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La laguna de la Reserva Ecológica que se encuentra en Ciudad Universitaria, en Costanera Este, y que es administrada conjuntamente por la UNL y la Fundación Hábitat & Desarrollo, se encuentra desbordada debido a las frecuentes lluvias y la creciente de la laguna Setúbal. “El desborde causó el anegamiento de buena parte de los senderos, por lo cual la Reserva tuvo que cerrar momentáneamente sus puertas al público”, informó la coordinadora del lugar, Alba Imhof.
“La inundación no afecta a la estructura edilicia de la Reserva, sólo a los caminos”, amplió la docente de la FHUC y resaltó que “estos anegamientos son parte del ciclo normal de un ambiente del valle de inundación, lo cual implica para la Reserva un aporte de recursos para las especies que allí habitan y para las que se acercan dada la disponibilidad de agua y alimento”.

Positivo para las especies
Asimismo, desde la Fundación Hábitat & Desarrollo explicaron que este proceso natural favorece el desarrollo de especies acuáticas o de zonas húmedas, ya que allí predomina la vegetación propia del valle de inundación del río Paraná. Además, la repetición periódica de inundaciones mantiene controlado el desarrollo de plantas exóticas invasoras, como la Cardencha (Dipsacus fullonum) y el Ricino (Ricinus communis), cuya expansión puede volverse problemática en un área natural protegida.
En este sentido, los encargados del área aclaran que “si hay más peces en la laguna también habrá más aves pescadoras como garzas, biguás, martín pescadores y macacitos. Por la misma razón, las jóvenes tortugas acuáticas que nacieron durante esta temporada podrán crecer rápidamente y llegar al invierno con fuerza y grasa acumulada”.
Por ello, las autoridades de la Reserva Ecológica sugieren que, “para poder apreciar los cambios que sobrevienen después de una inundación”, se visite este espacio una vez que se hayan reabierto sus puertas, ya superado este proceso natural.