Efeméride
Por una salud con derechos
Martes 28 de mayo de 2002
El martes 28 de mayo se conmemorará en todo el mundo el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. La UNL contribuye con la problemática a partir de la ejecución de distintos Proyectos de Extensión de Interés Social.
Con la consigna de que la salud de las mujeres sea un derecho reconocido y respetado por cada uno de las habitantes del planeta, este 28 de mayo volverá a celebrarse en todo el mundo el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.
La fecha se instituyó en 1987, en el marco del IV Encuentro Internacional Mujer y Salud, donde se acogió una propuesta de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe. Se trató – y aún se trata – de una demanda universal para que el derecho a la salud de las mujeres sea reconocido y respetado como uno de los derechos humanos más fundamentales. En este camino, que busca entre otras cosas generar conciencia, la Universidad Nacional del Litoral impulsa una serie de trabajos de investigación que apuntan a promover el reconocimiento del derecho a la salud como derecho de la ciudadanía; contribuir a la sensibilización de la sociedad en general en la materia; y sostener la importancia de que las mujeres sean reconocidas y se reconozcan a sí mismas como sujetas de derechos, con capacidad para exigir el respeto que merecen.
Se trata de los Proyectos de Extensión de Interés Social (PEIS) (convocatoria 99/2000) Formación de promotores de salud para promover el diagnóstico precoz y evitar los factores de riesgo de tumores ginecológicos; Formación de capacidades autogestivas en la salud reproductiva de los/las jóvenes; y el más reciente Programa Género Sociedad y Universidad, que contempla distintas líneas de acción vinculadas a la docencia, la extensión y la investigación.
Este derecho, según Molina, “debe ser concebido como un derecho de ciudadanía, de mujeres y hombres, quienes deben poder ejercerlo en plenitud y sin restricciones a lo largo de toda su existencia”. En este sentido, la docente considera que cualquier otro derecho resulta impensable sin manejar y asumir el de ciudadanía, ya que “debemos comprender la ciudadanía como la titularidad y el ejercicio de los derechos ciudadanos, es decir, derechos civiles, políticos, económicos, sociales y todos aquellos que han ido validándose en las épocas recientes, como los sexuales y reproductivos”.
Finalmente, Molina manifestó que en el actual contexto no se ha logrado que se respeten derechos esenciales que hacen a la salud de la mujer, como el acceso a la información y a los servicios de atención gratuitos o de bajo costo; el ejercicio de una salud sexual y reproductiva sana, libre de violencia y coerción; estar informadas para regular su fecundidad con métodos eficaces, seguros y asequibles; recibir una atención de salud de la más alta calidad en el embarazo, parto y otros momentos de su vida sexual y reproductiva; compartir las responsabilidades de la sexualidad y la reproducción con la pareja; protegerse de infecciones de transmisión sexual; y participar igualitariamente en las instancias de decisión del área de la salud.
La fecha se instituyó en 1987, en el marco del IV Encuentro Internacional Mujer y Salud, donde se acogió una propuesta de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe. Se trató – y aún se trata – de una demanda universal para que el derecho a la salud de las mujeres sea reconocido y respetado como uno de los derechos humanos más fundamentales. En este camino, que busca entre otras cosas generar conciencia, la Universidad Nacional del Litoral impulsa una serie de trabajos de investigación que apuntan a promover el reconocimiento del derecho a la salud como derecho de la ciudadanía; contribuir a la sensibilización de la sociedad en general en la materia; y sostener la importancia de que las mujeres sean reconocidas y se reconozcan a sí mismas como sujetas de derechos, con capacidad para exigir el respeto que merecen.
Se trata de los Proyectos de Extensión de Interés Social (PEIS) (convocatoria 99/2000) Formación de promotores de salud para promover el diagnóstico precoz y evitar los factores de riesgo de tumores ginecológicos; Formación de capacidades autogestivas en la salud reproductiva de los/las jóvenes; y el más reciente Programa Género Sociedad y Universidad, que contempla distintas líneas de acción vinculadas a la docencia, la extensión y la investigación.
Los derechos
“El derecho a la salud implica gozar del más óptimo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o malestar”, explicó la docente Adriana Molina, quien al respecto agregó que “se trata de un concepto amplio, integrador, en el cual debemos incluir a los demás derechos sexuales y reproductivos”.Este derecho, según Molina, “debe ser concebido como un derecho de ciudadanía, de mujeres y hombres, quienes deben poder ejercerlo en plenitud y sin restricciones a lo largo de toda su existencia”. En este sentido, la docente considera que cualquier otro derecho resulta impensable sin manejar y asumir el de ciudadanía, ya que “debemos comprender la ciudadanía como la titularidad y el ejercicio de los derechos ciudadanos, es decir, derechos civiles, políticos, económicos, sociales y todos aquellos que han ido validándose en las épocas recientes, como los sexuales y reproductivos”.
Finalmente, Molina manifestó que en el actual contexto no se ha logrado que se respeten derechos esenciales que hacen a la salud de la mujer, como el acceso a la información y a los servicios de atención gratuitos o de bajo costo; el ejercicio de una salud sexual y reproductiva sana, libre de violencia y coerción; estar informadas para regular su fecundidad con métodos eficaces, seguros y asequibles; recibir una atención de salud de la más alta calidad en el embarazo, parto y otros momentos de su vida sexual y reproductiva; compartir las responsabilidades de la sexualidad y la reproducción con la pareja; protegerse de infecciones de transmisión sexual; y participar igualitariamente en las instancias de decisión del área de la salud.