Universidad-Empresa
El Grupo ALFA se reunió en la UNL
Lunes 2 de diciembre de 2002
Está conformado por siete universidades de todo el mundo: dos argentinas, una italiana, una española, una holandesa, una panameña y una brasileña. La UNL y la UBA representan a nuestro país. El eje del proyecto es cómo mejorar el vínculo entre las universidade
“La falta de vinculación de las universidades con las empresas es un problema internacional. En Europa tenemos, en mayor o en menor grado dependiendo del país, las mismas dificultades que en Latinoamérica para relacionarnos con las pequeñas y medianas empresas”, afirmó la Lic. Miretta Giacometti, especialista de la Universidad de Bologna (Italia) y coordinadora del Proyecto ALFA de la Unión Europea “Cooperación Universidad–Empresa para el Desarrollo”. “Al tener una evaluación del tiempo muy corta y tener que preocuparse por cómo sobrevivir hoy, las pequeñas y medianas empresas son indiferentes a las propuestas de transferencia de tecnología que poseen las universidades”.
Con una duración de dos años, el proyecto tiene como objetivo generar canales de comunicación eficientes y vínculos estables entre las universidades y el sector productivo. “Necesitamos tener un lenguaje común que nos permita incrementar el impacto de las actividades universitarias en el desarrollo comercial, industrial y productivo de las regiones en las que está asentada cada universidad, mejorando a la vez la calidad de los servicios que ofrecen las universidades”, señaló Giacometti, quien agregó que “a partir del proyecto ALFA se busca facilitar la participación de las pequeñas y medianas empresas en el mercado internacional, mediante la incorporación de nuevas tecnologías desarrolladas en las universidades participantes”.
Con actitud autocrítica, la especialista italiana añadió que “para sobrevivir, las empresas tendrán que innovar, y para alcanzar esta innovación deberán buscar las estrategias necesarias. Muchas veces, esas estrategias las diseñan consultoras privadas, y creo que éste es el resultado de una política de la universidad que no ha sido lo suficientemente abierta con las empresas”. En tal sentido, Giacometti agregó que “las universidades son conscientes que tienen que tener una actitud más abierta con las empresas”.
Con motivo de integrar del Grupo ALFA la UNL fue designada sede de la segunda de cuatro reuniones –la primera se llevó a cabo en Bologna– en las que los participantes intercambian sus experiencias en las diferentes actividades de transferencia de tecnología y otras vinculaciones que estén llevando a cabo con el medio empresario en sus respectivos países. El representante de la UNL en el proyecto, Dr. Miguel Isla señaló que “el grupo fue creado para que las universidades transmitan su experiencia de vinculación con el sector productivo y, a partir del intercambio, poder generar puentes que nos permitan vincularnos, tanto a nivel local como internacional, de mejor manera con las empresas”.
Dentro del temario debatido por los especialistas reunidos la semana pasada en la UNL, se incluyeron debates acerca de cómo organizar la información adentro de la universidad y hacia fuera para que las empresas hagan un uso efectivo de los resultados de la investigación, el diseño de estrategias para que las universidades asociadas en el proyecto compartan estos resultados, la comparación de las diferentes formas de actuación de cada casa de estudios en su país, especialmente en lo que respecta a la formación de recursos humanos, políticas de fomento a la formación de empresas, pasantías de estudiantes y jóvenes profesionales, control de calidad de las prestaciones que brindan las universidades, propiedad intelectual, difusión de la información, explotación de las patentes y resultados de la investigación.
Conforme con el intercambio y la fluidez de diálogo alcanzada en la reunión, la coordinadora del Grpo ALFA señaló que “tanto los universitarios como las empresas tienen intereses comunes, y es por eso que el objetivo final, muy ambicioso pero no inalcanzable, sería crear lazos entre las empresas de un país con los grupos de investigación y profesores de otros países, pero a través de los universitarios del país mismo de la empresa. Es decir, estaríamos generando una red de vinculación entre universitarios con competencias similares, a partir de la cual se podría realizar transferencia a nivel internacional”, añadió la especialista.
Consciente de que las realidades de cada una de las universidades integrantes del grupo varía diametralmente de acuerdo al país de origen, Giacometti aclaró que “a pesar de las diferencias los intereses pueden ser los mismos. Por ejemplo, la Universidad de Bologna está en una zona de Italia en la que el sector agrario y el de transformación de alimentos son muy importantes. Esta situación, similar a la de América Latina, demuestra que hay investigadores no solo con las mismas competencias sino también, con una realidad local similar”.
Con una duración de dos años, el proyecto tiene como objetivo generar canales de comunicación eficientes y vínculos estables entre las universidades y el sector productivo. “Necesitamos tener un lenguaje común que nos permita incrementar el impacto de las actividades universitarias en el desarrollo comercial, industrial y productivo de las regiones en las que está asentada cada universidad, mejorando a la vez la calidad de los servicios que ofrecen las universidades”, señaló Giacometti, quien agregó que “a partir del proyecto ALFA se busca facilitar la participación de las pequeñas y medianas empresas en el mercado internacional, mediante la incorporación de nuevas tecnologías desarrolladas en las universidades participantes”.
Con actitud autocrítica, la especialista italiana añadió que “para sobrevivir, las empresas tendrán que innovar, y para alcanzar esta innovación deberán buscar las estrategias necesarias. Muchas veces, esas estrategias las diseñan consultoras privadas, y creo que éste es el resultado de una política de la universidad que no ha sido lo suficientemente abierta con las empresas”. En tal sentido, Giacometti agregó que “las universidades son conscientes que tienen que tener una actitud más abierta con las empresas”.
Proyecto para el desarrollo
El proyecto “Cooperación Universidad–Empresa para el Desarrollo” es financiado totalmente por la Unión Europea y de él participan las universidades de Bologna (Italia), Zaragoza (España), Twente (Holanda), Tecnológica de Panamá, Federal de San Carlos (Brasil), Buenos Aires y Litoral (Argentina), y para formar parte de este grupo, las universidades participantes debieron acreditar su tradición y prestigio en materia de vinculación tecnológica, ya que este tipo de proyectos son sometidos a un riguroso proceso de evaluación previa a su aprobación.Con motivo de integrar del Grupo ALFA la UNL fue designada sede de la segunda de cuatro reuniones –la primera se llevó a cabo en Bologna– en las que los participantes intercambian sus experiencias en las diferentes actividades de transferencia de tecnología y otras vinculaciones que estén llevando a cabo con el medio empresario en sus respectivos países. El representante de la UNL en el proyecto, Dr. Miguel Isla señaló que “el grupo fue creado para que las universidades transmitan su experiencia de vinculación con el sector productivo y, a partir del intercambio, poder generar puentes que nos permitan vincularnos, tanto a nivel local como internacional, de mejor manera con las empresas”.
Dentro del temario debatido por los especialistas reunidos la semana pasada en la UNL, se incluyeron debates acerca de cómo organizar la información adentro de la universidad y hacia fuera para que las empresas hagan un uso efectivo de los resultados de la investigación, el diseño de estrategias para que las universidades asociadas en el proyecto compartan estos resultados, la comparación de las diferentes formas de actuación de cada casa de estudios en su país, especialmente en lo que respecta a la formación de recursos humanos, políticas de fomento a la formación de empresas, pasantías de estudiantes y jóvenes profesionales, control de calidad de las prestaciones que brindan las universidades, propiedad intelectual, difusión de la información, explotación de las patentes y resultados de la investigación.
Intereses comunes
“La vinculación con las empresas se puede concretar de distintas maneras”, explicó Giacometti. “De todos modos, teniendo en cuenta las experiencias en todo el mundo, la modalidad más interesante y efectiva para el entorno económico local es la transferencia de conocimientos generados en las universidades a los empresarios”.Conforme con el intercambio y la fluidez de diálogo alcanzada en la reunión, la coordinadora del Grpo ALFA señaló que “tanto los universitarios como las empresas tienen intereses comunes, y es por eso que el objetivo final, muy ambicioso pero no inalcanzable, sería crear lazos entre las empresas de un país con los grupos de investigación y profesores de otros países, pero a través de los universitarios del país mismo de la empresa. Es decir, estaríamos generando una red de vinculación entre universitarios con competencias similares, a partir de la cual se podría realizar transferencia a nivel internacional”, añadió la especialista.
Consciente de que las realidades de cada una de las universidades integrantes del grupo varía diametralmente de acuerdo al país de origen, Giacometti aclaró que “a pesar de las diferencias los intereses pueden ser los mismos. Por ejemplo, la Universidad de Bologna está en una zona de Italia en la que el sector agrario y el de transformación de alimentos son muy importantes. Esta situación, similar a la de América Latina, demuestra que hay investigadores no solo con las mismas competencias sino también, con una realidad local similar”.