En la Universidad de La Plata
Rectores argentinos y españoles reclamaron mayor inversión en educación
Lunes 23 de junio de 2003
Fue en el Primer Encuentro Hispano-Argentino. Concurrió el Ministro Filmus, quien compartió los reclamos. El documento acordado defiende el rol de la educación superior y cuestiona la política de la Organización Mundial del Comercio.
Con la presencia de autoridades de 85 universidades de Argentina y España así como del Ministro de Educación de la Nación y funcionarios nacionales, concluyó la semana pasada el Primer Encuentro Hispano-Argentino de Rectores. La Universidad Nacional de la Plata fue sede de un evento de real envergadura, que fue organizado por los Consejos de Rectores de ambos países (CIN y CRUE) a propuesta de las redes Comité Español Universitario de Relaciones Internacionales (CEURI) y Red de Cooperación Internacional de las Universidades Nacionales (REDCIUN).
Tras cuatro días de debates, los rectores presentaron un documento denominado “Declaración del Primer Encuentro Hispano-Argentino de Rectores”, el cual fue compartido por el Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, quien firmó luego un Acuerdo Marco referente al Programa de Intercambio de Estudiantes con reconocimiento académico, el cual se propone profundizar la movilidad académica que ambos países han efectuado durante la última década. Además, el Ministro prometió que el nuevo gobierno no generará más deudas con las universidades y que se tratará de pagar “al día” el presupuesto aprobado por el Congreso. En el encuentro, estuvieron presentes el Rector de la UNL, Mario Barletta, y el Secretario de Ciencia y Técnica, Julio Theiler.
Para lograr estos objetivos, los rectores exigen que “los gobiernos tomen a la educación como la gran prioridad social manteniendo inversiones presupuestarias adecuadas” y reclaman para el propio sistema de educación superior la capacidad de “gestionar su propia transformación, reconociendo su integridad, sus misiones y funciones, y las cambiantes necesidades de la sociedad”.
Asimismo, los rectores señalan que las cualidades de la educación superior “deben ser satisfechas por el grado de pertinencia y responsabilidad social de las instituciones” y que “no pueden ser evaluadas por el mercado que no toma el conocimiento como un bien social”. Las universidades reflejan –según sostiene el documento– “un fuerte compromiso para la construcción de una nueva humanidad exenta de pobreza, hambre, intolerancia, analfabetismo, respetuosa del medio ambiente”, valores que no se garantizan con una educación articulada por la lógica del mercado.
Tras cuatro días de debates, los rectores presentaron un documento denominado “Declaración del Primer Encuentro Hispano-Argentino de Rectores”, el cual fue compartido por el Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, quien firmó luego un Acuerdo Marco referente al Programa de Intercambio de Estudiantes con reconocimiento académico, el cual se propone profundizar la movilidad académica que ambos países han efectuado durante la última década. Además, el Ministro prometió que el nuevo gobierno no generará más deudas con las universidades y que se tratará de pagar “al día” el presupuesto aprobado por el Congreso. En el encuentro, estuvieron presentes el Rector de la UNL, Mario Barletta, y el Secretario de Ciencia y Técnica, Julio Theiler.
Mayor inversión
El documento elaborado por los rectores en La Plata subraya el rol de la educación en general y la superior en particular “para enfrentar los desafíos del mundo moderno y para formar ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa y abierta basada en la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y el uso compartido del conocimiento y la información”. Asimismo, rescata la función de la educación para “asegurar el desarrollo social, la producción y la innovación, el crecimiento económico, el fortalecimiento de la identidad cultural, la lucha contra la pobreza y la promoción de la cultura de la paz”.Para lograr estos objetivos, los rectores exigen que “los gobiernos tomen a la educación como la gran prioridad social manteniendo inversiones presupuestarias adecuadas” y reclaman para el propio sistema de educación superior la capacidad de “gestionar su propia transformación, reconociendo su integridad, sus misiones y funciones, y las cambiantes necesidades de la sociedad”.
Contra la mercantilización de la educación
Una especial referencia se hace a las políticas de la Organización Mundial del Comercio que en los últimos años intentan “favorecer la comercialización de la educación superior con las consecuencias de abandono por parte del Estado de las funciones específicas vinculadas a la orientación y dirección en áreas de responsabilidad social y las referidas a la calidad y especificidad de la educación”.Asimismo, los rectores señalan que las cualidades de la educación superior “deben ser satisfechas por el grado de pertinencia y responsabilidad social de las instituciones” y que “no pueden ser evaluadas por el mercado que no toma el conocimiento como un bien social”. Las universidades reflejan –según sostiene el documento– “un fuerte compromiso para la construcción de una nueva humanidad exenta de pobreza, hambre, intolerancia, analfabetismo, respetuosa del medio ambiente”, valores que no se garantizan con una educación articulada por la lógica del mercado.