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Bruno Leonidas Rossini, de 33 años, estudió Abogacía en nuestra Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS-UNL) y es magíster en Criminología y Seguridad por la Universidad de Valencia, España. A mediados de 2023 arribó a Estados Unidos para realizar un programa pre-académico en la University of Colorado, en la localidad de Boulder, y actualmente se encuentra en Los Ángeles, California, cursando una Maestría en Derecho en la Southwestern Law School.

Primer santafesino becado

“Nací en Rafaela, en el oeste de nuestra provincia. He iniciado en julio esta experiencia, que me enorgullece, no solo por ser la primera vez que una persona oriunda de la provincia de Santa Fe es seleccionada en este programa, sino principalmente por su estrecho vínculo con reivindicaciones de los Derechos Humanos”, destacó.

En esta línea, Bruno contó que la beca Fulbright–José Siderman, por la cual está en Estados Unidos, fue instituida a partir de un aporte conjunto de la familia Siderman y la Comisión Fulbright Argentina, con el objetivo de promover la formación de estudiantes argentinos y argentinas en Libertades Civiles y Derechos Humanos.

Formación internacional

A la pregunta por las motivaciones para postularse a esta beca, Bruno respondió que fueron de gran importancia sus experiencias previas de formación internacional, como la realización de una movilidad en 2014 como parte de sus estudios de grado en la UNL, cursando un cuatrimestre en la Universidad del Atlántico en Barranquilla, Colombia, mediante el Programa Internacional de Movilidad de Estudiantes (PROINMES-UNL).

“La movilidad internacional trasciende la formación técnica y académica y es una oportunidad para acrecentar nuestro bagaje cultural y construir una red de relaciones amplia y plural que perdura toda la vida. No podría haber llegado a estas conclusiones sin la posibilidad de haber realizado el intercambio en Colombia. Sin dudas, es un recuerdo que me ha acompañado primero en España y ahora en Estados Unidos”, afirmó.

En particular, acerca de la beca actual, expresó que lo motivó “la posibilidad de formar parte de una comunidad tan prolífica y reconocida como la de Fulbright y el prestigio del programa. A su vez, otro gran impulso fue expandir mi universo teórico y práctico sobre realidades que avizoro inevitables en el escenario jurídico de nuestra provincia, como el juicio por jurado o los sistemas de evidencias. Gran parte de mi formación girará en torno a esas temáticas, con el desafío y el deseo de poder luego pensar y transformar los espacios de los que formo parte en Santa Fe”.

Preparación y cursado

En su llegada a Estados Unidos, Bruno se estableció por tres semanas en Boulder, para participar en un programa pre-académico de la University of Colorado. “Pude compartir espacios áulicos y encuentros culturales y sociales con ciudadanos y ciudadanas de diferentes países del mundo, desde Japón hasta Botswana, desde Kenia hasta Afganistán, entre muchos otros. Compartir tiempo, charlas y risas con ese grupo fue único y me permitió entender un poco mejor la importancia de habitar y abrazar las diferencias”, manifestó. Se trató, también, de una oportunidad para pulir sus habilidades orales y escritas en el idioma inglés y de anticipar cuáles iban a ser los desafíos al iniciar la Maestría.

Fue el momento de afrontar la siguiente etapa del viaje: volar hacia Los Ángeles. “Southwestern Law School es una escuela de derecho, por lo tanto su oferta académica y formativa está vinculada estrictamente a temáticas jurídicas, lo que me recuerda, en repetidas oportunidades, el tiempo y los años en que fui estudiante de la FCJS”, señaló.

Al comienzo del cursado, Bruno se sorprendió con “el respeto irrestricto a la puntualidad, tanto en el inicio de las clases como en las reuniones” y, además, remarcó “la accesibilidad de los profesores y las profesoras, quienes en su mayoría disponen de Horas de Oficina, momento en que los y las estudiantes podemos acercarnos a dialogar”.

En sus palabras, las clases son “tan dinámicas como desafiantes”. “La participación es incentivada y valorada positivamente, lo que implica que para cada encuentro debemos asistir con el material leído y analizado, pues existe la posibilidad de que el profesor o la profesora pregunte de manera directa a cualquiera de los o las participantes. Así, la relación con el saber se da de un modo más experiencial”, especificó.

Experiencias prácticas

Según explicó, este semestre estará abocado al estudio de Derecho de fondo y Procesal, en el ámbito de las reflexiones en torno a la temática criminal. También participará en una Clínica de Derecho Inmigratorio: “con la tutoría de la abogada a cargo, asumiremos la representación de minorías y grupos desfavorecidos frente a organismos migratorios estatales. Esto me permitirá aumentar mis conocimientos prácticos en un terreno al que no había tenido acercamientos previos”, describió.

Asimismo, Bruno toma cursos de Derecho Constitucional y Reglas de Evidencia y apuntó que les resultan instructivos al habilitar análisis diferentes a los propios. Por otro lado, realiza la materia Trial Advocacy y puntualizó que en esa disciplina “de manera directa podemos experimentar la preparación y la puesta en acción de diversas etapas procesales, en el marco de un sistema donde cada controversia se resuelve de manera oral. En consecuencia, desarrollo mis habilidades de litigación en un sentido amplio”.

Tras la finalización de la Maestría, el programa de la beca prevé el desarrollo de una pasantía en una de las oficinas de la American Civil Liberties Union (ACLU). “Es una de las organizaciones de defensa de derechos fundamentales y libertades civiles más importantes de Estados Unidos. Tendré la posibilidad de formar parte de equipos con profesionales y estudiantes que dedican esfuerzos por construir una sociedad más justa, utilizando el derecho como una herramienta de transformación social y de freno frente a los abusos del poder estatal”, adelantó.

Aprendizaje cultural

Hasta el momento, para este joven profesional la vivencia “ha sido impactante”. Aseguró que “si bien alejarse de los afectos, de las comidas, los mates y tantas otras costumbres y ceremonias que forman parte de nuestra rutina siempre se siente como un salto al vacío, cada experiencia que he tenido el privilegio de transitar ha afirmado una certeza que se construyó el día que siendo un alumno de la UNL puse un pie en Colombia: conocer otras culturas es la mejor manera de aprender a valorar la nuestra”.

“La realidad siempre es diferente a nuestras expectativas, aun de aquello que esperamos con ansias o por lo que soñamos durante años, no obstante, viajar, conectar con otros, suspender nuestras creencias y convicciones para escuchar las de los demás, siempre es un ejercicio que merece el esfuerzo”, enfatizó.