Distinción

“La UNL es mi lugar en el mundo, donde he establecido mis raíces”

Miércoles 26 de diciembre de 2018 / Actualizado el jueves 27 de diciembre de 2018

La frase corresponde a Diego Cafaro, docente-investigador de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet, quien fue distinguido con el Premio Estímulo en Ciencias de la Ingeniería por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Desde el año 2006, la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales otorga Premios Estímulo para investigadores de hasta 40 años de edad, con méritos demostrados y que desarrollan su trabajo científico o tecnológico en el país.

Este año, la entidad distinguió a  tres investigadores de la UNL y Conicet Santa Fe. Se trata del Dr. Diego Carlos Cafaro, investigador adjunto del Conicet en el INTEC, de Conicet y UNL, y profesor asociado UNL, quien recibió el Premio Estímulo en Ciencias de la Ingeniería. También fue premiada la Licenciada María Julia Culzoni, investigadora independiente del Conicet en la Facultad de Bioquímica y Cincas Biológicas de la  UNL con el Premio Estímulo en Ciencias Químicas. En tanto que el Dr. Federico Damián Ariel, investigador adjunto de Conicet en el IAL, de doble dependencia Conicet y UNL y JTP de la FBCB-UNL obtuvo el galardón en Ciencias Biológicas.

En esta oportunidad, dialogamos con Diego Cafaro, profesor asociado de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL (FIQ-UNL). Sus trabajos científicos más destacados han contribuido a la planificación óptima del transporte de crudos y combustibles refinados a través de tuberías. En el año 2013, inició una nueva línea de trabajo vinculada con el planeamiento sustentable de la producción de gas y petróleo no convencional (shale), desarrollando de una estancia de investigación posdoctoral en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Carnegie Mellon (Pittsburgh, EE.UU.), financiada por la Comisión Fulbright y el Conicet.

En sus investigaciones Diego busca abordar la problemática del diseño y la planificación estratégica de la cadena de suministros de gas no convencional, sobre la base de un modelo matemático que permita optimizar en forma simultánea el conjunto de decisiones de largo plazo involucradas. Uno de los objetivos de sus investigaciones consiste en planificar adecuadamente la perforación y estimulación de nuevos pozos, además de dimensionar la infraestructura de transporte y procesamiento del gas, bajo la premisa de viabilizar el desarrollo de los proyectos, minimizando los impactos sobre el medio ambiente. “Vaca Muerta es una posibilidad de que Argentina vaya camino de ser autosuficiente en materia energética. Esto redundará positivamente no sólo en cuestiones económicas sino también geopolíticas”, manifestó Cafaro.

 

Formación Profesional

Ante la pregunta: ¿Cómo se formó profesionalmente?  Cafaro sostuvo: “Soy técnico de la Escuela Industrial Superior de la UNL. Para mí no es un dato menor, dado que fue un antes y un después en mi formación. Me recibí de técnico mecánico eléctrico, después  comencé una carrera de grado en la FIQ. Soy ingeniero industrial, y luego hice mi doctorado en tecnología química en la misma casa de estudios. Finalmente, realicé mi pos- doctorado en Estados Unidos”.

Cafaro, quien se desempeña como docente e investigador, indicó que fue muy importante desde su experiencia profesional formarse en la Escuela Industrial: “implicó un salto muy grande dado que soy oriundo de la ciudad de Santo Tomé, cruzar el puente carretero todos los días para llegar a las siete de la mañana a la Escuela Industrial fue un desafío enorme. Había que levantarse a las cinco y media de la mañana todos los días. Fue un aprendizaje desde lo experiencial muy valioso”.

“Valoro muchísimo, por un lado, el esfuerzo de mis padres, de mi familia; y, por el otro, lo que la Universidad Nacional del Litoral (UNL) me ha dado, porque he recibido con mucha generosidad conocimiento, como así también el ámbito propicio para desarrollarme profesionalmente”, enfatizó.

En este sentido, Cafaro no vaciló en afirmar: “la UNL es mi lugar en el mundo, es el lugar donde he establecido mis raíces. Es relevante el espacio que tiene el estudiante en la Universidad. La UNL es una Universidad Reformista, que le ha dado al estudiante un sitio preponderante no sólo haciéndolo partícipe de decisiones trascendentales, tomando parte de su gobierno, sino generando espacios en los que el estudiante puede manifestarse y ser partícipe del futuro institucional”.

“Por ejemplo, en la FIQ me da mucha satisfacción observar la vida que tiene el Octógono. Es un espacio en donde todos los estudiantes discuten, estudian, se manifiestan. Y lo mismo pasa en las aulas. Me dio mucho gusto siendo estudiante y me da mucho gusto compartir experiencias con los estudiantes en un aula, aprendiendo más yo de ellos que lo que ellos aprenden de mí. Hay un trato de iguales. Un ida y vuelta permanente. Muy enriquecedor”, prosiguió.

 

Orgullo Estudiantil

Cafaro indicó, además, que le da mucha satisfacción ver a los estudiantes “atrapados” -sobre todo los de las primeras filas, bromeó-, por el planteo de los temas que uno les propone en las clases de teoría, en los coloquios, uno ve que se les “iluminan los ojos”, están ahí “alucinados” por la forma en que se pueden abordar ciertos problemas, y por el impacto que esas resoluciones tienen en la vida cotidiana. Ver a los alumnos nutrirse de conocimiento es de las cosas más lindas que uno puede vivir en la profesión”, destacó.

 

Reflexiones sobre la tecnología

“Para nosotros, los científicos, la tecnología es el resultado de muchos años de ciencia. De alguna manera el científico va primeramente en un terreno abstracto generando conocimiento, asumiendo hipótesis que luego se van corrigiendo, y después de muchos años de investigación llega el momento -a mi me pasó, y es una experiencia muy linda-, en donde la investigación se puede materializar en un desarrollo tecnológico”, explicó Cafaro. “En síntesis, yo entiendo a la tecnología como la materialización del conocimiento”, concluyó Cafaro.

 

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