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El Servicio Penitenciario de la Provincia de Santa Fe inauguró el lunes 4 de agosto un espacio específico en el interior de la unidad penitenciaria de Las Flores para que las personas privadas de la libertad que están estudiando en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) —en el marco del Programa de Educación Universitaria en Prisiones— puedan tener mejores condiciones para continuar sus estudios.
   Sobre la inauguración del pabellón, el Director del Servicio Penitenciario, Mariano Buffarini afirmó por LT 10 que “consiste en profundizar la política que presentamos en un documento en los últimos meses, donde decíamos que la educación era uno de los ejes fundamentales para un proyecto de reintegración social en una unidad penitenciaria. Si la educación es un eje, no hay ninguna duda que la educación universitaria es también uno de los ejes más importantes”, continuó.
Asimismo, Buffarini explicó que la UNL viene llevando a cabo un proyecto de educación en las cárceles muy amplio “que da muy buenos resultados”, remarcando en este sentido que la posibilidad de que los internos estudien viene garantizada desde hace varios años: “Ahora estamos planteando acompañar la posibilidad de estudios con un plus, una segunda posibilidad para que aquel interno que estudia en la UNL, a través de las carreras a distancia, pueda convivir en un lugar separado del resto de los pabellones”.
“Es un verdadero avance para generar condiciones materiales dentro de la unidad penitenciaria para que los estudiantes puedan ejercitar su derecho a la educación en el ámbito universitario”, indicó Máximo Sozzo, responsable del Programa de Educación Universitaria en Prisiones de la UNL.

La residencia
En la flamante residencia universitaria vivirán por el momento ocho internos, que fueron seleccionados por el Servicio Penitenciario según ciertos requisitos académicos (cantidad de materias rendidas, notas obtenidas, tiempo de permanencia en los estudios, etc).
La residencia cuenta con baño y cocina propia y un espacio común donde se desarrollarán otras actividades y que compartirán con los otros estudiantes de la UNL alojados en otros pabellones.
“Además de las condiciones materiales del alojamiento, implica también otro cambio bastante importante, que es la posibilidad de autogestionar su espacio, de poder tener todo un conjunto mayor de libertades en lo que hace a los horarios de comida, a la capacidad de bajar al aula”, manifestó Sozzo, ya que la residencia se construyó arriba del aula, lo que trae ventajas “para estudiar, para recibir docentes que vayan a hacer clases de consulta”, entre otras.

Estudiar en la cárcel
El programa Educación Universitaria en Prisiones de la UNL se inició en septiembre de 2004 y permite a alumnos que están privados de su libertad —en las cárceles de Las Flores, Coronda y la de mujeres de Santa Fe desde este año— puedan comenzar y concluir sus estudios superiores a través de UNL Virtual, el sistema de educación a distancia de la casa de estudios.
El programa cuenta con un equipo de coordinación que actúa de nexo entre UNLVirtual y los internos: “los visitan durante la semana y los ayudan en la tarea de ser estudiantes a distancia”, agregó Sozzo.
Además, ante el crecimiento del alumnado el programa incorporó desde el año pasado la figura del tutor disciplinar, que son estudiantes avanzados de las distintas carreras de la UNL que prestan apoyo semanal en campos de saberes específicos a los internos.