UNL Noticias

Atravesados por la pandemia de Coronavirus, es todavía incierto pensar en una programación y estreno para la obra de la Comedia Universitaria, pero no ha impedido realizar acciones que le permitieran consolidar la propuesta y el trabajo en equipo. Fue clave e importante en este proceso, los diez ensayos exploratorios y de improvisación realizados antes del inicio de la cuarentena, que permitieron armar la estructura y textos de la obra que tiene como protagonistas a Javier Bonatti y Julieta Vigo. 
“Las Hortensias también mueren, es una propuesta en la que intervienen muchas voces, muchas visiones, muchas identidades y estamos trabajando en la máquina que bordea el hecho teatral vivo, de cuerpo presente, pensando en todos los detalles hasta que podamos volver a encontrarnos y empezar a materializar las propuestas en los ensayos” señaló el director Lautaro Ruatta quien se mostró entusiasmado por la oportunidad y por el compromiso asumido por los profesionales destacados, que integran el equipo. 

Una oportunidad para trabajar juntos
“La convocatoria de la comedia nos obligó a pensar y armar en nuestra cabeza quienes queríamos que nos acompañen y así fueron surgiendo los nombres de los que hoy forman parte de este grupo” señaló Javier Bonatti. Al respecto, Julieta Vigo destacó que “el teatro no es solo texto y como nos propusimos además de actuar, cantar, coreografiar buscamos a los mejores referentes con los que siempre quisimos trabajar”.
De esta manera, y con las posibilidades que brinda la virtualidad fueron conformando el  equipo para ir pensando juntos cada uno de los aspectos desde lo musical, vocal, sonoro, escenografía, vestuario y maquillaje.
Integran el equipo de trabajo Ariel Gaspoz, como asistente de dirección; Florencia Fierro y Alejandrina Echarte en diseño escenográfico; Lucía de Frutos en vestuario y utilería: Mariana Gerosa en maquillaje y utilería; Diego López, en diseño lumínico y operación de luces; Pablo Martínez y Ariel Gaspoz en construcción de estructuras; Gabriela Lavagnino en coreografías y aprestamiento corporal; Cintia Bertolino en entrenamiento vocal; Franco Bongiovanni en diseño sonoro y composición musical; Pablo Martínez en fotografía: Florencia Russo y Ariel Theuler en la producción y coordinación desde la Dirección de Extensión Cultural de la UNL. 

Explorar, imaginar y proyectar
Cada área, fue trabajando de manera individual, explorando, buscando referencias, compartiendo ideas en reuniones virtuales y realizando algunas pruebas en la medida de lo posible. Conversando sobre esta experiencia, Lucía de Frutos, responsable de vestuario remarcaba que “este proceso, va a hacer que la obra tenga una particularidad propia cuando volvamos a los ensayos reales, ya que todo lo que fue apareciendo fue sin que haya notas de ensayos que era a lo que estábamos acostumbradas. Esta situación, nos obligó a hacernos de otros puntos de información, para poder ir construyendo conceptualmente y poder entender las necesidades de los actores y del director. Si bien hoy tenemos colores, no tenemos situación de acción en el espacio” concluyó.
La suspensión de los ensayos y la imposibilidad de conocer, recorrer la sala implicó un gran desafío en el inicio del trabajo para Florencia Fierro y Alejandrina Echarte responsables de proyectar la puesta escenográfica “no fue fácil, y la virtualidad no es lo mismo, pero ya estamos en un momento de ajuste de “proyecto” a realidad, es nuestra primera experiencia y ahora vemos que todo empieza como a plasmarse y que cuando lo podamos ensamblar será maravilloso”.
Situación similar se planteó para Diego López, responsable de la iluminación, que aprovecho este tiempo, para conocer y entender las necesidades para poder avanzar. “Hay mucho de trabajo de la imaginación o de la búsqueda de información o de posibles imágenes que tengan algo que ver con lo conceptual”.
Para Gabriela Lavagnino, esta propuesta es “una invitación a compartir el mundo que habito y me habita desde siempre, el lenguaje de la danza y el movimiento, el cuerpo como instrumento de creación y expresión. Así, volcando mi experiencia, casi como una excusa, ayudó a encarnar a los personajes que están construyendo Javier y Julieta”. 

Sin lugar a dudas, el trabajo en equipo y la posibilidad de aprovechar este tiempo para proyectar cada detalle ha sido muy significativo para el avance de la obra. Queda, en espera aún, el reencuentro esperado en la sala que “las hortensias” necesita para proyectarse en escena y encontrarse con el público.

Una escena abierta
Para conocer más sobre la historia de la comedia universitaria, las obras y sus directores se desarrolla un ciclo audiovisual que se puede ver desde el canal de YouTube de la Secretaría de Extensión Social y Cultural y redes sociales de @agendaculturalUNL. Se estrenan cada 15 días, en el primer capitulo se hace referencia a los orígenes y creación de la comedia. Posteriormente, se comparte la experiencia de la obra "Saverio, el cruel" del año 2004.