Editorial UNL
Una novela de aquellos días
Lunes 25 de noviembre de 2002
La publicación de la novela “Aquellos fueron los días”, del escritor y periodista Rogelio Alaniz, marca el inicio de una nueva tarea de la Universidad y su Centro de Publicaciones a través del lanzamiento del Premio Anual de Novela de la UNL.
Nadie puede negar que la labor de Rogelio Alaniz, como periodista, como docente y ensayista, tiene una importante trayectoria como narrador de la ciudad. Pero el autor, sin embargo, nunca se había atrevido hasta el momento a la novela como formato.
En este volumen de más de doscientas páginas que ahora edita el Centro de Publicaciones de la UNL, se dan cita muchos de los fantasmas habituales que pueblan los relatos y las reflexiones del escritor y periodista. La militancia política y estudiantil, los años de estudio y los sesenta como década que mirada desde el presente parece siempre brillar con dorados fulgores. Para cerrar el círculo, la novela –editada por la Universidad- se presentó en el Aula Alberdi de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, escenario de tantos debates, asambleas y actos políticos desde aquellos días a los que la novela hace referencia.
Para las presentaciones formales, introdujeron al autor y a su obra al auditorio el Secretario de Extensión de la UNL, José Corral y la escritora Beatriz Actis. Corral recorrió algunos de los pasajes más importantes de la novela presentada y anunció, para el año próximo, la apertura del Premio Anual de Novela de la UNL por parte de su Centro de Publicaciones, con lo que se apunta a ampliar el alcance de este centro editor y a continuar trabajando en la tarea de relacionar a la Universidad como polo cultural, con los artistas de su región. En este sentido, Corral destacó que "Aquellos fueron los días se convierte en un acontecimiento para nosotros original ya que hemos decidido -y lo anunciamos hoy- que la modalidad de esta serie en el futuro será ofrecer a nuestros escritores el premio anual Universidad Nacional del Litoral a la mejor novela inédita". Si bien todavía no se adelantaron detalles sobre el premio, se puede asegurar que el mismo consistirá en la publicación de la obra ganadora por parte de la editorial universitaria.
Luego fue el turno de la escritora y profesora Beatriz Actis, quien se refirió al “cruce de géneros” que se reconoce en la novela de Alaniz. Entre otros puntos salientes de su análisis, Actis recorrió los diferentes discursos de los que la novela toma elementos para su conformación. “La reconstrucción narrativa de acontecimientos que hacen a nuestra historia reciente, se nutre de tradiciones ideológicas, figuras representativas, discursos culturales, de la retórica de la discusión política, de la referencia a la participación activa -a veces central, a veces periférica- en la militancia universitaria de aquellos años, en síntesis, de notas inequívocas de época", estaban presentes en la novela según el análisis de la escritora.
Al explicar las razones de sumar esta nueva ocupación en el contexto de las otras tareas que desarrolla, el periodista encontró una continuidad con sus otras labores, también relacionadas, de una u otra manera, con la tarea de contar historias. Sobre las diferencias con las otras experiencias literarias abordadas con anterioridad, el novelista primerizo reconoció que en esta ocasión era literatura "muy diferente -dijo- a mi anterior libro cuyo tema es la política, y en el que yo tenía la seguridad de que lo que escribía tenía un fundamento. No es igual en este caso, aquí transito por la inseguridad e incertidumbre. Creo ser un buen lector de literatura, pero no sé si soy un buen escritor. La literatura es el reino de las preguntas, las incertidumbres y ninguna teoría sirve a la hora de ponerse frente a la hoja o la pantalla en blanco".
Una vez concluidas las palabras de rigor, el público permaneció en el aula de la Facultad de Derecho para compartir un bocado o una copa, adquirir su ejemplar de la novela presentada, solicitar el autógrafo del novelista o bien prolongar la charla. Como centro y protagonista exclusivo de la velada, Alaniz hizo gala de otra de sus ocupaciones aun no mencionada. Ese epíteto que un madrileño hizo estampar en la puerta de su casa en placa de bronce y que brillaba como un título universitario, podría ser aquí también aplicado al autor santafesino devenido en novelista: Rogelio Alaniz, conversador agudo.
En este volumen de más de doscientas páginas que ahora edita el Centro de Publicaciones de la UNL, se dan cita muchos de los fantasmas habituales que pueblan los relatos y las reflexiones del escritor y periodista. La militancia política y estudiantil, los años de estudio y los sesenta como década que mirada desde el presente parece siempre brillar con dorados fulgores. Para cerrar el círculo, la novela –editada por la Universidad- se presentó en el Aula Alberdi de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, escenario de tantos debates, asambleas y actos políticos desde aquellos días a los que la novela hace referencia.
Acto Cultural
Las presentaciones de libros suelen estar teñidas por dos cosas. O por una solemnidad abrumadora que se repite en cada acto cultural sin importar la obra o su autor, o bien por la personalidad del escritor. De más está decir que es la última opción la que predominaba en la cita del jueves 21.Para las presentaciones formales, introdujeron al autor y a su obra al auditorio el Secretario de Extensión de la UNL, José Corral y la escritora Beatriz Actis. Corral recorrió algunos de los pasajes más importantes de la novela presentada y anunció, para el año próximo, la apertura del Premio Anual de Novela de la UNL por parte de su Centro de Publicaciones, con lo que se apunta a ampliar el alcance de este centro editor y a continuar trabajando en la tarea de relacionar a la Universidad como polo cultural, con los artistas de su región. En este sentido, Corral destacó que "Aquellos fueron los días se convierte en un acontecimiento para nosotros original ya que hemos decidido -y lo anunciamos hoy- que la modalidad de esta serie en el futuro será ofrecer a nuestros escritores el premio anual Universidad Nacional del Litoral a la mejor novela inédita". Si bien todavía no se adelantaron detalles sobre el premio, se puede asegurar que el mismo consistirá en la publicación de la obra ganadora por parte de la editorial universitaria.
Luego fue el turno de la escritora y profesora Beatriz Actis, quien se refirió al “cruce de géneros” que se reconoce en la novela de Alaniz. Entre otros puntos salientes de su análisis, Actis recorrió los diferentes discursos de los que la novela toma elementos para su conformación. “La reconstrucción narrativa de acontecimientos que hacen a nuestra historia reciente, se nutre de tradiciones ideológicas, figuras representativas, discursos culturales, de la retórica de la discusión política, de la referencia a la participación activa -a veces central, a veces periférica- en la militancia universitaria de aquellos años, en síntesis, de notas inequívocas de época", estaban presentes en la novela según el análisis de la escritora.
El reino de las preguntas
Al momento de contar esta primera experiencia como novelista, Rogelio Alaniz optó por reflexionar junto a los presentes acerca de sus vivencias al narrar ficciones. A pesar de la gran cantidad de escenas o recorridos de los personajes –sobre todo su protagonista- que pueden ser atribuidos a la biografía del autor, Alaniz recordó que de todas formas el libro excede el formato de la mera crónica personal.Al explicar las razones de sumar esta nueva ocupación en el contexto de las otras tareas que desarrolla, el periodista encontró una continuidad con sus otras labores, también relacionadas, de una u otra manera, con la tarea de contar historias. Sobre las diferencias con las otras experiencias literarias abordadas con anterioridad, el novelista primerizo reconoció que en esta ocasión era literatura "muy diferente -dijo- a mi anterior libro cuyo tema es la política, y en el que yo tenía la seguridad de que lo que escribía tenía un fundamento. No es igual en este caso, aquí transito por la inseguridad e incertidumbre. Creo ser un buen lector de literatura, pero no sé si soy un buen escritor. La literatura es el reino de las preguntas, las incertidumbres y ninguna teoría sirve a la hora de ponerse frente a la hoja o la pantalla en blanco".
Una vez concluidas las palabras de rigor, el público permaneció en el aula de la Facultad de Derecho para compartir un bocado o una copa, adquirir su ejemplar de la novela presentada, solicitar el autógrafo del novelista o bien prolongar la charla. Como centro y protagonista exclusivo de la velada, Alaniz hizo gala de otra de sus ocupaciones aun no mencionada. Ese epíteto que un madrileño hizo estampar en la puerta de su casa en placa de bronce y que brillaba como un título universitario, podría ser aquí también aplicado al autor santafesino devenido en novelista: Rogelio Alaniz, conversador agudo.