Salud y Universidad

Salud mental en el contexto del aislamiento preventivo y obligatorio

Lunes 30 de marzo de 2020 / Actualizado el lunes 30 de marzo de 2020

En la situación actual de aislamiento obligatorio por la pandemia por Coronavirus, la FBCB remarca la dimensión que tiene la Salud mental en un contexto de vulnerabilidad social, y que no debe subestimarse.

Desde el mes de diciembre de 2019 la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), cuenta con un Programa denominado “Salud mental y Universidad” (Res CD N° 1168/19) cuyo objetivo es, entre otros, poder acompañar, orientar y contener en aquellas situaciones que nos afectan subjetivamente como comunidad.

En el marco de la pandemia de Coronavirus (COVID-19) declarada por la Organización Mundial de la Salud, y en línea con la medida de protección de la salud pública definida por el Estado Nacional que estableció el “aislamiento social, preventivo y obligatorio”  (Decreto 297/2020), desde la FBCB se pretende poner a disposición de los miembros de la Universidad algunas sugerencias que contribuyan a transitar esta etapa.

En estos días, nos hemos dado cuenta que permanecer en nuestros hogares implica comenzar a participar de una rutina en la que lo habitual comienza a desnaturalizarse: cambian los hábitos, las actividades y la forma de relacionarnos con nosotros mismos, y con las personas con las que convivimos. Es importante tener en claro que esta situación es temporal así como las medidas que se han tomado. No hay que perder de vista que cuando la situación de emergencia haya terminado, retomaremos nuestras actividades habituales y  su forma de realización

Algunas personas -entre ellas muchos estudiantes- nos han comentado que las primeras horas de aislamiento fueron similares a las vacaciones: durmieron mucho, miraron series, escucharon música, etc., pero luego aparecieron estados de ánimo que los desorientaron. Se sentían desorganizados, tristes, solos, ansiosos o aburridos. En cambio otras  personas niegan o subestiman la epidemia con pensamientos tales como “no pasa nada”, “están exagerando” o “a mí no me va a pasar nada”; estas situaciones individuales, sumadas a otras preocupaciones como la salud de las personas cercanas o proyectos que se interrumpen, pueden ser causas de sufrimiento o malestar. No hay que alarmarse, son reacciones normales y esperables ante eventos desconocidos. Para los trabajadores del campo de la Salud mental, es importante atender a este padecimiento teniendo en cuenta que es la primera vez que nuestra sociedad enfrenta una situación de esta magnitud.

A propósito de esto, el Psicólogo Yago Di Nella, conocido terapeuta argentino, publicó una reflexión acerca de la realidad que nos toca enfrentar, sosteniendo que “el virus es biológico, pero el contagio tiene una dimensión psicosocial” al igual que el cuidado, por esta razón, desde el Programa Salud mental y Universidad queremos aportarle a la comunidad de nuestra facultad algunas orientaciones para transitar este proceso.

Las sugerencias que a continuación se detallan han sido elaboradas a partir de las recomendaciones que distintos organismos -tanto nacionales como internacionales- han estado publicando en materia de salud mental: 

- Durante el período de cuarentena, tenemos la oportunidad de cambiar el  ritmo de vida, estar más cerca de nuestros seres queridos. Dada la imposibilidad de abrazarnos y besarnos, podemos sustituir temporalmente estas demostraciones de afecto con mensajes, gestos y palabras de ternura o amorosas. Quizás debamos explorar nuevas formas de encuentros: charlas telefónicas, chats, video llamadas, nuestros aliados serán whatsapp, instagram, twitter, facebook, etc. Tengamos en cuenta que no sabemos cómo está la otra persona en esta situación, por lo tanto, escucharla respetuosamente y conversar puede aliviar lo que siente.

-Establecer rutinas con actividades significativas y agradables ayudan a organizar la cotidianeidad. Se sugiere organizar horarios para las distintas actividades y el descanso. Así como cambiarse la ropa, algo que parece superfluo, pero que contribuye a vernos mejor; tampoco se debe descuidar el aseo personal. De igual modo, si tenemos la posibilidad, es muy positivo cambiar de ambiente, salir al patio o al balcón, para hacer las distintas actividades.

Como organizar nuestra rutina

Tareas domésticas: es fundamental que las compartamos entre todos. Entre las actividades cotidianas, la alimentación es muy importante: debemos tratar que sea equilibrada y saludable, por ejemplo, no consumir excesivamente snacks, dulces, bebidas alcohólicas ni gaseosas, etc. Así mismo no debemos olvidar de lavarnos las manos con frecuencia, ventilar los ambientes, desarrollar nuevos patrones de limpieza en casa (objetos, superficies y enseres)  y de productos y alimentos que adquirimos en negocios, por ejemplo, supermercados.

Actividades de ocio y tiempo libre: ocupan un tiempo muy importante en el día a día, intentemos participar y compartir material cultural satisfactorio (películas, conciertos, literatura) como actividades y recursos virtuales. Hagamos que el tiempo en casa sea de calidad y no produzca un mayor padecimiento. También hay que tener presente que no es deseable pasar muchas horas frente a pantallas, razón por la cual  debemos intentar participar de alguna actividad  analogica que dé placer, como por ejemplo cocinar, atender a las mascotas,  regar plantas, pintar, leer. Es importante mantenernos en movimiento, realizar alguna actividad física: hay numerosos sitios en internet que pueden orientar estas rutinas.

Trabajo o estudio: Intentemos mantener una rutina de horarios para lecturas técnico-profesionales, búsqueda de material en la red, elaboración de trabajos. Si debemos salir a trabajar no olvidar usar las medidas de protección, como lavarse las manos constantemente, o usar alcohol en gel, mantener el distanciamiento físico necesario, etc.

Religión: Si las actividades religiosas y/o espirituales son parte de nuestras rutinas, es importante mantener la participación en ellas. Hay numerosas instituciones religiosas que están realizando sus celebraciones vía internet.

Estar informados es necesario pero también debemos guiarnos por fuentes de información precisas y confiables como las de nuestra Universidad Nacional del Litoral, y canales o guías oficiales de los Ministerios de Salud nacional y provincial, es saludable evitar la sobreinformación o la mala información.
 
Situaciones especiales
A continuación, se mencionan algunas situaciones particulares que habitualmente requieren de nuestra atención, y que en esta oportunidad se hace imprescindible no descuidar las  redes de apoyo no presenciales, y estrategias de cuidado social:

- Personas diagnosticadas con COVID-19 o que estan dentro del grupo más vulnerables a los efectos del virus (ancianos, personas inmunodeprimidas o con enfermedades cardiorrespiratorias, diabéticos, etc.): acompañarlas a tranquilizarse para disminuir el miedo,  y que puedan seguir  las instrucciones de los profesionales de la salud, sin olvidar de mantenerte en contacto -por teléfono o redes sociales-  con las personas o familiares cercanos.
Asimismo es importante acompañar (según las formas permitidas)  a los familiares de personas internadas por motivos vinculados a la pandemia.

- Mujeres, niños y  adolescentes: hay que prestar especial atención a ellos porque pueden estar transitando este aislamiento en ámbitos donde existan vínculos o situaciones de violencia, en cualquiera de sus formas. La necesidad de dar conocimiento y/o denunciar no está exceptuada por la emergencia socio-sanitaria. Los niños no cuentan con la posibilidad de comprender la complejidad de la situación , es necesario brindarles explicaciones simples y claras, acorde a la edad. Además los ayudamos si podemos  mantener aquellas rutinas familiares que son posibles de conservar con la flexibilidad necesaria del caso. No descuidar la necesidad de los más pequeños de continuar participando de sus espacios de  juegos.

- Adultos mayores: debemos permanecer atentos a quienes son los más vulnerables de la comunidad, personas muy ancianas, con discapacidad o que requieran tratamiento farmacológico (por ejemplo, tratamiento  psiquiátrico ó cualquier otra situación de salud crónica); o que presenten dificultades para acceder o continuar con el mismo, debemos procurarles los canales para darle continuidad.
Por último, reiterar que debemos comprender que la actual situación tiene una  dimensión psicosocial, y superarla es un trabajo colectivo.

Debemos apoyarnos - más que nunca- unos a otros.

Autora: Sandra Westman, coordinadora de Programas y Proyectos de Salud de la Escuela Superior de Sanidad "Dr. Ramón Carrillo" .


Referencias:
Decreto 297/2020- Aislamiento Preventivo y Obligatorio.  
ONU. Consejos para prepararse contra el coronavirus en casa y cuidar la salud mental. Disponible en https://news.un.org/es/story/2020/03/1471832
Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y  Violencias en el ámbito de la salud pública -Ministerio de Salud Provincia de Buenos Aires. Recomendaciones para equipos de salud mental en el marco de los equipos de salud ante el COVID- 19
UBA. Psicología. Recomendaciones psicológicas  para afrontar la pandemia. Disponible en https://www.psyciencia.com/recomendaciones-psicologicas-para-afrontar-la-pandemia/

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