Ciencia y Técnica

Tocando el cielo

Lunes 29 de agosto de 2005

La biomecánica deportiva posibilita mejorar el rendimiento de atletas en variadas disciplinas. El trabajo se realiza a través de la implementación de protocolos y la utilización de instrumentos. Un experto en la materia disertó en la UNL.

Á‚¿Cómo se trabaja con los deportistas de primer nivel? Á‚¿De qué manera se los prepara para que mejoren su rendimiento? Á‚¿Cómo entrenaron José Martín Meolans o Las Leonas para situarse entre las primeras posiciones? Á‚¿De que manera el santafesino Germán Chiaraviglio (17 años) llegó a tocar el cielo? Las respuestas a estas preguntas las tiene otro santafesino, Dino Pallazi, quien desarrolla sus actividades en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), y expresó que "hoy en día no concebimos una medalla de oro olímpica ganada por el entrenador y el atleta, sino que hallamos un equipo de trabajo alrededor del deportista; compuesto por nutricionistas, psicólogos, fisiólogos, cardiólogos y biomecánicos".

La disertación del experto, egresado de la Escuela Industrial Superior (EIS-UNL) y bioingeniero recibido en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), se desarrolló en el marco del ciclo de charlas de Física que organiza la Universidad Nacional del Litoral (UNL) con motivo de conmemorarse en 2005 el Año Internacional de la Física, debido a que se rinde tributo al centésimo aniversario del "Año Milagroso" en que Albert Einstein publicó sus teorías más relevantes, entre ellas la de la relatividad.

La actividad es organizada por la UNL a través de la secretaría de Extensión, la Asociación Física Argentina (Filial Santa Fe) y la Asociación de Profesores de Física (Secretaría Santa Fe). En esta oportunidad estuvo presente en la sala de actos de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) Germán Chiaraviglio, acompañado de su entrenador. El joven atleta registró 5.51 metros en salto con garrocha, récord absoluto en el provincia de Santa Fe en esa especialidad.

"La biomecánica deportiva se ocupa del atleta y su entorno desde el punto de vista mecánico con el objetivo de mejorar el rendimiento, es decir, optimizar el desempeño del deportista en el momento de la competencia", sostuvo el bioingeniero santafesino.

El trabajo en el laboratorio

Los gestos de los deportistas son factibles de ser cuantificados en un laboratorio, a través de la creación de protocolos que permiten tomar datos y de esa manera se establecen las falencias que posee el atleta. En una tarea posterior, el entrenador trabaja con él sobre los movimientos a corregir, con el propósito de modificar el gesto y llegar así a un mejor rendimiento deportivo.

"Los instrumentos que se utilizan en biomecánica, como por ejemplo la cámara de alta velocidad, permiten ver gestos que no se pueden observar a simple vista, con el ojo humano. Los movimientos que se le escapan al entrenador los podemos captar con estos instrumentos de medición, de ahí su importancia", manifestó el experto.

Un estudio realizado a José Meolans posibilitó optimizar su rendimiento. "Él tenía problemas con su partida o largada en la carrera y a través de un protocolo muy sencillo (mediante una serie de pasos establecidos que permiten medir una variable en particular) pudimos observar que poseía falencias en lo que los entrenadores denominan "fuerza explosiva" y evidenciamos también que había una asimetría entre la duración de una brazada derecha y una brazada izquierda; aspectos que no se pueden medir a simple vista", refirió el bioingeniero.

"Nosotros estudiamos al deportista de alto rendimiento, a una elite que configuran aquellas estrellas deportivas que compiten a nivel internacional. Si observamos la pirámide de la población deportiva podemos apreciar que el grueso se halla situado en el deporte de bajo rendimiento, el deporte escolar por ejemplo. Tal vez te preguntarás por qué no aplicar estas técnicas y estos instrumentos de la biomecánica al deporte de bajo rendimiento y la respuesta es muy sencilla: a ese nivel los errores, las falencias se observan a simple vista; no es necesario utilizar una cámara de alta velocidad".

Personas muy frágiles

El atleta destacado se dedica full time a mejorar su rendimiento, lo que supone que esa persona descuide su vida social, el relacionarse con otros, su trabajo, etc. Y en este marco "son personas muy frágiles Á‚"“aclaró PallazziÁ‚"“ porque cuando está en su pico de desempeño se encuentra solo, ha tenido que descuidar sus vínculos sociales y otros aspectos mecánicos simplemente porque ha entrenado solamente el gesto que necesita en la competencia. Entonces se puede torcer un pie cuando sube una escalera porque ese ángulo no lo tiene fortalecido o puede engriparse y tirar por tierra un arduo entrenamiento para un juego olímpico".

"En este punto debemos comprender que un talento es aquella persona que no sólo está dotada físicamente sino que además tiene la actitud para soportar un entrenamiento riguroso", concluyó el experto.

Agenda