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El Proyecto Zoolidarios de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) cumplió 10 años, este 3 de octubre, desarrollando actividades asistidas por animales frente a personas con necesidades especiales. Este grupo de trabajo cuenta con una trayectoria renombrada a nivel nacional y obtuvo diferentes premios de la nación y reconocimientos en toda la región.
“Son 10 años de crecimiento”, consideró Stella Maris Galván, la directora de lo que comenzó como un proyecto de Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL.
Los destinatarios son personas con diversas discapacidades o en situación de vulnerabilidad social por abandono o pobreza. Los Zoolidarios ejecutan sus actividades en distintas instituciones para potenciar y mejorar la calidad de vida de quienes las reciben, que van desde los meses de vida hasta los 90 años .

Trabajo en conjunto
“Nosotros empezamos cuando esta terapia era una innovación y ahora seguimos consolidándonos” y tratando de que “sean muchas las instituciones que trabajen en terapias mediadas por animales”, agregó Galván en declaraciones en el programa televisivo Santa Fe Directo de Canal 13.
El grupo desarrolla “actividades gratuitas frente a, aproximadamente, 500 personas con discapacidad de la ciudad de Santa Fe y de Esperanza”, informó y agregó que si bien “tenemos sede en Ciencias Veterinarias de la UNL, acá en Santa Fe desarrollamos nuestras actividades en las distintas instituciones con las que trabajamos”.
“Estamos muy contentos porque nos acompañan todas las instituciones, padres, chicos y nuestros co-terapeutas que son los animales en este día”, dijo para finalizar. Zoolidarios trabaja con Institutos de estimulación temprana, Centros de día, Talleres de producción, Hogares para discapacitados, Centros de salud, Institutos de educación especial, Institutos de menores, Centros del servicio penitenciario, Residencias de Ancianos.
Por su parte, María Fabiana Diez Rodríguez, docente de una de las instituciones que trabaja con Zoolidarios, manifestó que “hace más de ocho años que trabajamos en este proyecto y el impacto es revelador. El acercamiento de los chicos al animal no genera lo que nosotros, como personas, trabajamos durante meses y por eso el impacto es buenísimo porque los animales son fuentes de energía, son motivadores”.