Cosmos y espacialidad geométrica

[ ESCULTURAS CINÉTICAS ]

PAULA RIVAS Y CHRISTIAN WLOCH

[Video]

Vortex, Quasar, Orbital, son las denominaciones de las obras cinéticas con producción multimedial, que se exponen en las salas del MAC, de los artistas Paula Rivas y Christian Wloch.

Son artefactos, son objetos, volúmenes con movimiento concreto, planteado como una energía dinámica permanente. Esta energía cinética, es una de las partes principales de las piezas, así como sus estructuras formales llevadas al extremo visual de efectos múltiples, que el espectador deberá captar desde perspectivas diferentes.

Recursos técnicos, motores, transformaciones lumínicas, geometrías audiovisuales, desplazamientos verticales, movimientos sincronizados, composiciones sonoras, hacen a una combinación que habla de estructuras técnicas y soportes del arte electrónico y son parte de lo que denomina esculturas neocinéticas.

Se percibe en las salas, una atmósfera suspendida,  una energía que cabalga sobre otras y que circula por canales mayores que nos obliga a una profunda atención, y nos produce asombro en transformación continua, ya que estas obras se revelan diferentes a cada instante,  así como surge una visión,  desaparece inmediatamente para mostrarnos otra imagen de sí mismas.

Los recorridos y desplazamientos permanentes, nos dan un máximo de información visual y permiten actuar lo simbólico como activante de múltiples sensaciones sensoriales y articulan procesos internos que nos invaden, son fuertes detonantes que crean campos de fuerza visual que nos abruman en su magnitud.

Se impone una visibilidad que remite a un microcosmos en cada una de ellas,  aunque se intuye la pertenencia a otra dimensión; son piezas que parecen desprendidas del universo todo.

La unidad y coherencia interna que tienen estas piezas están basadas en la estructura orgánica de la naturaleza, quien les provee de esa organización, las formas, y les da puntos de apoyo a sus producciones.

Este vínculo cósmico nos permite contemplar desde lo sensorial, los desplazamientos y pronunciamientos tanto visuales como sonoros de estas obras, por momentos nos envían susurros y sutilezas fugaces muy sugerentes y por otro la estridencia de sus fuertes efectos visuales,  de una elocuencia arrolladora y envolvente del espacio.

Esa atención que nos provocan,  como una acechanza flotante, nos invade completamente,  sobrepasa su planteo conceptual y delinea un diseño estético que se retroalimenta (con nosotros incluidos) en equilibrios latentes,  en estructuras fluctuantes. Así el universo conocido, aparece aquí en una traducción simbólica en vínculo directo con nuestra seguidilla de sensaciones corporales.

Ondulaciones cromáticas, composiciones geométricas dinámicas, frecuencias lumínicas, mutaciones de luces y sombras, sonoridad en expansión, movimiento perpetuo,  son algunos de los datos puntuales que nos llegan de estas producciones, de estas construcciones espaciales, de estas presencias audiovisuales de alto impacto.

Rivas-Wloch rompen con la tradición narrativa de las obras y encuadran sus trabajos con recursos tecnológicos en vínculo con los conceptos espacio-tiempo, y en una repitencia casi ritual,  dan cuenta de otras narrativas visuales en sus peculiares construcciones, no cesan en su cometido de provocar transmisiones expansivas de gran impacto, redefiniendo el comportamiento y la forma de la obra por la proximidad humana, lo que determina un diálogo directo, una retroalimentación en conectividad con quien transita en las salas que cambia la dinámica de las obras con el acercamiento del visitante,  esto sucede con Quasar y Orbital,  que a través de sensores captan lo que las rodea y se hace visible la energía en expansión . La inmersión en el ambiente produce esas mutaciones y desplazamientos.

Rivas-Wloch saben que nos sumergen en una espiral perceptiva y que las estructuras morfológicas que nos presentan, nos producen esa alteración de las formas, esa desintegración de las imágenes. De este modo ponen en evidencia que nos dominará el riguroso juego visual al que nos han sometido y que nos producirá una adictiva mirada hacia sus obras.

 

Stella Arber - Directora MAC UNL

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Estos artistas, se unen en las propuestas multimediales cinéticas que realizan,  en las que la tecnología es el soporte de sus creaciones.

Paula Rivas tiene un planteo abstracto que remite directamente a las constelaciones cósmicas por sus registros geométricos y sus elementos móviles que crean un espacio tridimensional en permanente cambio al ejercer su dinámica en movimiento constante.

Christian Wloch produce composiciones visuales sonoras generadas por formas en módulos repetitivos con luz y sonido. Objetos tridimensionales que generan múltiples ondas lumínicas en todo el espacio circundante en que se instalan las obras. La geometría es la base de su accionar visual y a través de ella se vuelven visibles las modulaciones visuales a las que somete a sus piezas.

GEOMETRIA ORBITAL está formada por puntos esféricos en movimiento. La dinámica corresponde a una lógica tridimensional de geometría circular en donde los trazos puntuales generan órbitas que intuyen un centro intangible e inmutable en el centro del espacio y el tiempo. La combinación de las orbitas dan lugar a formas derivadas basadas en el patrón orbital: un esquema móvil de relaciones dinámicas.

Las Esculturas Moleculares de Paula Rivas son constelaciones tridimensionales realizadas con pequeñas esferas de piedras naturales que forman volúmenes dinámicos suspendidos en el espacio tiempo. El observador activa la constelación geométrica con su sola presencia y cuando se aleja la estructura permanece inmóvil, ingrávida.

VORTEX es una escultura audiovisual realizada con módulos lumínicos en los cuales se materializan múltiples ondas ópticas entrelazadas en un mismo espacio formadas por elementos lineales que se complejizan en su relación espacial en el tiempo. La progresión de movimiento está basado en el estudio de las ondas de la luz y el sonido, materializando el mundo invisible de las frecuencias que nos rodean. La superposición de líneas genera situaciones ópticas tridimensionales que se hacen visibles según sea el punto de vista desde donde se observe la obra. El sonido y la luz en movimiento modulan estructuras geométricas tridimensionales suspendidas en el espacio que evolucionan en el tiempo.

QUASAR es una escultura cinética realizada con elementos lineales refractarios que se mueven en el espacio/tiempo mediante trayectorias progresivas sincronizadas, donde las superposiciones de destellos y sombras expanden la obra.

QUASAR está basada en el estudio del comportamiento ondular de la luz y sus frecuencias. Su dinámica es generada por el movimiento perpetuo de la forma geométrica del círculo. La escultura se activa cuando registra la presencia de personas en la sala donde está instalada, y cada vez que se detiene al cabo de unos minutos se forma una composición única debido a las variables de la geometría dinámica.