Nuevo servicio
Servicio de salud mental para damnificados
Domingo 4 de mayo de 2003
Se conformó un Comité de emergencia dedicado a atender los problemas de salud mental de los damnificados. Se confeccionaron una serie de recomendaciones de cómo actuar frente a la emergencia.
Ante la grave emergencia hídrica que sufre la ciudad de Santa Fe desde la UNL junto con la Sociedad Argentina de Psicotrauma se conformó un Comité de Emergencia para la Prevención de Salud Mental, en el cual participan psicólogos, terapistas ocupacionales y diferentes tipos de profesionales de la salud.
El comité como primera acción frente a la emergencia elaboró una serie de recomendaciones de cómo actuar frente a este tipo de situaciones críticas.
En el caso de los niños es común que presenten síntomas como: regresión (pérdida de capacidades adquirida) inquietud, excitación, y o irritabilidad, acentuados temores, pesadillas, excesiva dependencia, aislamiento (pérdida de interés en relacionarse con otros niños), inhibición. También son comunes las sensaciones de desamparo, desprotección, vulnerabilidad, dolor, sentimiento de pérdida y sinsentido, terror, desasosiego, descontrol, empequeñecimiento, impotencia. Puede sentirse abrumado e incapaz de realizar las actividades cotidianas.
Es aconsejable facilitar, además, la expresión verbal de los afectos, miedo, bronca, inseguridad, etc. y a través del dibujo y los juegos Cuando se trata de adultos se recomienda comenzar con las actividades habituales tan pronto como sea posible. También es bueno que participen en tareas comunitarias y grupales, evitar el aislamiento y expresar los sentimientos con sus seres queridos de manera verbal o por escrito.
El comité como primera acción frente a la emergencia elaboró una serie de recomendaciones de cómo actuar frente a este tipo de situaciones críticas.
Síntomas comunes frente a la pérdida
Luego del desastre es habitual la aparición de cierta sintomatología como: ansiedad, insomnio, hiperalerta (sensación de peligro constante), aislamiento, (pérdida del interés en relacionarse con otros pares), irritabilidad e imágenes repetitivas. Si bien en un principio estos síntomas son normales, si perduran se debe realizar la consulta adecuada.En el caso de los niños es común que presenten síntomas como: regresión (pérdida de capacidades adquirida) inquietud, excitación, y o irritabilidad, acentuados temores, pesadillas, excesiva dependencia, aislamiento (pérdida de interés en relacionarse con otros niños), inhibición. También son comunes las sensaciones de desamparo, desprotección, vulnerabilidad, dolor, sentimiento de pérdida y sinsentido, terror, desasosiego, descontrol, empequeñecimiento, impotencia. Puede sentirse abrumado e incapaz de realizar las actividades cotidianas.
Recomendaciones
En el caso de los niños es necesario hablar claro y explicarles lo sucedido y los acontecimientos futuros, ya que el silencio de los adultos provoca fantasías que siempre son peores que la realidad. Los niños perciben nuestros miedos, hay que hablar sobre esto. Esto es así porque ellos tienen necesidad de recuperar la confianza y la seguridad, por eso es necesario que un adulto significativo le brinde contención afectiva y cercana.Es aconsejable facilitar, además, la expresión verbal de los afectos, miedo, bronca, inseguridad, etc. y a través del dibujo y los juegos Cuando se trata de adultos se recomienda comenzar con las actividades habituales tan pronto como sea posible. También es bueno que participen en tareas comunitarias y grupales, evitar el aislamiento y expresar los sentimientos con sus seres queridos de manera verbal o por escrito.