Universidad y Sociedad

La UNL presenta el programa Género, Sociedad y Universidad

Lunes 25 de noviembre de 2002

Será en el marco del Día de la No Violencia contra la Mujer que se conmemora el lunes 25 de noviembre. El acto de presentación se llevará a cabo el viernes 29 en la Facultad de Derecho. También se presentarán los resultados del CAID “Inserción laboral de

Se llamaban Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, pero eran conocidas en grupos clandestinos como “las mariposas”. Junto con sus esposos, impulsaron una empecinada lucha contra el gobierno del dictador Rafael Leonidas Trujllo, en República Dominicana. Minerva fue presa en 1949 y 1951, junto a su pareja y a sus cuñados; María Teresa, estuvo detenida en 1960. El 25 de noviembre de ese año, al regresar de Puerto Plata, donde se encontraban sus maridos encarcelados, las tres fueron detenidas en la ruta y asesinadas a palos por agentes del Servicio de Inteligencia Militar del gobierno de Trujillo.
La tiranía en ese momento simuló un accidente. La historia se encargó de rescatar su lucha, y dejarla plasmada para siempre en el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, fecha que se conmemora cada 25 de noviembre.
La oportunidad es precisa para presentar a la comunidad el Programa Género, Sociedad y Universidad, una iniciativa promovida por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a fin de favorecer la formación de recursos humanos, incentivar la investigación, y articular actividades de extensión en torno de la temática. Así lo entendieron sus integrantes, profesionales de distinta formación que –en representación de cada una de las facultades de la UNL y de sus secretarías– confluyeron en un grupo heterogéneo pero unívoco en sus objetivos: promover y divulgar acciones sustantivas de investigación, docencia y extensión desde una perspectiva interdisciplinaria.
“El programa tiene tres líneas: docencia, investigación y extensión”, explicó Adriana Molina, docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y coordinadora del Programa. Y aunque en esta primera instancia el grupo trabajará internamente, en torno de la reflexión y el debate de la temática, se prevén diversas actividades para el año próximo, que van desde el dictado de un seminario para profesionales de la UNL hasta el contacto con entidades intermedias que en Santa Fe estén trabajando en la materia.
“El hecho auspicioso es que la UNL reconozca que debemos trabajar en este sentido; estas medidas de afirmación positiva, o discriminación positiva, son necesarias hasta que se logre una democratización social pareja, tanto en el nivel público como en el privado”, indicó la profesora Teresa Suárez, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias y directora del programa.
El equipo está integrado además por la Ing. Silvia Seluy (por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas), Prof. Leonor Chena (Facultad de Humanidades y Ciencias), Prof. Nilda Ansaldo (Facultad de Ciencias Económicas), Ing. Fabiana Rotondi (Facultad de Ciencias Veterinarias), Dra. Mirtha Streiger (Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas), Ing. Ester Ruda de Shenquer (Facultad de Ingeniería Química), Dra. Selva Degiorgio (Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales), Biol. Mónica Anselmi de Manavella (Secretaría de Ciencia y Técnica), y Prof. Laura Ravera (Secretaría Académica),

Tipos de violencia

Pese a que la experiencia de las Mirabal recorrió fronteras generando conciencias y evidenciando la forma más cruda de violencia contra la mujer, muchas otras Mirabal, en todo el mundo, siguen esperando una justicia que nunca llega: hasta 58 por ciento de las mujeres han sufrido violencia física a lo largo de su vida, según cifras de Unifem (Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer) para Africa, América Latina y Asia.
Cualquier acto que involucre fuerza o coerción con la intención de perpetuar jerarquías de género, implica violencia contra la mujer: asesinatos, violaciones, acoso sexual, maltrato, prostitución, embarazos producto de situaciones abusivas, discriminación por opción sexual y represiones a la sexualidad femenina.
Menos evidente, aunque no pocas veces reiterada, existe otra discriminación, llamada simbólica o invisible, presente en numerosos espacios de la vida pública y privada. Incluso en el trabajo contidiano: “Si los lugares laborales están retaceados para las mujeres, se está ejerciendo violencia contra quienes teniendo las aptitudes, el título, la formación y las capacidades para ejercer el trabajo son excluidas por razones de prejuicio de género”, explicó la profesora Suárez.
Si bien las integrantes del programa están trabajando en una base de datos precisa, a primera vista –entienden- se destaca una mayor cantidad de hombres en cargos de gestión universitaria, docentes, matrícula y en los niveles más altos de la carrera del investigador. “Nos preguntamos por qué, si hay tantos profesores y profesoras titulares, en la gestión universitaria –sobre todo Rectorado y los decanatos- las mujeres están subrepresentadas”, indicó Suárez. “Y si hay más mujeres en algunos casos –prosiguió- es porque ellas se adecuaron a los parámetros masculinos para poder ocupar esos lugares”.
Pero además de cuantificar datos, es necesario –entienden las profesionales- evaluar los números con criterios cualitativos. “La verdadera feminización se da cuando existe un proceso hacia la democratización de género, en cuanto a que se entienden y respetan esas diferencias culturales. Si aumenta el número de mujeres sin que se perciba ninguna política hacia la democratización, y no se modifican los criterios culturales, se habla sólo de criterios cuantitativos”, añadió Suárez.

“Visualizar el problema”

“Lo que debemos hacer es visualizar el problema; cada uno sabrá qué medidas tomar”, manifestó Molina a la hora de relatar cuál es la tarea de la universidad, frente a un problema social tan complejo y –lamentablemente- reiterado. “Nuestra tarea fundamental está en la educación –agregó la abogada- y en promover acciones tendientes a dar a conocer la situación y, en lo posible, modificar algunos aspectos”. Y como ejemplo, señaló que “quienes sean operadores de la justicia en el futuro deben tener una visión de la violencia con perspectiva de género; deben tener claro que el 90 por ciento de las víctimas de violencia familiar son mujeres. Más allá de todo, debemos pensar en la posibilidad de crear una sociedad más justa y con mayor igualdad de oportunidades”, aclaró.
Es que, como reza uno de los fundamentos de la creación del Programa Género, “se educa tanto a través de lo que se dice como de lo que se omite, de lo que se muestra como de lo que se margina, de lo que se jerarquiza, legitima, devalúa o sanciona. Es tiempo de que la categoría género esté presente de modo concreto y definido en las carreras de grado”.

Invitación

El viernes 29 de noviembre, a las 19, se darán a conocer los principales objetivos y acciones del Programa Género, Sociedad y Universidad. La cita es en la sala del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. En la oportunidad, también se informará sobre los primeros resultados de la investigación “Inserción laboral de los/as graduados/as universitarios”, trabajo realizado en el marco de un Curso de Acción para la Investigación y el Desarrollo (CAI+D) convocatoria 96 y dirigido por la profesora Teresa Suárez. La entrada será libre y gratuita.

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