En 20 barrios

Ya se distribuyeron 1.500 libros en las Bibliotecas de la cuadra

Miércoles 30 de diciembre de 2009

Con diez nuevas bibliotecas en 2009 se expande por la ciudad la iniciativa de promoción de la lectura impulsada por la Universidad, LT 10 y la Municipalidad de Santa Fe. Las últimas entregas fueron en Alto Verde, Los Troncos y Barrio Chaqueño.

Se completó la serie de entregas de “Bibliotecas de la cuadra” correspondiente a 2009. La iniciativa de la Universidad Nacional del Litoral, LT 10 y el Gobierno de la ciudad de Santa Fe sumó tres nuevos barrios: Alto Verde, Los Troncos y Barrio Chaqueño.
En total hay 20 bibliotecas distribuidas en la ciudad que cuentan con unos 1.500 libros disponibles y administrados por los propios vecinos.
El emprendimiento fue posible gracias a las donaciones de la Fundación Noble, el Ministerio de Educación de la Nación y las editoriales Gedisa, Planeta y del Eclipse. El programa Padrinos de la UNL también donó material que completó el catálogo que se entrega a cada bibliotecaria.
El mobiliario, por otra parte, fue construido por los talleres de la Escuela Industrial Superior (EIS).

Lo que se viene
El plan continuará sus actividades en 2010 con el objetivo de mantener y consolidar las 20 bibliotecas que actualmente se encuentran en funcionamiento. En el mismo sentido, la propuesta se complejizará a través de actividades en espacios públicos y rutinas de narración. “Contamos ya con 20 lugares donde desarrollar nuevas estrategias convocantes en el barrio”, adelantó José Volpogni, director del plan de promoción de la lectura de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNL.
Dentro de la misma línea de trabajo, la UNL ofrece para el verano actividades dentro del programa “Universidad abierta por vacaciones”. En el Predio UNL – ATE, Alicia Barberis trabajará en la narración oral para niños con “Historias de brujas” y, por otra parte, Martín Duarte, hará una convocatoria de lectura de su publicación “20 canciones desesperadas y ningún cuento de amor”. 

Más que libros
“Impulsar la lectura no es regalar libros porque son las actividades, las donaciones, los vínculos que se generan lo que hace que el libro llegue a la gente”, destacó Volpogni.
En este sentido enfatizó que incorporar la lectura como un hábito, como una búsqueda de sentido tiene que formar parte de la agenda de las instituciones y es una de las condiciones básicas para la construcción de ciudadanía.
“En el caso de las bibliotecas también existe el valor agregado de los vínculos que se generan entre vecinos, a partir del manejo de un bien cultural como es el libro”, reflexionó.

Agenda