Cultivos infectados
Identifican hongos que afectan a los granos de maíz
Lunes 31 de mayo de 2004
Fueron hallados por científicos de la UNL en cultivos santafesinos. Es uno de los patógenos más importantes que afecta al maíz. La investigación se hizo en el marco del trabajo "Evolución de especies de Fusarium en los estadios de formación del grano de maíz y
Científicos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) identificaron 14 géneros de Fusarium, uno de los patógenos más importantes que afectan al maíz, tras analizar lotes de mazorcas obtenidas en diferentes cultivos del departamento Castellanos, en la provincia de Santa Fe.
Este patógeno puede causar el secado prematuro de las plantas, como también marchites y putrefacción de raíces, limitando los rendimientos y la calidad de las cosechas. Pero además, algunas variedades de Fusarium son capaces de comprometer la salud de la población.
Tras estudiar la evolución de cada estadio de formación de granos de maíz, los investigadores identificaron 14 géneros contaminantes, entre los que se destacaron las varidades de Fusarium. Sin embargo, "la presencia de especies de Fusarium al momento de cosecha no es indicativa de las toxinas que puedan estar presentes, debido a que determinadas especies aparecieron durante la formación del grano y no estuvieron presentes al momento de la cosecha".
Las conclusiones pertenecen al trabajo "Evolución de especies de Fusarium en los estadios de formación del grano de maíz y determinación de Fusaproliferina y Beauvericina", realizado por investigadores de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL y publicado en Fabicib, la revista de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas.
Cuatro géneros de hongos fueron hallados en más del 80% de la contaminación total, teniendo en cuenta los distintos estadios de desarrollo de los granos: Fusarium, con el 48,7%; Geotrichum, con el 15,9%; Ustilago, con el 10,9% y Rhyzopus, con el 7,7%. Además, se detectaron géneros como la Alternaria y Penicillium, también asociados con la producción de micotoxinas.
Además de ser el principal causante del deterioro del maíz en la mazorca, las especies de Fusarium producen potentes micotoxinas, de considerable significancia para la salud humana y animal, aunque poco se conozca sobre su epidemiología. En las conclusiones, el trabajo indica que el género Fusarium es importante en la zona como contaminante de maíz, "lo que coincide con otras regiones de la República Argentina a pesar de poseer diferencias climáticas y geográficas".
La Beauvericina "es capaz de inducir muerte celular programada, similar a la apoptosis". En bioensayos realizados con embriones de pollo, la Fusaproliferina causó dicotomía cefálica, macrocefalia y asimetría en extremidades, así como hemorragia en la superfice de las patas y alas. Las muestras tomadas en cultivos de maíz de la zona central de la provincia fueron negativas a las pruebas de ambas toxinas. "No parece ser importante la contaminación de maíz con Fusaproliferina y Beauvericina, aunque para confirmar esta hipótesis se requiera realizar un estudio estadístico de ocurrencia", argumentan los investigadores.
Equipo de investigación: Jorge Martins; Sandra Zitelli, María de la Luz Zapata de Basílico; Juan Carlos Basílico (FIQ-UNL).
Este patógeno puede causar el secado prematuro de las plantas, como también marchites y putrefacción de raíces, limitando los rendimientos y la calidad de las cosechas. Pero además, algunas variedades de Fusarium son capaces de comprometer la salud de la población.
Tras estudiar la evolución de cada estadio de formación de granos de maíz, los investigadores identificaron 14 géneros contaminantes, entre los que se destacaron las varidades de Fusarium. Sin embargo, "la presencia de especies de Fusarium al momento de cosecha no es indicativa de las toxinas que puedan estar presentes, debido a que determinadas especies aparecieron durante la formación del grano y no estuvieron presentes al momento de la cosecha".
Las conclusiones pertenecen al trabajo "Evolución de especies de Fusarium en los estadios de formación del grano de maíz y determinación de Fusaproliferina y Beauvericina", realizado por investigadores de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL y publicado en Fabicib, la revista de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas.
En detalle
En total se analizaron seis lotes de mazorcas visiblemente contaminadas, obtenidas en diferentes cultivos del departamento Castellanos, provincia de Santa Fe. A la hora de identificar las distintas colonias fúngicas se tuvieron en cuenta los cuatro estadios de formación de los granos de maíz: cuajado, llenado de grano, madurez fisiológica y, por último, cosecha. "Los resultados hallados señalan que de las 24 muestras analizadas 6 presentaron un porcentaje de granos contaminados entre 90 y 99%, y el resto del 100%", dicen las conclusiones del trabajo.Cuatro géneros de hongos fueron hallados en más del 80% de la contaminación total, teniendo en cuenta los distintos estadios de desarrollo de los granos: Fusarium, con el 48,7%; Geotrichum, con el 15,9%; Ustilago, con el 10,9% y Rhyzopus, con el 7,7%. Además, se detectaron géneros como la Alternaria y Penicillium, también asociados con la producción de micotoxinas.
Además de ser el principal causante del deterioro del maíz en la mazorca, las especies de Fusarium producen potentes micotoxinas, de considerable significancia para la salud humana y animal, aunque poco se conozca sobre su epidemiología. En las conclusiones, el trabajo indica que el género Fusarium es importante en la zona como contaminante de maíz, "lo que coincide con otras regiones de la República Argentina a pesar de poseer diferencias climáticas y geográficas".
Dos nuevas toxinas
El género Fusarium es productor de numerosas micotoxinas, como Tricotecenos, Zearalenona, Fumonisinas y Moniliformina. Pero en los últimos años se ha puesto en evidencia la acción tóxica de nuevos metabolitos producidos por algunas especies de este género, la Beauvericina y la Fusaproliferina, cuyos efectos en la salud humana pueden ser importantes.La Beauvericina "es capaz de inducir muerte celular programada, similar a la apoptosis". En bioensayos realizados con embriones de pollo, la Fusaproliferina causó dicotomía cefálica, macrocefalia y asimetría en extremidades, así como hemorragia en la superfice de las patas y alas. Las muestras tomadas en cultivos de maíz de la zona central de la provincia fueron negativas a las pruebas de ambas toxinas. "No parece ser importante la contaminación de maíz con Fusaproliferina y Beauvericina, aunque para confirmar esta hipótesis se requiera realizar un estudio estadístico de ocurrencia", argumentan los investigadores.
Equipo de investigación: Jorge Martins; Sandra Zitelli, María de la Luz Zapata de Basílico; Juan Carlos Basílico (FIQ-UNL).