Ciencia y Técnica

Proponen regar cultivos con aguas del Río Coronda

Viernes 4 de agosto de 2006

Investigadores de la UNL estudian la viabilidad de la instalación de un sistema de riego suplementario en los distritos de Monje y Barrancas. La disponibilidad de agua de río permitiría reducir el riesgo por condiciones climáticas y optimizar el rendimiento de

El crecimiento de la actividad agrícola en las últimas décadas obliga a los productores a plantearse el desafío de cómo sostener y aumentar el rendimiento de los cultivos. El agua disponible es un factor crucial en este punto, ya que existen períodos de sequía que ponen en riesgo la inversión agrícola y que impiden incorporar nuevas áreas cultivables o aumentar los volúmenes de producción.

Productores locales e investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) diseñaron un proyecto de riego suplementario para el departamento San Jerónimo con agua del Río Coronda Á‚"“brazo del Paraná-, que permitiría sortear el riesgo climático conservando la calidad de los suelos.

Si bien el régimen de lluvia anual de la región es equilibrado existen períodos de déficit hídrico que provocan rendimientos notablemente inferiores de trigo, maíz y soja. Ante este problema, los científicos comenzaron a buscar fuentes de agua y concluyeron que la cantidad y calidad química del agua del Coronda permitiría su uso para riego de cultivos.

"El sistema de riego propuesto consiste en una toma de bombeo, una red de canales -principales, secundarios y terciarios- que abastecen de agua a cada predio de las 10.500 ha afectadas y una toma parcelaria desde la que pueden controlarse los caudales. Unos 100 productores serían los beneficiarios directos de esta obra", explicó el Ing. Roberto Marano, quien dirige al equipo de investigadores que formularon el proyecto.

Viabilidad económica

La realización de este proyecto implica una inversión que en 1998 fue calculada en 10,3 millones de dólares, de los cuales un tercio corresponde inversión pública y el resto a inversión privada. Dados los cambios económicos que se sucedieron estas cifras están siendo reactualizadas para ponerlas a la espera de una decisión política del gobierno provincial de concretar la obra.

Si bien se trata de una inversión millonaria el incremento de los rendimientos junto con la conservación del recurso natural justifican su ejecución. Otro factor a favor de la obra es la Ley 11.873 de riego colectivo con aguas superficiales, que entró en vigencia en el 2000, que prevé la conformación de una asociación de usuarios y el pago de las obras por sistema de contribución de mejoras. Esto quiere decir que la obra es realizada por el gobierno provincial y luego les cobra a los contribuyentes directamente afectados.

Uno de los mayores impactos positivos del riego es la posibilidad de incorporar en la rotación agrícola al maíz. Este es uno de los más riesgosos cultivos y, dado que su rentabilidad depende de niveles altos de productividad, se suele descartar en la rotación agrícola. Con un adecuado riego el riesgo no desaparece, pero se estabiliza y es mínimo. Cuando el maíz se incorpora a la rotación, se logra una calidad de suelo mayor que cuando sólo se produce trigo Á‚"“ soja o únicamente soja.

Aporte académico

"El rol de la Facultad es transferir conocimiento; esto implica, por ejemplo, realizar un diagnóstico de las principales limitaciones en los sistemas productivos, evaluar los diferentes recursos involucrados (suelo, clima, agua, modos de producción) y proponer alternativas de solución sin descuidar los estudios de impacto ambiental donde comprobamos los aspectos positivos y negativos del proyecto", sostuvo el docente.

Además de estos estudios, la FCA tiene a su cargo la capacitación de los usuarios del sistema. "Vamos a elaborar manuales que permitan hacer el mejor uso posible de la obra. Para esto hay que explicar y dar información de cómo, cuándo y cuántos milímetros regar", agregó.

Estas tareas están a cargo de un equipo liderado por el Ing. Marano e integrado por el Ing. Miguel Pilatti, el Lic. Horacio Potente y la Ing. Sonia Sánchez. Recientemente la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación aprobó la financiación del proyecto.

Sin embargo, el trabajo conjunto entre productores y académico se remonta a 1998 cuando el gobierno de Santa Fe, a través del convenio con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), solicitó a la FCA que elabore un estudio de prefactibilidad técnica y económica del sistema de riego propuesto.

Otros beneficios

La puesta en marcha de este proyecto no sólo promueve mejores condiciones económicas, sino también ambientales y sociales. El buen funcionamiento del sistema requiere del compromiso de los productores y de su trabajo común en un consorcio de regantes para atender las necesidades de la red externa. Experiencias similares pueden encontrarse en zonas con gran tradición de riego, como es la región de Cuyo.

El mercado laboral también se vería beneficiado, ya que se incrementaría la cantidad y calidad de puestos de trabajos, debido a la tecnología incorporada y a la necesidad de operación y mantenimiento de canales, maquinaria, bombas, etc.

En la zona hay ejemplos para poner a la vista sobre los beneficios de un sistema de riego con agua superficial, como es el caso de dos productores que realizaron esta obra por sus propios medios y se encuentran muy satisfechos por la inversión realizada. "La ventaja de estos casos éxitosos es que al ver cómo funciona el sistema, ellos mismos se transforman en promotores", añadió Marano.

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