautas tradicionales, ocupó a los artistas en nuevos problemas técnicos y compositivos, así como obligo a reconocer novedades teóricas para aplicar a sus creaciones, así notaron que lo que producían tenía una fuerte ligazón con el conocimiento racional y científico y los desafíos que estos implico para ellos, fueron muchos.

Crear desde “adentro” hacia afuera era el resultado de observar los propios sistemas de lo plástico, y el ordenamiento que se impone desde lo interno, colaborando con la percepción profunda de cada elemento utilizado en las creaciones. Obras que se vislumbran como “independientes”, como fortalezas penetrando el espacio circundante con referencia propia. Se presentan así como testimonios activos, manifiestos autónomos en sí mismos capaces de liberar una energía espacio-temporal en el proceso de su propia construcción.

Estas maneras mencionadas de generar lo abstracto están representadas en las obras que se ponen a consideración del público en esta muestra en las salas del MAC.

Todas ellas son partes del patrimonio propio de este museo, son un relato valioso de las últimas décadas de nuestra escena visual. Son obras en las que nuestros artistas provocaron un pleno dinamismo matérico-estructural y se despidieron de las concepciones anecdóticas.

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