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“Repensar la ciudad quiere decir preparar un futuro en el que haya ganas y posibilidad de pensar en el bienestar y en la calidad de vida. Un futuro en el cual los jóvenes sientan aún el estremecimiento, la emoción, el deseo de traer niños al mundo”. Francesco Tonucci
¿Cómo quisiéramos que sean nuestros barrios? ¿Cómo sería un barrio en el que todo fuera gigante? ¿O muy pequeño? ¿Qué cosas se podrían hacer? ¿Y si algunas cosas fueran invisibles?
Como parte del cierre de un Proyecto de Extensión de Interés Institucional que trabaja con la organización La Poderosa y la Asociación Civil Construyendo Futuro, se buscó abrir la conversación sobre los propios barrios con los niños y niñas, a partir del juego. Así fue como en un mapa gigante de la ciudad, pudieron crear y ubicar sus iniciativas imaginarias junto a las geografías reales y existentes (zonas de juego libre, lugares de circulación, espacios de cuidado, lugar para los afectos y saberes, entre otros).
Participaron de la experiencia más de 40 niñas y niños de los barrios Chalet, Juventud del Norte y Barranquitas Oeste que dibujaron y contaron cómo son sus barrios y qué cosas cambiarían para que sean más acordes a sus deseos, sus maneras de habitarlos y de ser. El escenario fue el Museo de la Constitución, donde las infancias realizaron un recorrido guiado y participaron del dispositivo lúdico “Postales de mi barrio futuro”.

Mi barrio futuro: postales y deseos
La Prof. Romina Biotti forma parte del equipo que rediseñó “Postales de mi barrio futuro”, un juego basado en líneas de trabajo del programa “Cultura Científica” de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL. Ella cuenta que “lo interesante de este dispositivo –que se adaptó de uno preexistente– es que se hizo en conjunto con voluntarios y referentes de los barrios que participan del proyecto. Fue un trabajo muy lindo, donde todos aprendimos y de hecho hoy seguimos aprendiendo. Nos parece relevante trabajar en estas edades (5 a 12 años), a partir de la pregunta y la creatividad. Buscamos aprovechar eso: jugar con la creatividad, con las preguntas y también con la esperanza respecto del futuro y de cómo queremos nuestros barrios en la ciudad de Santa Fe”.
A través de una serie de fichas y consignas que guiaron formas de expresión como la escritura, el dibujo y el collage, las niñas y los niños pudieron pensar desafíos e imaginar soluciones a lo que perciben como problemas en sus barrios ¿Como serían barrios más habitables, construidos de manera colectiva por las personas que viven allí?
En este contexto, “Postales de mi Barrio Futuro” se transforma en una oportunidad para abrir un diálogo. El objetivo final es garantizar una educación inclusiva, de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje a los niños y niñas que concurren a estas instituciones. La base es el trabajo sostenido desde el año 2020, a través de actividades de apoyo educativo semanal y de actividades lúdicas que se llevaron adelante tanto en las instituciones como en espacios de la UNL como el Foro Cultural y la Reserva Ecológica.

El Voluntariado
Estefanía Bogner, forma parte de Construyendo Futuro y se refirió en este sentido a la importancia del voluntariado. Expresó que “las chicas son fundamentales, nos ayudan mucho en la institución. Siempre traen propuestas diferentes dependiendo de la demanda de cada niño y situación. Es muy importante para nosotros y esperamos que pueda seguir mucho tiempo más, porque es la idea que todos los niños puedan aprender, jugar y divertirse en estos espacios. Sobre todo ayudar a las familias, que son las que lo necesitan”.
Más de cien estudiantes de diversas carreras de la UNL han participado del Programa de Voluntariado de la UNL en vinculación con las distintas etapas de este Proyecto, desde sus inicios hasta la fecha. Docentes de las Facultades de Ciencias Jurídicas, Humanidades y Ciencias, Ingeniería Química y Ciencias Médicas acompañan el proceso.
Ricardo Piedrabuena es el referente del Espacio de Educación de La Poderosa en Santa Fe. “Hace cuatro años que venimos trabajando de manera conjunta con el proyecto de extensión, junto a los chicos del voluntariado”, cuenta. “Esto nos da una ayuda muy importante. Estamos con el apoyo escolar y tenemos el gran objetivo de volver a la educación popular, a jugar y a aprender, todo con los niños (...) hoy los niños imaginaron cómo sería un barrio mejor, con arco iris, juegos en las plazas –que en los barrios no hay–  y muchas cosas fantasiosas como tener animales de cuentos de hadas (…) Una gran imaginación tienen los niños”.

¿Qué cambiarías?
Para muchos niños y niñas, las mejoras necesarias en sus barrios pasan la transitabilidad de las calles que son de ripio o tierra, el tratamiento de los residuos (“un barrio limpio, sin basura”) y el marcado deseo de más espacios verdes y públicos como plazas, donde pueda haber juegos instalados pero también canchas donde desarrollar deportes de manera colectiva (con el fútbol como estrella indiscutida).
Julian (11 años) de Barranquitas Oeste dice: “Mi barrio es tranquilo (...) mis calles son todas con piedras y quiero arreglar eso. Dibujé una cancha, quiero que quede combinada con la plaza”. La necesidad de más y mejor seguridad también se percibe a través de los dibujos y relatos de estas infancias. Asimismo, hacen referencia a necesidades básicas como la electricidad y habitacionales, además de registrar el acceso a nuevas tecnologías como base de la comunicación y el derecho al entretenimiento. En este sentido Francesca (10) de Juventud del Norte, cuenta: “Dibujé una casa con antenas, porque no quiero que se vaya Internet. Me parece importante usar Internet para hacer las tareas y jugar, buscar música, videos. También llamar por teléfono. Mi barrio es grande, tiene muchas casas y flores. Me gustaría cambiar las casas, porque son grandes y me dan miedo las alturas. Me gustaría que las casas sean más chiquitas. También me gustaría que no se corte la luz –eso pasa a veces– porque me da miedo la oscuridad y no puedo usar Internet”.

Próximas acciones
El proyecto continuará sus líneas de trabajo durante el 2024 bajo el formato de un Proyecto de Extensión, que sumará a las infancias de la institución CILSA del barrio Varadero Sarsotti. El desafío es poder continuar trabajando por los derechos de las infancias, que sin dudas merecen ser oìdas en sus aportes de soluciones creativas a los retos del barrio y la ciudad donde viven.