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El miércoles 1 de julio, el rector de la UNL, Albor Cantard, firmó una nueva resolución complementaria a la dispuesta el lunes 29 de junio, en la que se dispuso el cese de actividades académicas, culturales y de extensión hasta el próximo 26 de julio inclusive.
Estas nuevas medidas se basan en recomendaciones efectuadas por el Comité de Salud de la propia casa de altos estudios. Así, se dispuso flexibilizar el régimen de inasistencia del personal de la Universidad y conceder a mujeres embarazadas el permiso para no concurrir a los lugares de trabajo, en virtud de que integran uno de los grupos más vulnerables frente a la enfermedad. En todos los casos, las razones deberán ser informadas oportunamente en el Centro de Salud de la UNL.
Respecto a ese Centro, se establece, además, que la atención respetará las medidas dispuestas por el Plan Provincial de Contingencia de Influenza A H1N1 – Recomendaciones para la Bioseguridad, elaboradas por el gobierno de Santa Fe y se reorganizará el funcionamiento de acuerdo con la situación imperante. En este sentido, se dispuso la apertura de una sala de espera diferenciada para personas con síntomas gripales a fin de evitar contagios, y la prioridad de atención para ese grupo de personas.
Asimismo, en los lugares de atención al público de Rectorado y dependencias de la UNL se seguirán las recomendaciones de bioseguridad sugeridas especialmente evitar el hacinamiento en lugares cerrados.
En el caso de las bibliotecas se atenderá de a uno a los visitantes, evitando las filas extensas de espera; y se inhabilitará el uso de las salas de lectura como tales. Sólo estará disponible el préstamo de libros.
Por último, el Comité de Salud de la UNL resolvió trabajar en la conformación de grupos multidisciplinarios para trabajar en forma conjunta en la información y prevención de enfermedades emergentes.