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Hasta el 18 de diciembre, se expone la muestra “Túnel Subfluvial Hernandarias: ícono del desarrollo Mesopotámico”, en el hall del Rectorado de la UNL. Organizada por el Museo y Archivo Histórico Marta Samatan, la exposición comprende unas 300 fotografías donadas por la profesora Myriam Carnaval de Vega.
Bajo la coordinación general de Margarita Panza, la muestra propone “un recorrido por el proceso de la construcción del Túnel. Las imágenes trascienden la visión del plano, para cobrar tridimensionalidad, con contraluces y contrastes, que conmueven y sensibilizan al espectador”, apuntó al respecto Stella Scarciófollo, directora del Museo.

Historia
La necesidad de vencer el aislamiento geográfico impuesto por el río Paraná dio lugar a la construcción del Túnel Subfluvial Hernandarias, puerta que no sólo conectó a Paraná, sino también a la Mesopotamia con el resto del país. Es el primero y único en el mundo de su tipo.
El 15 de junio de 1960 los gobernadores de Entre Ríos, Raúl Uranga, y Silvestre Begnis de  Santa Fe suscribieron un tratado histórico interprovincial para la construcción de un túnel carretero subfluvial. En marzo de 1962, después de que el presidente Arturo Frondizi colocara la piedra fundamental en la costa santafesina, se dio comienzo a las obras. El 11 de diciembre de 1965 la obra fue visitada y recorrida por el presidente de la Nación Artura Illia, acompañado por el gobernador santafesino, Aldo Tessio.
Su construcción llevó siete años de trabajo. Casi dos mil hombres dirigido por 12 ingenieros, entre los cuales estaba el Ing. Vega, autor de este registro fotográfico, que hoy forma parte del Patrimonio del Museo y Archivo Histórico de la UNL.
Fue inaugurado el 13 de diciembre de 1969 con el nombre de Hernandarias en honor a Don Hernando Arias de Saavedra, primer gobernador criollo del Río de la Plata. A partir de 2001 lleva el nombre Uranga-Sylvestre Begnis, en honor a los gobernadores de ambas provincias que hicieron posible la concreción del proyecto.