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Tres de cada diez entrevistados tuvieron al menos un contacto con el servicio policial en los últimos seis meses, lo que representa una tasa significativa, que permite inferir la importancia que tiene el servicio policial en la vida cotidiana de los ciudadanos. La policía sólo inicia dos de cada 10 contactos. En el resto de los casos es el ciudadano el que se acerca a la policía. Más de la mitad de los contactos iniciados por los ciudadanos se realizaron por motivos vinculados a la seguridad frente al delito y un tercio, para realizar trámites administrativos. En cuanto a los contactos iniciados por funcionarios policiales, seis de cada diez se produjeron para pedir algún tipo de colaboración. De los ciudadanos que se relacionaron con la policía –en el 70% de los casos de manera personal- el 67,5% se mostró satisfecho o muy satisfecho con el desempeño de ésta durante el encuentro.
Estos son algunos de los resultados que arrojaron las 3.732 entrevistas –que representan el 46,74% de los hogares del barrio- que llevó adelante el Programa Delito y Sociedad de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en el barrio Guadalupe de la ciudad de Santa Fe y que fueron presentados ayer en la sede de la Cooperativa Setúbal. La  experiencia piloto está a cargo de docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS), dirigidos por el Dr. Máximo Sozzo, y la idea central es generar una forma de involucrar activamente a los ciudadanos y a las instituciones de la sociedad civil en la producción de seguridad urbana.
Entre los datos, se destacan algunos indicadores positivos acerca de la evaluación ciudadana del servicio policial, que rompen con una imagen que privilegia únicamente elementos negativos. De todas maneras, “muchos datos permiten identificar problemas que reclaman la toma de decisiones y el desarrollo de cursos de acción para su reducción o superación por parte de las autoridades policiales y políticas”.

Nivel de satisfacción
Tres de cada diez entrevistados manifestaron tener poco o ningún nivel de satisfacción con relación al servicio policial luego del contacto. Los niveles de satisfacción ciudadana tienden a ser más bajos cuando los contactos son iniciados por motivos vinculados con delitos y más altos cuando se trata de realizar trámites administrativos. También se registraron valoraciones más negativas en los casos de contactos iniciados telefónicamente.
Seis de cada diez entrevistados resultaron insatisfechos por considerar que la policía “no hizo nada” o es “incompetente”. En tanto, un 12,75% relacionó su malestar con la “demora en llegar” y un 17% calificó el accionar policial de rudo, brusco o que realizó un uso innecesario de la fuerza física.
Por otra parte, muy pocos de los ciudadanos que resultaron insatisfechos presentaron quejas luego del contacto, lo cual remite a la desconfianza de los ciudadanos ante los mecanismos que podrían activar algún tipo de monitoreo de la actividad policial.

El trabajo
El relevamiento en la zona de Guadalupe, comprendida entre Av. Siete Jefes (oeste), Av. Aristóbulo del Valle (este), J.P. López (sur) y límite del ejido urbano (norte), fue dividido en cinco subzonas, teniendo en cuenta las fronteras tradicionales de los barrios y los indicadores sociales y económicos más relevantes. El informe aporta al diagnóstico de la calidad del servicio policial, a partir de la evaluación que los ciudadanos hacen en función de experiencias concretas de los últimos seis meses. Esta información sistematizada y transformada en evaluación del servicio policial fue presentada a las autoridades políticas y policiales.
La UNL, a través del Programa Delito y Sociedad de la Secretaría de Extensión, viene realizando desde hace dos años en este trabajo junto con la Asociación Vecinal Guadalupe Oeste, la Asociación Vecinal Guadalupe Central, la Asociación Vecinal Guadalupe Noreste, la Asamblea Guadalupe, Asociación Guadalupe Estratégico y la Cooperativa Setúbal en el Proyecto “Policía, Democracia y Ciudadanía”.