En Santo Tomé

Peligra el edificio del primer instituto del CONICET

Martes 12 de abril de 2005

El INALI fue fundado por el propio Bernardo Houssay, en 1962. El Salado está socavando sus cimientos. Ya trasladaron parte de los laboratorios.

Visitar hoy el Instituto Nacional de Limnología (INALI, CONICET-UNL) puede resultar una experiencia contradictoria. Por un lado, ostenta una serie de orgullos innegables, como haber sido el primer instituto de investigaciones científicas del país, poseer una de las bibliotecas de limnología más importantes de la Argentina y haber sido inaugurado nada menos que por el propio Bernardo Houssay, en sus épocas de primer presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Pero el final de esta historia no es tan brillante como su comienzo. Desde hace algunos años, la gente que trabaja en el INALI ve cómo, de a poco, el río Salado se está "llevando" parte de los cimientos de uno de los edificios más históricos de la ciencia argentina. Exactamente desde que la inundación del 2003 conmovió al país, el instituto inaugurado por Houssay comenzó a rendirse ante la furia del río, que desde hacía tiempo venía socavando esta parte de la costanera santotomesina.

"La situación es grave, y la vivimos con mucha angustia", dijo la MSc. María Julieta Parma, actual directora del INALI. Esto provocó que parte del edificio -que se recuesta justo sobre el borde oste de la Costanera de Santo Tomé- ya haya sido evacuado a otras dependencias del mismo predio, ante la inminente posibilidad de que el agua provoque una tragedia.

El comportamiento del río

Desde hace unos años, el río Salado comenzó a modificar su cauce y a recostarse sobre la Costanera. De a poco socavó parte de los terrenos costeros, comprometiendo no sólo al edificio del INALI sino a otros emblemáticos paseos santotomesinos. En el 2003, la inundación agravó una situación que ya se presentaba como crítica.

"Las obras no se hicieron en su momento, y cuando vino la inundación surgió la necesidad de financiar toda la defensa de la obra, no sólo del INALI. Pero esto se demoró y ahora tenemos que evacuar gran parte del edificio", dijo Parma.

Hoy ya se trasladaron nueve laboratorios que estaban ubicados próximos a la zona del río y otros quedaron "seriamente comprometidos", además de la Dirección y la Administración. "Lo que hicimos fue trasladar personal a otras dependencias que funcionan como improvisados laboratorios, con los lógicos inconvenientes que plantea esta situación para el normal funcionamiento de los proyectos en desarrollo", agregó la directora.

El problema mayor es que, con las últimas lluvias, "lo queda de estructura de hormigón está colapsado o a punto de colapsar", como sucedió con las precipitaciones de mediados de marzo, que provocaron el derrumbe de un sector de 10 metros por 2 de la barranca.

Mientras tanto, "estamos poniendo en práctica las medidas que sugirieron investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL: impermeabilizamos el sector, para evitar que la lluvia hidrate en exceso el suelo; y bolseamos otro, pero en todos los casos sólo son paliativos. Los desmoronamientos se siguen produciendo y los socavones se agrandan día a día", se lamentó la investigadora.

Por estos días, Parma aguarda una definición y una aceleración de los tiempos para la construcción de la defensa costera, mientras se buscan otros lugares en donde puede instalarse el Instituto, al menos provisoriamente. "El INALI necesita tener un edificio nuevo; por lo pronto deberemos solucionar esta coyuntura y trasladarnos provisoriamente a otro lado", manifestó.

La historia

El edificio del INALI se inauguró en 1962. Fue el propio Bernardo Houssay, en homenaje a cuyo nacimiento se conmemora mañana el Día del Investigador, quien cortó la cinta celeste y blanca, una imagen que quedó inmortalizada en una foto que hoy custodia una de las paredes del instituto.

"Tenemos una historia muy importante detrás, y el compromiso de ser uno de los institutos de Limnología más completos del país. Por eso vivimos todo esto con mucha angustia", explicó Parma.

"El Instituto realizó un gran crecimiento académico en los últimos años, incluso a partir de su doble dependencia con la UNL. Ha incrementado en forma notoria sus proyectos de investigación, el número de investigadores; es la primera vez que el INALI cuenta con la cantidad de becarios de CONICET que hoy tiene", dijo la directora. Por todo eso, continuó, "el esfuerzo y el desafío es tratar de no desmembrar esto para poder seguir funcionando y cumplir con los numerosos proyectos que tenemos en marcha".

Agenda