Los sábados 18 y 25 del corriente en el Foro Cultural Universitario, el Taller de Teatro de la Universidad presentó “Tres ejercicios para actrices”: “Si tengo suerte”, “La que sigue” y “Acuerdo para cambiar de casa”, obras de Griselda Gambaro. Con dirección y puesta en escena de Darío Giles, coordinador del taller, y fotografía de Carlos Klein, los trabajos actorales representaron temáticas de alto contenido social. La mentalidad del género femenino y sus estereotipos se traslucen a través de la dramaturgia de la autora. Así como también la denuncia del discurso médico que regula la construcción de la figura de la locura.
Ironías de mujeres
El salón de la Biblioteca Popular Gálvez fue el escenario de las dos primeras obras. “Si tengo suerte” es una demostración de la justificación que suele aparecer ante el maltrato y la violencia doméstica por parte de las propias víctimas. Creada con sutil sentido del humor, ironía y con prolijas actuaciones –de Griselda Colla y Valeria Noste-, la pieza teatral se desprende de un diálogo entre una joven y una mujer madura de diferentes clases sociales, en el que la relación con los hombres y el deseo son algunas de las concepciones que surgen de la escena. Del mismo modo, “La que sigue” relata el encuentro de una mentalista y su clienta. Esta última ejemplifica el modelo de personas empeñadas en “cuidar las apariencias”, mientras que su interlocutora es una “adivina” preocupada por cobrar sus honorarios y cumplir con su trabajo que parece no ser poco. Cada uno de los roles –interpretados por Silvia Gervasoni y Silvana Comelli- muestran el imaginario de algunas mujeres contemporáneas que creen en “el poder de la mente” capaz de influenciar sus vidas personales.
La locura
Luego de un intervalo, el público reunido en las instalaciones del Foro pudo encontrarse con el director de un nosocomio psiquiátrico de mujeres –Mauricio Spiedo- en la puerta de la sala del primer piso. En ese momento se inicia la obra. Cinco internas conforman una escena nutrida por la ambientación de efectos sonoros y de una adecuada iluminación. “Las locas” y el “médico” evidencian una relación traspasada por la desobediencia y el castigo, la autoridad racional y la locura. El núcleo temático se desata ante la búsqueda de “Acuerdo para cambiar de casa” que propulsa el profesional frente a sus pacientes. Él les promete mayor bienestar en un supuesto próximo hogar, y ellas se resisten. A partir de ahí, la violencia es ejercida desde el lenguaje y la acción por parte de este representante del orden y la verdad. Por lo demás, cabe destacar la labor de las actrices -María Victoria Borgna, Valeria Noste, Griselda Colla, María Paula Noste y Milva Azanza- y del actor potenciada en el montaje de la pieza, dado que no trabajan frente a los espectadores sobre un escenario, sino que se ubican en el centro de la sala con público a ambos lados. De esta manera, dicho público no contempla pasivamente la obra. Por el contrario, en cierta forma, se hace partícipe de la creación artística.
Artesanos del teatro
El emprendimiento del quienes integran el Taller de teatro de la Universidad es posible gracias a la capacidad de combinar ingenio y horas de entrenamiento teatral. La crisis económica los compromete a crear austeras, pero significativas escenografías, emplear escasos recursos y jugarse con tramas de calidad autoral. Diversas costumbres de la vida cotidiana, injusticias y distintos tipos de violencia social recorren las temáticas abordadas por el grupo. La suma de estos elementos convierte al trabajo en una tarea artesanal, y el fruto de tal “artesanía” hace surgir la obra de arte al encontrarse con las expectativas del público.