Sociedad

Prácticas sustentables para cuidar nuestro patrimonio natural

Domingo 27 de septiembre de 2020 / Actualizado el domingo 27 de septiembre de 2020

Se conmemora el día de la conciencia ambiental. Una oportunidad para reafirmar la importancia de la educación ambiental para crear y mantener una cultura de cambio en la relación con nuestro entorno.

El día 27 de septiembre fue declarado como el Día de la Conciencia Ambiental en memoria de las personas fallecidas como consecuencia del escape de gas cianhídrico ocurrido en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, en 1993. Una fecha para remarcar el rol fundamental de la educación ambiental para tener conciencia sobre la relación con el entorno que nos toca vivir, sabiendo que el daño que le hacemos al ambiente nos lo hacemos a nosotros mismos y a las generaciones futuras.

En la actualidad, el tema de mayor preocupación se vincula con la quema de pastizales y los incendios en la zona de islas que desde hace meses están afectando y generando daños sobre el valioso ecosistema del humedal del río Paraná. En diálogo con integrantes del Programa Ambiente y Sociedad de la Secretaría de Extensión Social y Cultural abordamos las causas, consecuencias y cuales son los aportes desde la universidad.

Detener la pérdida de la biodiversidad de los humedales

Desde hace meses, la quema de pastizales y focos de incendios intencionales no han cesado. Sumado a la bajante extraordinaria del río Paraná que ha generado zonas secas, se han conformando verdaderas galerías en las que el fuego se vehiculiza rápidamente y donde los "cortafuegos naturales" es decir cursos de agua menor, lagunas y vegetación verde, han desaparecido incrementando y favoreciendo la llegada del fuego a sectores nunca alcanzados. “Los incendios en la zona de islas del Paraná están relacionados con los modelos de desarrollo agrícola-ganadero y la práctica de la quema de pastizales como algo habitual para favorecer el desarrollo de pasturas adecuadas para la producción de carnes y cría” señaló enrique Mihura, director del Programa Ambiente y Sociedad. 

Acciones que generan que “los organismos, animales como vegetales, estén directamente afectados por el fuego. La vegetación muere en el lugar produciendo las cenizas que observamos. Los animales se mueven, pero en realidad, pierden sus huevos, nidos, cuevas, y la posibilidad de alimentarse” señaló Alba Imhof, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL y coordinadora del programa. Asimismo destacó que “los incendios grandes, prolongados producen una desertificación, principalmente cuando afectan a las raíces de las plantas que se encuentran bajo tierra. Esto significa que dejan huellas que son imborrables en los ambientes naturales”

Al respecto, remarcó la necesidad de apelar a la responsabilidad de todos los sectores y al cumplimiento de las leyes vigentes para resguardar la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas. “Regular a través de leyes, permite poner un límite a las degradaciones y define qué actividades se pueden hacer y cuáles no. Es importante que existan porque va a permitir conservarlos, desarrollarlos de manera productiva, en armonía y mejorar la calidad de vida, no solo del humedal, sino también de los pobladores que interactúan con él” destacó Imhof.

Escenarios y modelos sustentables

En cuanto a las propuestas que detengan estos impactos, Mihura señala que “hay que avanzar en el diseño de políticas públicas que promuevan modelos socio económicos sustentables. Un escenario de mayor sustentabilidad, implica elaborar e implementar planes de manejo que contemplen nuevas prácticas de manejo territoriales y productivos” remarcó. Asimismo, y de manera simultánea hay que efectivizar controles y mayor presencia de las autoridades para prevenir  y/o detectar tempranamente los focos de incendios.

En este sentido, remarcó que desde el Programa de Ambiente y Sociedad se han realizado diferentes acciones aportando informes y opiniones en torno al tema, tanto a nivel de la comunidad en general, como el ámbito universitario. “Desde la universidad, venimos trabajando en diferentes acciones desde proyectos de investigación y de extensión y entendemos que mediante ejemplos y el desarrollo de casos, podemos respaldar las propuestas que impulsamos y que tienden a administrar la tensión conservación - desarrollo" remarcó. 

El proceso de investigación que tiene como caso de estudio la Micro Región Insular, Santa Fe, San José del Rincón y Arroyo Leyes es uno de esos ejemplos, donde se plantea al turismo como estrategia de desarrollo sustentable. Una propuestas que implica desde el reconocimiento, cuidado y gestión del patrimonio natural y cultural; la definición de modos de habitar, el uso del suelo y la realización de actividades sostenibles; hasta la consolidación de acuerdos de gobernabilidad y políticas. 

 

Agenda