Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL
Obtuvieron buenos rendimientos de papaya en campos santafesinos
Lunes 26 de febrero de 2007
Hasta hace poco, la provincia era considerada una zona marginal para la producción del mamón. Pero una investigación de la UNL determinó que los rindes pueden ser buenos. Podría ser la puerta para nuevos emprendimientos comerciales.
Además de sus reconocidas cualidades para la agricultura extensiva y la ganadería, las tierras santafesinas también pueden ser un lugar óptimo para el cultivo de especies no tan comunes en estas latitudes, como la papaya, una planta habitual en regiones tropicales y reconocida por el sabor de su fruta.
Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) lograron buenos rendimientos de papaya en campos de nuestra región, y concluyeron que "es viable" el cultivo para fines comerciales.
"El cultivo se comportó mejor que las expectativas que teníamos; realmente, obtuvimos buenos rendimientos y calidad de frutas", contó el Ing. Norberto Gariglio, quien estuvo al frente de esta investigación, encomendada por una empresa a la FCA, con el objetivo de determinar la aptitud de las tierras santafesinas para el cultivo de la papaya o mamón.
"La papaya, o mamón, es un cultivo de origen subtropical, propio de regiones más cálidas. La nuestra es a priori una zona marginal para producirlo", comenzó a explicar Gariglio, quien se desempeña como profesor asociado de las cátedras de Cultivos Intensivos y Fruticultura de la FCA.
Sin embargo, los investigadores evaluaron el crecimiento de híbridos de papaya en tres campos de la región (en Esperanza, en invernadero y a campo, y en una zona de quintas de Ángel Gallardo) y obtuvieron rindes de cerca de 100 kilos en invernadero y 30 kilos en campo, por planta y por año.
El trabajo se denominó "Evaluación de híbridos precoces de papaya para la extracción de látex" y se enmarcó en los Servicios Altamente Especializados a Terceros (SAT) que brinda la UNL a la comunidad.
Fue por eso que el grupo comenzó a estudiar el crecimiento de híbridos de papaya en distintos ambientes, para determinar cómo y cuánto crecían y qué rindes tenían. Luego de preparar los plantines, a partir de semillas híbridas, realizaron las plantaciones en tres sitios diferentes: en el Campo Experimental de Cultivos Intensivos y Forestales (Cecif), en Esperanza, tanto en en invernadero como a campo, y en la zona de quintas de Ángel Gallardo. Los siguieron durante dos años, implementando los manejos tradicionales para este cultivo.
"En Esperanza terminamos y obtuvimos buenos rindes", sintetizó Gariglio. Actualmente, el grupo sigue experimentando en Ángel Gallardo, donde ya hay cultivos con fines comerciales.
"El cultivo es viable en la zona para fines comerciales, y actualmente hay productores que se dedican a esto", indicó el experto. En este sentido, adelantó que están trabajando en distintos proyectos de extensión para promocionar el cultivo en la provincia.
La papaína que se extrae de la papaya (de ahí su nombre) es una enzima proteolítica, que tiene la capacidad de digerir las proteínas de los alimentos (de manera similar actúa la pepsina, una enzima que está presente en nuestro jugo gástrico). Se utiliza en la industria alimenticia como ablandador de carnes, así como en la clarificación de cervezas y otras bebidas; también, en la industria cosmética, textil, papelera y de cuero.
En muchos lugares el fruto de la papaya se destina a la obtención del látex, el principal interés que movilizó a la empresa que encargó el estudio a los investigadores de la UNL.
"Nos limitamos a hacer la evaluación de campo; no sabemos qué rendimiento de papaína obtuvieron. Este trabajo se limitaba a entregarles el látex para que ellos hicieran las evaluaciones", explicó Gariglio.
Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) lograron buenos rendimientos de papaya en campos de nuestra región, y concluyeron que "es viable" el cultivo para fines comerciales.
"El cultivo se comportó mejor que las expectativas que teníamos; realmente, obtuvimos buenos rendimientos y calidad de frutas", contó el Ing. Norberto Gariglio, quien estuvo al frente de esta investigación, encomendada por una empresa a la FCA, con el objetivo de determinar la aptitud de las tierras santafesinas para el cultivo de la papaya o mamón.
"La papaya, o mamón, es un cultivo de origen subtropical, propio de regiones más cálidas. La nuestra es a priori una zona marginal para producirlo", comenzó a explicar Gariglio, quien se desempeña como profesor asociado de las cátedras de Cultivos Intensivos y Fruticultura de la FCA.
Sin embargo, los investigadores evaluaron el crecimiento de híbridos de papaya en tres campos de la región (en Esperanza, en invernadero y a campo, y en una zona de quintas de Ángel Gallardo) y obtuvieron rindes de cerca de 100 kilos en invernadero y 30 kilos en campo, por planta y por año.
El trabajo se denominó "Evaluación de híbridos precoces de papaya para la extracción de látex" y se enmarcó en los Servicios Altamente Especializados a Terceros (SAT) que brinda la UNL a la comunidad.
El trabajo
Interesada en una de las potenciales aplicaciones de la papaya, una empresa comercializadora de insumos para la producción hortícola encomendó a un grupo de investigadores de la FCA la evaluación agronómica del cultivo. Dicho de otra manera: saber si la planta puede crecer o no en tierras santafesinas.Fue por eso que el grupo comenzó a estudiar el crecimiento de híbridos de papaya en distintos ambientes, para determinar cómo y cuánto crecían y qué rindes tenían. Luego de preparar los plantines, a partir de semillas híbridas, realizaron las plantaciones en tres sitios diferentes: en el Campo Experimental de Cultivos Intensivos y Forestales (Cecif), en Esperanza, tanto en en invernadero como a campo, y en la zona de quintas de Ángel Gallardo. Los siguieron durante dos años, implementando los manejos tradicionales para este cultivo.
"En Esperanza terminamos y obtuvimos buenos rindes", sintetizó Gariglio. Actualmente, el grupo sigue experimentando en Ángel Gallardo, donde ya hay cultivos con fines comerciales.
"El cultivo es viable en la zona para fines comerciales, y actualmente hay productores que se dedican a esto", indicó el experto. En este sentido, adelantó que están trabajando en distintos proyectos de extensión para promocionar el cultivo en la provincia.
Para qué papaya
Además de ser famosa en dulces (el mamón en almíbar), la papaya tiene otros usos, algunos de ellos industriales. Uno tiene que ver con la alta concentración de papaína, una enzima presente en el fruto, con distintas aplicaciones que van desde el uso medicinal hasta la producción frigorífica.La papaína que se extrae de la papaya (de ahí su nombre) es una enzima proteolítica, que tiene la capacidad de digerir las proteínas de los alimentos (de manera similar actúa la pepsina, una enzima que está presente en nuestro jugo gástrico). Se utiliza en la industria alimenticia como ablandador de carnes, así como en la clarificación de cervezas y otras bebidas; también, en la industria cosmética, textil, papelera y de cuero.
En muchos lugares el fruto de la papaya se destina a la obtención del látex, el principal interés que movilizó a la empresa que encargó el estudio a los investigadores de la UNL.
"Nos limitamos a hacer la evaluación de campo; no sabemos qué rendimiento de papaína obtuvieron. Este trabajo se limitaba a entregarles el látex para que ellos hicieran las evaluaciones", explicó Gariglio.